❝ Por una apuesta ❞ || MiChaeng

𓏲 Capítulo 8

— Esta paleta — sacó el pequeño dulce de los bolsillos de su sudadera, sonriéndole como una chiquilla a lo que Mina frunció el ceño.

— ¿Es en serio?

ChaeYoung encogió los hombros. — Es lo único que tengo ahora.

— Como sea — Mina le quitó la paleta guardándola en sus propios bolsillos antes de inclinarse hasta tocar sus labios nuevamente.

ChaeYoung separó la boca un poco logrando acomodarlas a la perfección mientras Mina comenzaba a moverse con lentitud, sosteniendo su rostro y jalándola levemente hacia ella; se estremeció cuando de pronto le sintió acariciar su labio inferior con ayuda de su lengua unos segundos antes de atraparlo entre sus dientes y chuparlo ligeramente, ladeando la cabeza para profundizar el beso. Sin darse cuenta Mina se había dejado caer hasta que su espalda tocó el frío techo del tejado y ChaeYoung estuvo sobre ella con ambos antebrazos a los costados de su cabeza buscando sostenerse y acomodando una pierna entre las ajenas.

Se separó un poco buscando aire pero Mina apenas le dio tiempo de hacerlo cuando volvió a fundir sus bocas, esa vez pidiendo permiso para adentrar su lengua, el cual no se le fue negado. Las manos ajenas se enredaron en los cabellos crecientes de su nuca deslizándose después por sus hombros hasta llegar a su cintura apretando el agarre de sus dedos entre la tela de su sudadera. Lo único que podía escuchar era los latidos alborotados de su corazón junto al húmedo sonido de sus labios moviéndose y los suspiros que de en vez en cuando escapaban de ambas; Mina tomando fuerza para hacerle girar quedando ella sobre su regazo, separándose unos instantes donde le dejó observar sus ojos brillantes y sus labios rojizos levemente hinchados.

Justo cuando volvió a besarle de pronto la puerta se abrió dándole el paso a las risueñas risas de su mejor amiga combinadas con los sonidos extraños que supuso hacía su novia haciéndoles separarse de golpe; NaYeon les miraba con ojos abiertos desmesurados y las mejillas encendiéndose avergonzadas al encontrarlas en aquella posición comprometedora mientras JeongYeon, todavía sin darse cuenta, rodeó su cintura por detrás comenzando a besar su cuello. Eso hasta que sintió los codazos que su pequeña novia le daba y entonces se dio cuenta de la situación.

— Eh... — sin saber qué decir Nayeon apuntó la puerta sintiéndose realmente cohibida — N-nosotras... Adiós — JeongYeon les observó con las cejas alzadas, sonriendo sugerente hacia ChaeYoung mientras NaYeon intentaba llevársela —. ¡JeongYeon!

Sin decir nada se dejó arrastrar sin dejar de mirarlas de aquella manera hasta que finalmente las dejaron solas. ChaeYoung soltó un profundo suspiro cansado mirando a Mina, quien seguía sobre su cuerpo. Le miró hacer una mueca incómoda bajándose finalmente con las mejillas encendidas.

— Lo siento...

— Está bien... yo... tengo que irme — iba a pedirle que se quedara, pero el timbre resonando por toda la institución llegó sus oídos anunciando el final del receso —. Tenemos... clases...

Asintió con desgana, mirándole dar media vuelta para salir dejándole completamente sola. Cerró los ojos con fuerza y maldijo a sus amigas entre dientes, estando a punto de patear la bolsa vacía de frituras sino fuera porque la puerta volvió a abrirse dejando ver aquella cabellera conocida. Mina le sonrió levemente antes de acercarse a paso rápido, acunar su rostro con sus manos y volver a besar sus labios. Le sonrió nuevamente al alejarse y sujetando su mano ambas bajaron las escaleras de la terraza para ir a sus clases.

Chaeyoung comprobó una vez más que los besos de Myoui Mina eran de otro nivel