✨"Mi Conejito Tierno"✨ - TOY BONNICA 💙x💛=❤️

✨Dalias✨

Corté doce exactas, puestas en un jarrón
Ahora solo falta "mi conejito tierno" como me gusta decirle en secreto, que no se con certeza porque le puse así, creo que me estoy excediendo.
Sea cual sea el caso, hoy quedamos en hacer pijamada junto con Toy Freddy y Mangle en mi casa, y como si lazos del destino fueran, fue el primero en llegar; lo que me faltaba.
Platicamos un poco en lo que llegaban los demás.

–Y por eso me gusta la astrofísica—me termino de decir bastante emocionado diría yo.

–Eso es muy interesante, bueno quieres algo en lo que llegan—le dije levantándome del sofá.

–No así está bien, gracias.

–Okey.

Me dirigí a la cocina y dude en si darle las dalias ahí y ahora o dárselas en la mañana, pero mis pensamientos pudieron más conmigo y antes de darme cuenta, ya tenía el jarrón en mis manos; salí y ahí estaba el leyendo algo desde el sofá, me acerque hasta que notara mi presencia, mis nervios estaban a todo lo que da y sentía que me iba a desmayar.

–Que lees?—le pregunté y el levantó la mirada.

–Oh, es un libro que me prestó mi hermana que trata sobre un hombre que fue al infierno—me dijo y creo que no notó lo que tenía en mis manos, menos mal.

–Suena interesante, bueno ten—le acerque el jarrón y el se sorprendió.

–¿Que haces?

–Recuerdas la vez que querías cortar una dalia de mi jardín, pues tome la decisión de que en ves de una, fueran doce, así que corte estás para ti—le dije y pude jurar que mis mejillas ardían.

–Vaya....gracias—tomo el jarrón y una sonrisa se posó en su rostro, seguida de lo que yo supuse era un sonrojo.

–Oh no es para tanto—le dije y el se levantó negando con la cabeza aún con su sonrisa y se acercó hacia mi.

–Si que lo es, se supone que yo debo cortejarte a ti, no al revés.

–Amm..

Antes de que respondiera algo el timbre sonó, así que rápidamente me dirigí a la puerta, tratando de calmarme y calmar mis nervios, la abrí y eran Mangle y Toy Freddy; desde ahí tuvimos nuestra pijamada tranquila, pero lo que me dijo Toy Bonnie no me dejaba de dar vueltas en la cabeza.
No se porque, pero me sentí afortunada de haber cortado esas dalias.