W había dejado de ser el dueño de su realidad, dejo de ser el protagonista que algún día fue y dio un paso más hacia su nueva realidad, la que en efecto era la verdadera y no el producto de la imaginación de alguien más. Es aquella realidad que el tanto anhelo y con la que tanto soño, aunque no estaba seguro si el era real o si siquiera podría permanecer ahí.
Estaba dando vueltas por el lugar, iba de un lado a otro, no se podía concentrar "si le digo que soy W pensera que soy un lunático, es decir, yo también lo pensaría".
W no lo sabia, pero el tenía miedo a ser rechazado, no importaba si era la persona a la que más rencor le tenía, simplemente no podía soportar la idea de que no lo reconociera. Después de todo... Ella era lo único que el tenía.
Por fin se armó de valor y entro a el edificio, era la primera vez que entraba a un lugar como ese, era medianamente decente, ni muy bueno ni muy malo, normal.
Camino hacia la recepcionista -Disculpe, ¿La señorita M vive aquí?- La miro con ojos curiosos.
-¿M? No sé de quién me está hablando señor-La mujer dijo extrañada.
-Si, M-Le replico buscando una respuesta.
-Señor, si está es alguna clase de broma me temo que tiene que irse-Le dijo con un tono molesto y serio.
-¿Una broma? No sé de qué me habla señorita, esto es un tema muy serio- Le dijo con una leve sonrisa y tratando de mantener la compostura.
-Me temo que tendré que llamar a seguridad-Tomo el teléfono que se encontró a lado y comenzó a marcar unos números cualquiera-¿Seguridad? Hay un intruso en el edificio-Dejo el teléfono celular en dónde estaba y se dirigió a el con una mirada fría.
Poco tiempo fue el que transcurrió cuando dos hombres tomaron a W por la fuerza, este empezó a jalonearse buscando la forma de escapar de esos grandulones, pero para su mala suerte el era demasiado flacucho y su fuerza no les provocaba más que cosquillas.
-¡Sueltenme! ¡Sueltenme!-Replico con desesperación pero fue ignorado.
Estos dos grandes tipos lo arrastraron por todo el edificio hasta la salida. Lo aventaron fuera del lugar y el no podía estar más sorprendido.
"Las personas reales son unas insensibles"
El mundo de dónde originalmente venía W era un lugar muy limitado, así que para el la mayoría de cosas eran distintas o nuevas, eso le traería problemas.
El cielo se torno de un azul oscuro, la luna se asomo y el viento comenzó a soplar. No tenía ni un lugar para quedarse, dormiría en la calle.
W se percató que a lo lejos había unos bultos negros, tenía tanto frío y estaba tan cansado que se dirigió ahí rápidamente, con la esperanza de que fuera un lugar medianamente decente en dónde pudiera pasar la noche. Pero no era nada parecido a ello.
Estaba frente a un basurero, algo jamás visto, ni siquiera sabía que era.
"Okey, okey, luce... Esponjoso, se ve cómodo" se abalanzó a ella y al momento de caer sintió un líquido en su espalda, provenía de las bolsas. Se levantó rápidamente y comenzó a sacudirse, el olor era algo increíble, estaba totalmente asqueado.
-¡Esto es repugnante!-
Se tiró al suelo totalmente derrotado, sin esperanzas, con frío y sueño, estaba realmente cansado de estar en ese lugar.
La humedad del suelo, el frío de la noche y ese repugnante olor no impidieron que este cayera rendido y se sumergiera en un profundo sueño.
-¡Demonios! Maldito vagabundo, alejate de la basura.
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Imaginario
RomanceW vive en la imaginación de M, su creadora que sueña con el como "su novio ideal". Sin embargo W es consciente que su existencia no es ni mas ni menos que una farsa y que el no es real. Por algún motivo logra salir de la imaginación de M al mundo r...