❝ Por una apuesta ❞ || MiChaeng

𓏲 Capítulo 7

— ¿Perdón?

— Sí, ¿cuál es la diferencia de un beso?

Mina lo pensó unos instantes parpadeando varias veces ante la repentina pregunta de la castaña. ChaeYoung se había acercado de lo más confiada del mundo al verle frente a la máquina expendedora metiendo un billete y oprimiendo los botones para esperar alguna golosina, confundiéndole ante el saludo tan extraño que había tenido.

— Ah... ¿por qué la pregunta? — se agachó al ver la pequeña bolsa de frituras salir finalmente y se alzó abriéndola.

Empezó a caminar haciéndole un cabeceo para que la acompañara, observándole seguirle con una mueca pensativa. Ambas caminando por los pasillos del instituto tan cerca que sus hombros rozaban de en vez en cuando, escuchando el bullicio de los alumnos y el crujido de las frituras cada vez que sacaba una de la bolsa.

— El otro día Nayeonnie habló de eso con una unnie, pero no escuché la respuesta porque tuvo que irse — encogió los hombros doblando por los pasillos que daban directo a las escaleras y subiéndolas a pasos cuidadosos — y me quedé con la intriga.

— Tal vez deberías preguntarle a ella.

— Si le pregunto a NaYeon unnie no me dirá y yo no me llevo con la unnie con quien estuvo hablando.

Mina ladeó la boca desconforme con la respuesta, comiendo otra fritura y deteniéndose al ver la puerta de hierro de la azotea. ChaeYoung abrió por ellas y ambas salieron sintiendo la brisa fresca pasear entre sus cabellos. Ya tan acostumbrada a ir a ese lugar ChaeYoung dobló para acercarse a la parte medio escondida detrás de la ventilación sobresaliente del techo, sentándose con las piernas cruzadas y mirándole imitarle casi desconfiada. Sonrió divertida al verle asomarse disimuladamente por las orillas del techo encogiéndose en su lugar.

— Uh... creo que una amiga mía habló una vez sobre eso... no recuerdo qué dijo pero me sé tres diferencias.

— ¿Cuáles son?

Mina le escaneó unos segundos alzando una ceja. — ¿Por qué tanto interés?

— Sólo es curiosidad.

— El piquito, el normal y el intenso.

ChaeYoung frunció. — ¿Un piquito?

— Es el beso rápido o el beso casto, no sé cómo explicarlo.

— Podrías demostrarlo.

Mina le miró ceñuda. — No lo sé...

— ¿O es que no te atreves? — al ver su confusión continuó — Te reto a que me lo demuestres.

— Ah, ¿estás retándome? Bien — sin decir más nada se acercó velozmente a su rostro para dejar un casto y rápido beso sobre su boca apenas dejándole tiempo de sorprenderse.

ChaeYoung aplanó los labios y frunció el entrecejo. — No es justo, fue muy rápido.

— Buen, ahora conoces el beso del piquito.

Le observó abultar los labios fingiendo lanzar besos hacia ella y sintió su rostro arder, ya no sabiendo si de la vergüenza o del ligero enojo que comenzaba a sentir al estar burlándose de ella.

— Eish... ¿y qué hay del normal?

— Ese ya te lo enseñé.

— No lo recuerdo.

— Son ChaeYoung, ¿es que quieres que te bese de nuevo?

ChaeYoung sonrió divertida. — Por supuesto que no, besas mal.

Mina pareció ofendida un momento, pero de pronto había dejado de lado las frituras para sujetar su rostro y acercarla a ella para unir sus bocas. ChaeYoung jadeó de la sorpresa ante el repentino movimiento provocando que sus bocas se moldearan mejor, sintiendo los suaves y delicados labios moviéndose sobre los suyos lentamente. Le sintió soltar sus mejillas para sujetar sus hombros para después apartarse otorgándole el privilegio de respirar de nuevo.

Mina sonrió burlona al ver sus mejillas coloreadas y sus ojos cerrados con fuerza viéndose en verdad tierna.

— Mina — habló todavía sin abrir los ojos.

— ¿Uh?

— Apuesto a que no me enseñas el intenso.

— ¿Cuánto apuestas?