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No esperaba la llegada de Taehyung a mi vida. Cuando lo presentaron al frente de la clase no le presté mucha atención, era solo un niño más.

Sin embargo, se acercó a mí de la misma manera que yo a tí, con un fuerte grito y una sonrisa espléndida, solo que la suya era cuadrada y tierna, aunque claro, la tuya era más linda.

Cuando las palabras "me gustas" salieron de su boca y llegaron a mis oídos a través de una amiga suya, me quedé en blanco. Es decir, el niño era extrovertido, hablador, empalagoso, en resúmen, era todo lo que tú no eras, eso me tenía confundido.

Te amaba a ti, amaba tus mejillas regordetas, tus manos preciosas y tu estatura que te hacía ver adorable, pero también me gustaba lo extrovertido que era Taehyung, eran dos polos opuestos que me traían enamorado.

Al principio me gustaba que te pusieras celoso (aunque sé que lo fingías por seguir con el juego) cada que hablaba de él y lo que me decía, pero los meses pasaban, pronto pasábamos a noveno grado, dependía de nuestros padres el volvernos a ver, sabía que nuestro enamoramiento falso terminaría pronto y yo no me decidía.

Años después me culpé por ser un maldito indeciso. Lo sigo haciendo.

— Hoseok.

Still with you | SopeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora