Capitulo 72

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Cuando uno logra combinar ambos poderes, como el alma de un ser humano y el chakra, dos energías completamente diferentes, pero que juntas, son el simple poder de un Dios.

Poder modificar tu alma, usar tu alma como base de energía para que tus ataques sean el doble o triple de fuertes, usar tu alma para causar daño al ser, o lo que sería para muchos, causar daño directamente al cuerpo y alma, un ataque que los simples Ninjutsus Médicos no ayudarían en nada para evitar el dolor que causaría ese ataque o simplemente la muerte del sujeto.

Pero para poder llegar a fusionar ambas energías, habían varias reglas por seguir, o en el caso de los chicos, para saber cómo es tu alma, debes morir, debes ver a la muerte cara a cara, debes retar a la muerte, debes demostrarle que no le tienes miedo a la propia muerte, y ella te dará el permiso para unir ambas energías, y el permiso para modificar tu propia alma.

Incluso, ellos descubrieron, que al modificar tu alma, con ello viene varias ventajas, el cuerpo humano es solo un cascarón, es el caparazón, para proteger lo que verdaderamente es importante para un ser humano, su alma.

Ellos se dieron cuenta que si puedes modificar tu alma, también puedes controlar tu cuerpo, porque simplemente te estás volviendo un ser de energía pura, un ser inmortal, ellos descubrieron eso, ellos podían modificar su cuerpo a voluntad, ellos decidían si querían envejecer o no, ellos se habían vuelto unos seres inmortales en el mundo de los humanos, ellos se habían convertido en Dioses.

Pero la verdad de eso, era que, ellos ya no eran humanos, ellos eran Dioses, por el simple hecho de tener las bendiciones de los dioses, cuando lograron modificar sus almas con ello venían bendiciones, según su poder y su pureza de alma, tendrían bendiciones de respectivos dioses, pero eso solo es un disfraz, esas no son bendiciones, es el poder de esos dioses, por ese simple hecho, ellos eran Dioses.

Y con ella venía la última ventaja de poder modificar tu alma, y tanto Sasuke como Sakura no sabían que hacer, sabían la última o mejor dicho, el poder que era accesible cuando modificadas tu alma, pero incluso ellos aún no podían controlar todo ese poder, llegaban a perder el control de su propio cuerpo a causo de ese poder.

La intención asesina que inundaba el lugar era inimaginable, te hacia ver tu propia muerte ante tus ojos, una muerte nada propia, la neblina se fue despejando poco a poco, y la temperatura se normalizo, incluso el hielo se deshizo.

Y fue reemplazado por el calor, un calor abrazador que cualquiera sentiría insoportable, el pasto comenzó a morir ante el calor abrazador, y Sasuke y Sakura vieron esa forma, ese poder que ellos aún no controlaban de todo.

Delante de ellos había un lobo, pero no uno cualquiera, este media al rededor de tres a cuatro metros de altura, un pelaje tan negro como la noche, en la parte baja de sus patas, una parte tenía un pelaje rojo como el fuego y una uñas afiladas, lo más sorprendente eran sus colas, detrás de el habían cinco colas esponjosas, y las puntas de un color rojo carmesí como la sangre, sus ojos están asombrosos, una pupila tan azul como el cielo, algo que no combina con su aspecto y unos colmillos tan filosos que despedazarian a alguien en segundos.

"Esa es la forma animal que toma tu alma, poder transformarte en un lobo" dijo Sasuke serio, la última ventaja de poder modificar tu alma, es que tu alma puede tomar una forma animal, una conforme a tu habilidad y personalidad, para Naruto fue un lobo, lo que daba referencia a que el era el líder, el alfa de la manada, Naruto era un líder en toda regla, y para los chicos eso sería un problema.

Cuando tomas esa forma, tus habilidades aumentan drásticamente según tu forma animal, pero conociendo a Naruto, tenía el presentimiento que el no sería alguien normal.

"Naruto, para que puedas dominar esa forma, debiste entrenar al menos un año en esa forma" dijo Sakura, vio como el lobo hizo lo que parecía una sonrisa, y después aulló, la luna llena respaldando al lobo, y fuertes ráfagas de viento se desplazaron por el lugar, árboles que aún quedaban con vida fueron destruidos en segundos.

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