Imaginario

4- De nuevo

W tenia justo enfrente a la mujer que lo mantuvo cautivo en el fondo de su imaginación; Mientras con palabras vacías hablaba sobre "amor"; El amor que él se supone debería sentir por ella, pero que sin embargo no sentía, tal vez ni siquiera sabía que era el amor, pero él sabía exactamente lo que no era amar, puesto que había estado viviendo con un amor falso desde el inicio desde existencia.

—¿Amarte? — Dijo en voz baja.
La mujer levanto la cabeza para mirarlo fijamente aun con lágrimas en los ojos y desbordándose por sus mejillas le dio una pequeña sonrisa.

—Si. Tú me amas— La mujer que creía que tenía toda la razón exclamo sin piedad una vez más la palabra que tanto confundía a W —Te he estado esperando desde hace tanto tiempo... W.

—¿Esperando? ¿Cómo? ¿Cuándo? ¿Por qué? — Dijo con gran sorpresa.

—Todos los días y noches rezaba para que pudieras aparecer justo enfrente de mi... justo como ahora— Le dijo mientras lo miraba fijamente—Así que... tú has venido aquí porque me amas. No hay ningún otro motivo, yo soy tu todo y tú eres el mío.

—¿Mi único propósito es amarte? — La mirada en sus ojos se comenzó a cristalizar.
—¿Deberías tener algún otro? — Dijo mientras se secaba las lágrimas y se levantaba del suelo.

—Todos tienen uno, las personas los tienen— Reprocho en voz baja mientras se esforzaba para que su voz no se quebrara.
—¿Las personas? — Lo miro fríamente—W, tú no eres una persona.

Exactamente fueron seis palabras que en menos de 7 segundos se le clavo en lo profundo de su corazón, como una bala que estaba destinada a matarlo, perforando todas sus entrañas para dejarlo en la agonía eterna que le concedía el no poder ser llamado "persona".

Ser una persona ni siquiera era tan importante para él, pero el hecho de que no se le podía permitir tener un propósito, un sueño o una aspiración por el simple hecho de no serlo, era lo suficientemente doloroso para querer desaparecer.

La primer lagrima se deslizo por su mejilla.

—No llores, no ser una persona está bien, puedes solo ser W, mi W— Le dijo mientras se acercaba para abrazarlo—Bienvenido.

No quería ser bienvenido, ya no quería estar en ese lugar; Ya no tenía sentido permanecer en el otro lado de la realidad. Pero se negaba a volver a su lado, ni siquiera sabía si podía escapar o si debería intentarlo, aun si lograra escapar de ella no tendría un lugar a donde ir, era un simple invitado, mejor dicho, era un intruso en ese lugar.

—Ven conmigo— exclamo sin pudor alguno y con una sonrisa mientras lo sostenía en sus brazos.

—Está bien— W se resignó a decir sabiendo que no tenía escapatoria ni forma de volver al otro lado.

—Soy Mia— Dijo mientras se separaba de su cuerpo y lo tomaba de la mano para guiarlo a la salida del edificio.

—Okey— Ni siquiera le interesaba saber cuál era su verdadero nombre —Te llamare Mia entonces.

—¡ALLEEEEEEEEEEEEEEN! ¡MALDITO LOCO! ¡TE ENCONTRE— Derian grito desde la distancia —ESOS MALDITOS SE DIERON CUENTA ¡CORREEEEEEE!

—¿Qué? — Mia dijo sorprendida —¿Quién es ese loco? ¿Quién diablos es Allen?

—Soy yo— Dijo mientras soltaba su mano.
Derian se acercó lo suficiente como para tomarlo de la mano y arrastrarlo hacia la salida.

Los guardias de los que anteriormente se habían logrado escapar se dieron cuenta de su presencia irregular y fueron tras ellos.
Derian y W corrían tan rápido como podían hacia la salida dejando atrás a Mia que estaba petrificada.