La tensión se podía sentir en cada rincón, siendo aumentando por cada tambor que resonaba en aquel lugar.
Los dioses en silencio solo observaban ansiosos la gran puerta, esperando la llegada de aquel hombre que botaron una vez.
Algunos temerosos, curiosos o hasta extasiados.
Que mas se podia esperar, estamos hablando del Dios de la guerra.
El Dios mas odiadio, y el que siempre ganara si es un uno contra uno.
El Dios que mato a miles de mujeres y niños, que encerró a su esposa y desprecio a su hizo.
El mismo Dios que ahora vivía tranquilamente en un pequeño pueblo a las afueras del reino sin causar alborotos.
El mismo Dios que solo regresa a ese calabozo por ver una vez mas a su hijo.
De ese Dios hablamos.
- Ya estan aquí - Isis mirando fijamente desde lo mas alto la enorme puerta noto una rojiza cabellera junto a otra blanca acercarse lentamente desde lo lejos - Llegaron.
Los murmullos no se hicieron esperar, la mayoría se preguntaba si ahora era un simple semidios, puesto que su presencia divina no se habia presentado en el lugar al entrar, a penas y se habían sentido dos auras con algo de poder.
- Entonces es cierto de que ahora es devil.
- Parece que ya no es digno de su titulo.
Pequeñas risas comenzaron a sonar a los alrededores, los murmullos ahora eran charlas que rapidamente aumentaban de volumen ocasionando algo de alboroto en el lugar.
Todo mientras Seth caminaba con la cabeza en alto entre el gran campo de arena sin siquiera pestañear.
Isis con los brazos en cada lado observaba seria aquel espectáculo sin ninguna intención de meterse hasta que sintió como a su lado su hijo se preparaba para levantarse de su asiento.
- Horus, dijiste que te quedarías aca - Con el entrecejo marcado lo observo - Ni se te ocurra ir.
Su hijo solo lo observo con claras intenciones de refutar, pero al final solo giro su cabeza para quedarse quieto nuevamente entre todos esos balbuceos llenos de risas.
Isis sabia muy bien que no debía de cegarse por las emociones, pero sabia también muy bien que estas son demasiado peligrosas e impulsivas cuando llegaban a su limite y explotaban.
- SILENCIO
Un fuerte sonido habia resonado en todo el templo junto a una gran cantidad de arena que habia golpeado los rostros de los que hablaban y reian a todo volumen.
Los presentes que habían recibido el golpe se habían tapado el rostro, aunque para muchos había sido demasiado tarde.
-Pero que!?
Muchos extrañados trataron de ver algo entre la arena esparcida en el aire, pero siendo algo casi imposible tuvieron que esperar a fuerza a que esta bajara para por fin divisar en medio de todo el campo una superficie alta con un pelirrojo y un peliblanco parados en ella.
Varios ofendidos al darse cuenta que el antiguo Rey de Egipto los habia humillado de tal forma iban a lanzarse hacia el, pero de un momento a otro varias estatuas de arena habían aparecido rodeando aquella alta supercifie.
- Que no se les olvide que alguna vez fui el rey de este lugar - Hablo por fin Seth firme y claro, siendo escuchado por todos los rincones - Reconozcan su lugar.
Al terminar de decir eso se pudo divisar como algunos dioses sentados en lo mas alto reian en secreto de las caras absurdas y enojadas que ponían los dioses y semidioses mas bajos.
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Ahogado • Ennead •
RandomSeth, el dios de la guerra por fin vive tranquilamente luego de concluir su castigo ... pero por obras del destino deberá regresar a aquel lugar que lo mancho y destrozó totalmente - ¡Que el destino se valla a la mierda! ¡Si digo no es NO, es una o...