3- ¿W?

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La mañana estaba llegando, la luz del día comenzó a iluminar el departamento de policía y el sol pegaba en sus rostros. Estaban acostados en el suelo después de una no tan placentera noche. W y Derian apenas y estaban medio consientes, pues acababan de despertar.

—¡Ajem! —El viejo policía se acercó a la celda, para intentar despertarlos–Jóvenes ya cumplieron su "sentencia" de 13 horas, son las 10:00 a.m. en punto –Buenos días señoritos, se cumplió su tiempo en prisión ¿Reflexionaron o prefieren pasar 2 horas más por aquí? –Los miro fijamente.

—¡Claro oficial! Mi amigo y yo ya hicimos las paces ¿Verdad Allen? —Miro a "Allen" con ojos alegres, aunque internamente decían algo como "dices que no y te mato".

—¿Quién Allen? – W estaba confundido, cosa que se volvió común desde que llego al plano real—JA! ¡JA! ¡JA! ¡Tú siempre tan bromista!, ¡Tú por supuesto!

—Ah ¡SI! – El oficial los miro sorprendido de ver a dos seres tan estúpidos y tan raros –Los chavos de hoy en día—Miro al suelo en signo de decepción mientras sacaba las llaves de la bolsa de su pantalón para abrir la reja—Ya váyanse por favor y no vuelvan más, son un dolor en el culo, sus padres no estarán para nada orgullosos de ustedes, engendros.

Dorian tomo a W del hombro como si fueran amigos de toda la vida, le dio una ligera sonrisa y lo jalo hacia afuera de la reja, sin siquiera mirar atrás fue a pasos apresurados a la puerta de salida, con W en una mano y la otra en la cintura, actuó casual. Salió de la estación de policías y siguió caminando con una sonrisa de oreja a oreja mientras miraba a W.

Creo que le caigo bien Pensó W, no podía estar más equivocado.

Cuando estaban lo suficientemente lejos de la estación como para ser vistos Dorian soltó su hombro y su expresión cambio totalmente a la de un delincuente y los ojos que hasta hace un momento irradiaban la magia de la amistad pasaron a un "te matare". W trago saliva, lo que venía no era algo precisamente bueno, él sabía que confiar en él no era una opción. Lentamente se empezaba a alejar.

—Antes de que intentes huir... ¿Quién diablos eres?

W trago saliva, pues ni el mismo sabio quién era el, como si W fuera un nombre y si tan si quiera tenía 18 o en donde vivía, él no sabía absolutamente nada. Estaba perdido.

—¿No vas a contestar? —Volteo hacia donde se encontraba y lo miro fijamente a los ojos tratando de sacarle la verdad

—No lo sé—Esquivo la mirada de este y se quedó viendo a la pared, esperando que con esa respuesta le bastara cosa que evidentemente no funcionaria.

—Bueno... Yo te quería ayudar dándote un poco de información, pero puedo notar que no te interesa mucho—Giro la cabeza al lado contrario mientras dibujaba una pequeña sonrisa.

—¡¡¿ME QUIERES AYUDAR?!!—W cayo directo—Si es así, te puedo dar algo de información...

—¡¡CLARO!!—Le volvió a clavar la mirada y la sonrisa de antes se transformó en una aún más grande—Podemos empezar con tu identidad, ya se tu nombre y edad, así que me resta saber tu lugar de origen, así que dime, ¿De dónde vienes?

W no sabía que excusa dar, si decía la verdad por obvias razones no le creería, pero tampoco podía inventar un lugar aleatorio, no conocía ni un solo lugar, ¿Qué más podría decir? ¿Decir la verdad si quiera una opción? ¿Fingir demencia?

—Es que... Es que no lo sé— Decidió fingir demencia, no arriesgaría más —Yo realmente no lo sé... solo recuerdo mi nombre y mi edad.

Derian quedo boquiabierto ¿Él estaba diciendo la verdad?

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