Ahogado • Ennead •

05

- Dijiste algo?

- ... Eh?

Sin darme cuenta ya era casi de noche y al costado mio estaba el señor Seth mirándome extrañado.

- "¿Cuando se puso a mi lado?"

- Antes dijiste a la mierda los dioses - Seth repitiendo lo escuchado anteriormente miro el cielo relajado - ¿Acaso te mandaste a la mierda a ti mismo?

El albino avergonzado trato de excuzarse, pero solo logro tartamudear e inconscientemente hacer reír al pelirrojo

Se podría considerar esta una hermosa escena de dos seres conversando muy amistosamente

Pero estos dos seres al encontrarse tan relajados no se dieron cuenta que alguien los vigilaba entre lo mas alto de las palmeras

- Ven, ya nos vamos - El pelirrojo levantándose hizo otra vez dos serpientes de arena mientras el albino miraba tranquilo las palmeras del lugar- Uhm? Paso algo?

- Ah? No no jeje - Levantándose rápido corrio y se subió sobre una serpiente facilmente - Pensé que había visto algo, pero solo era un ave

Seth sin tomarle importancia alzo los hombros y se subió de un salto a la serpiente, llendose ahora del lugar mientras charlaban los dos dioses de cosas triviales

Mientras tanto, en un lugar algo lejano un semidios de tes morena se encontraba recostado en un angarib con una sonrisa, al mismo tiempo que jugaba con una de sus afiladas plumas

- Te encontre - Regresando aquella pluma a sus enormes alas río bajo, para luego levantarse y caminar lentamente hasta el centro de su habitacion, donde había un bajo pilar con una bola brillante amarrada de pequeñas cadenas doradas - Pronto regresarás tío

Admirando aquella bola brillar con mas fuerza trato de tocarla por lo atrayente que era, pero ni bien sus dedos la rozaron una fuerte onda lo aparto rapidamente

Permaneciendo en silencio unos segundos miro sus dedos, logrando así sacarle una risa suavemente al notar pequeños rasguños

Dignandose a no repetir aquella acción relajo su rostro mientras se retiraba tranquilamente de la habitacion

'Pronto regresarás a tu hogar'

Desapareciendo ahora dejo al costado del bajo pilar una pequeña y delgada pluma que adornada aquella habitación vacía, donde el único sonido que se emitía era del aire pasar por las ventanas

•

Siguiendo con el pelirrojo y el albino, estos dos estaban ya en su hogar, un pueblo ubicado en el norte, donde su arena era tan blanca como el algodón, dándole así una apariencia al lugar muy calmado y relajante

Los habitantes del lugar no seguían ninguna religión ni creían en los dioses, o mas bien no los beneraban, por lo cual fueron abandonados a su suerte y ellos con esfuerzo y lagrimas tuvieron que construir sus propias cosechas y casas, esto también ayudo mucho a cuando Seth, el conocido rey de la guerra que fue exiliado pudiera acoplarse facilmente, ya que la gente del lugar no lo juzgo ya que no fueron afectados por sus matanzas, pero si que lo obligaron a que cooperara con las construcciones si quería vivir con ellos

Todos ellos se caracterizaban en su apariencia por ser pálidos y de ojos azules, con cabellos rizados y negros

Muy extraño para algunos que no los conocieran

- Señor Seth, que tal si cenamos algo? - El albino emocionado se acerco y abrazo al pelirrojo, quien como un gato le arañó y se aparto - Eso dolio

- Cuando te di permiso de abrazarme? - Mirandolo como si no hubiera hecho nada malo gruñó - Aparte no tengo hambre