05/01/1889

3 0 0
                                    

Jueves, 5 de Enero, 1889

Estados Unidos, Massachusetts, Boston

23:00

Se me olvido mencionar el ultimo día cual era mi próximo destino, así que ahora lo voy a especificar ya que me encuentro en el. Estoy en Boston, Massachusetts. Ayer a las ultimas horas de sol me despedí de Paula y Antonio para así llegar a tiempo al tren de Massachusetts y caminar hasta Boston.

Ahora mismo estoy en un hotel, nadie alquilaba nada ni había casas pequeñas para pasar la noche por lo que alquile una habitación, la limpiadora del hotel fue muy amable al raerme a mi habitación aunque los hombres que habían por alrededor me miraban de una forma extraña, eso me incomodo en su omento pero ahora comprende que solamente se sentían raros al ver a una mujer sola por un lugar desconocido para ella.

Hoy he descansado un poco mas que ayer ya que llegue bastante tarde al hotel pero recién abrí mis ojos estuve muy animada por lo que salí a buscar aventuras por ahí y por haya. El trato que tenían sobre mi era completamente diferente al que me daban en el otro lugar, es una mezcla extraña entre respeto pero deprecio, no se como describirlo.

Desayune en un pequeño bar que había cerca del hotel en donde estaba, la camarera del lugar era muy amable conmigo pero sin previo un señor se sentó enfrente mío. No era muy mayor que yo pero si que lo parecía. Se presento con el nombre de Louis Smith, tenia unos veintiocho años, pronto cumplirá los treinta. Me dijo que le parecía muy bonita y que si no estaba casada, realmente no me parecía muy atractivo además de que fue un grosero conmigo y con la camarera por lo que le rechace.

Se que vine aquí a buscar esposo pero también tengo algunos requisitos y ser alguien educado con las mujeres era uno de ellos. El resto de la tarde me la pase caminando por las calles, me encontré una librería pequeña por lo que entre, me lleve una alegría al encontrarme con que la persona  a la cual pertenecía la tienda era una mujer.

Ella se llama Adelaida Williams, es una joven de dieciocho años, rubia, con los ojos verdes y una sonrisa encantadora. Le pregunté donde estaban los libros de romance y tubo el detalle de girarme personalmente hacia la sección. Por el camino descubrí que esta librería pertenecía a su padre pero por su muerte de enfermedad tubo que ocuparse ella del negocio ya que su madre estaba muy enferma.

Soy bastante buena en la curación de heridas y enfermedades por lo que me ofrecí a ayudarla, cosa que, a pesar de que me rechazo por educación, al final acepto agradecida. Su madre, Ariel Williams, es una mujer bastante fuere he de decir ya que a pesar de tener una edad bastante alta pudo soportar por varios meses una gripe enorme.

Después de un te de hierbas cortesía de receta mi bisabuela Amalla, se curo mininamente, lo único que faltaba era un poco de reposo y descanso y volvería a estar como nueva. Adelaida, agradecida me ofreció a regalarme uno de los mejores libros de romance que tenia, solamente por cuidar de su madre, a pesar de que lo rechace con amabilidad, ella me ignoro y me lo regalo de igual forma.

La novela se llama Insolación de Emilia Prado Bazan, por ahora me parece interesante, tiene una bonita paginación pero no he leído mucho a decir verdad, solo las primeras paginas. He de admitir que me gustan demasiado las novelas o historias amorosas, supongo que es porque la mayoría son escritas por mujeres y me dan las esperanzas para aun creer en el amor.

Por le resto de día estuve por las calles, a veces comiendo algo, otras hablando con los ciudadanos en busca de indicaciones y otras veces descansando por las largas caminatas. En este lugar no he conocido a muchas personas, solamente a algunas mujeres amables y grandes lugares y flores, las flores me han encantado.

Es cierto que este lugar no es reconocido por las flores pero las pocas que me encontrado son realmente hermosas, mis favoritas son las rosas blancas. Hace menos de un día ni siquiera sabia que existían, pensaba que era un tipo de coqueteo extraño que tenían los hombros al decirles que eran tan hermosas como una rosa blanca.

Prometo que ahora comprenderé a la perfección el alago y agradeceré cuando alguien me lo dirija y no me quedaré, como la mayoría de veces, mirando los confundida creando un silencio extremadamente incómodo.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jan 07, 2023 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

La vida de Amelia: El diario de AmeliaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora