Onbevreesd | L.S (Terminada)

I

═══════ ≪ •❁• ≫ ═══════

"Thuis"

La pequeña e improvisada escapada romántica los había llevado a un pequeño y pintoresco pueblo, a no más de 30 kilómetros de distancia de Ámsterdam.

Habían rentado una habitación en un hostal llamado «Oost West Thuis Best» y fueron recibidos por un amigable matrimonio de ancianos, Sanne y Willem.

El lugar ciertamente le hacía honor a su nombre, era cálido y acogedor. Los hacía sentir como en casa...más de lo que ya sentían al tenerse el uno al otro.

La primera noche asistieron a una agradable cena preparada nada más y nada menos que por los dueños de casa, compartieron una tranquila y animada velada con otra familia que estaba de paseo. Los Vos. Se trataba de un matrimonio joven, Greetje y Sebs junto a su pequeña hija de siete años, Anki.

Anki era una pequeña de cabellera pelirroja al —igual que su padre—, con diminutas pecas salpicando sus mejillas, ojos increíblemente verdes como los de su madre y una sonrisa que lograba contagiar a todos los presentes, resplandeciente.

La pequeña supo congeniar de inmediato con Harry, tanto así que el mayor terminó leyéndole un cuento de hadas en la sala común, frente a la chimenea. Pasadas las nueve de la noche, Anki se quedó dormida en el sofá y así dieron por terminada la velada, despidiéndose hasta el siguiente día.

La joven pareja se dirigió a su recámara y, antes de apagar las luces para dormir, Louis preguntó:

—¿Fue un buen día, no es así?

—Un excelente día, cariño —corrigió Harry—. Incluso ya logré hacer una nueva amiga.

Louis sonrió con cariño. Harry nunca tardaba en hacer amigos, pensó, a donde sea que fuera, él lograba hacer amigos. Quizás era por su carismática personalidad. O por su resplandeciente sonrisa que traía calma a todos. O simplemente era todo aquel conjunto de cosas buenas, las que hacían que Harry fuera una agradable compañía para cualquiera. Era difícil no amarlo. Tenía una especie de magnetismo natural, el mismo que lo había llevado a enamorarse perdidamente él.

—Tu nunca tardas en hacer amigos. Y amo eso de ti.

Harry acortó la distancia entre ambos, dejando un suave beso sobre los labios de su amado que duró un par de segundos. Al separarse, susurró:

—Y yo te amo a ti.

Louis apagó la lamparita de su mesa de luz, sumergiéndose ambos en una oscuridad que no alcanzaba a ser total por la tenue luz de la luna que entraba por su ventana.

Harry se removió debajo de las sábanas, hasta encontrar una posición cómoda para descansar. Se aferró al cuerpo de su amado con su brazo derecho y descansó su cabeza en el pecho de Louis.

—Buenas noches, mi amor.

—Buenas noches, cariño —susurró Harry, por última vez en la noche.

═══════ ≪ •❁• ≫ ═══════