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El último día de clases llegó, así como el final de nuestro pequeño juego. Ya era incómodo estar cerca el uno del otro, bueno, eso era lo que yo sentía. Aún te amaba tanto como el primer día, aunque suene cliché. Ese amor tenía que parar, no era sano para mí, para nosotros.

Las secas palabras que me dijiste antes de salir por la puerta del salón me dolieron, pero no podía esperar menos, te traté mal y mi madre estaba ahí, supongo que ya no confiabas en mí. Es entendible.

Me prometí a mí mismo que debía superarte, que las palabras que cruzaramos en el futuro serían casi nulas, que no trataría de meterme en tu vida otra vez.

Pero el corazón supera a la mente, y mi corazón no quería soltarte.

— Hoseok

Still with you | SopeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora