Onbevreesd | L.S (Terminada)

II

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"Tulpen"

 El segundo día, Harry fue el primero en dejar la habitación. Había despertado temprano para tomar una ducha caliente, vestir ropa cómoda para su próxima excursión y luego desayunar.

Al bajar se topó con los dueños del lugar preparando los desayunos para los huéspedes. La señora de la casa, Sanne, insistió en preparar el desayuno por su cuenta, pero Harry a su vez insistió tanto en ayudar, que terminó exprimiendo naranjas.

Con el desayuno ya listo, Harry subió a la recámara que compartía con su amado para despertarlo. Se llevó una gran sorpresa al ver que Louis ya estaba más que despierto, prolijamente arreglado y ordenando la cama en la que habían descansado la noche anterior.

—Buen día, amor —dijo Harry a espaldas de su amado, tomándolo por sorpresa.

Louis volteó y sonrió con adoración. Acortó la distancia que los separaba con un delicado y dulce beso.

Continuaron besándose hasta que Harry recordó el desayuno y fue el primero en romper el contacto. Ambos bajaron y desayunaron en compañía de la otra familia.

Al terminar, inmediatamente se despidieron y pusieron en marcha para viajar al jardín botánico «Keukenhof», no muy alejado de su ubicación. Caminaron por alrededor de una hora y cuarto antes de llegar a su destino

Aquel lugar era mágico. Tanto Louis como Harry, quedaron maravillados ante la vista de las extensas hileras multicolores de narcisos, jacintos y tulipanes que los recibía. Ingresaron al lugar, en donde un guía aguardaba a por ellos, dando así comienzo a la visita guiada por los jardines.

Se tomaron de las manos mientras recorrían el camino libre que había, entremedio de interminables hileras de bellas flores. Harry podía sentir las miradas que recibía por parte de algunas personas en el lugar y solo bajaba su cabeza con algo vergüenza. Louis también lo percibía, por lo que tan solo reforzaba su agarre y de aquella manera le proporcionaba a su amado —y a si mismo— seguridad y protección.

Harry recordó las palabras que no hacía mucho, Louis le había dedicado en una de sus tantas composiciones:

"Manten tu cabeza en alto, cariño. No te ocultes. Nunca cambies."

Harry levantó nuevamente su cabeza, con orgullo y sonrió al ver que su amado lo observaba con adoración. Sus miradas se conectaron y en aquel momento, parecía que el mundo se había detenido a sus pies. Eran solo ellos dos. Louis y Harry. Amándose con cada parte de sus almas.

—Disculpen —oyeron a alguien decir a sus espaldas, lo que hizo que aquel íntimo momento acabara—. ¿Puedo sacarles una fotografía? Es que se ven adorables.

Louis volteó con sorpresa y se topó con un muchacho rubio, que aparentaba tener unos dieciséis o dieciocho años con una sonrisa tímida aproximándose a su rostro. Al no responder, Harry se apresuró en decir:

—Por supuesto —dijo, mientras le extendía al muchacho su propia cámara de fotos.

Un Louis algo sonrojado y un Harry sonriente posaron para la fotografía y con dos clicks bastaron para que el joven le devolviera la cámara a su dueño.

—Muchas gracias...

—Lowie. Mucho gusto —dijo extendiendo su mano.

Harry y Louis se presentaron de la misma forma, agradecieron por la —o las— fotografía que les tomó y continuaron por caminos separados.

Llegaron a un puesto de flores en el que tenían la opción de armar su propio ramo y así es como lo hicieron. Harry eligió las flores y Louis pagó por él, para luego obsequiárselo a su amante.

Al regresar al hostel, Anki se encontraba jugando en el exterior y, al ver a la joven pareja, corrió hacia ellos.

—¡Lewis! ¡Harry!

—Es Louis...

—Oh, que hermosas flores —dijo la pequeña—, ¿Lewis te las obsequió?

Louis puso sus ojos en blanco con falsa molestia, estaba casi seguro de que la pequeña lo hacía a propósito, para molestarlo. Porque vamos, Lewis y Louis son nombres totalmente diferentes.

—Sí, pero yo las elegí —decía Harry a medida que sacaba del ramo un tulipán color rojo—. Ten, es para ti.

Anki abrió sus ojos con sorpresa y luego acercó con algo de timidez su manita a la hermosa florecilla.

—Muchas gracias, Harry —dijo, para luego abrazar al mayor.

Louis vio la escena con ternura, sacó la cámara fotográfica que momentos antes Harry le había dado y simplemente capturó aquel momento entre el adorable par. 

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