Un mundo en donde todo lo imposible es posible. Un mundo en donde nadie se apiada de nadie. Un mundo en donde Tord y Tom están asociados y no sólo como traficantes y vendedores de mercancía ilegal. Si no como amantes.
[...]
- ¿Qué haremos cuando se...
Se encontraban afuera de la nueva casa, Tord quería decir algo como: "Que bonita casa" o tal vez un "Que bien les ha ido", pero sentía que ya no pertenecía ahí. Que ya no tenía el derecho de hablar después todo.
- Entremos. - Comentó el de cuencas.
- Tom, espera. - Lo detuvo sosteniendo su brazo, Tom se limitó a suspirar.
- ¿Qué pasa?. - Estaba confundido, no sabía que le pasaba pero a la vez se daba una idea.
- Tengo miedo. -
De fondo se escuchaba el sonido de las aves al cantar, un hedor a césped húmedo y la luz del sol en la mañana los alumbraba.
Ninguno quería decir nada, se conformaban con silencio. Un silencio no incómodo, que calma. Los dos necesitaban ese silencio desde hace tanto tiempo. Pero era hora de que se acabe.
- Estarás bien. Ellos son tus amigos. - Se acercó a él y lo tomó de la mano. Ahora los dos sentían tranquilidad. Como si nada pudiese arruinarlo ahora. El soldado lo miró por un momento, pero ya se encontraban en la puerta.
"Knock knock." Se escuchó.
Y adentro las voces. "Abre tú, yo estoy ocupado." "Enseguida voy."
La puerta iba abriéndose lentamente. Aumentaba la tensión y los nervios del mayor. Y esto se transmitió al otro, que estaba esperando la respuesta de sus otros dos amigos.
- ¿Diga?. - Ya no había vuelta atrás.
- ¡Sorpresa! Jaja... - Los ojos de Edd se cristalizaron. Esto preocupó al noruego. Quien iba directo a abrazarlo, pero esto lo enfureció.
- ¿¡Así que vuelves así como así!? - Lágrimas caían cómo hojas secas en el otoño de sus mejillas. - ¿¡Cómo se que no nos traicionaras de nuevo!? -
- Edd, tienes que confiar en mí, volví porque estoy arrepentido. - Aclaró. - Lo lamento tanto, les ruego que me den una segunda oportunidad... Porfavor. -
Edd se limpió las lágrimas y les invitó a pasar. El ambiente era tenso e incómodo.
Matt apenas vió a Tord entrar se enfureció y le pegó un golpe en el ojo, como le había hecho Tord a el cuando los había traicionado. Por suerte Edd y Tom lo calmaron.
Ahora Edd y Tord se encontraban hablando en el sofá y Tom en la cocina hablando con Matt.
- Tom, no entiendo que hace aquí, ¿no nos traicionara de nuevo verdad? - Preguntó Matt mientras mordía sus uñas y la piel que las rodeaba a estas.
Tom sacó su licorera y tragó seco, para luego cerrar los ojos con fuerza debido a un dolor de cabeza bastante extraño y doloroso.
- Te encuentras... -
- Estoy bien, solo es un dolor de cabeza. - Se alejó rumbo al baño, cerró la puerta con brusquedad, la bloqueo con seguro, aunque esto le costó ya que estaba temblando mucho.
Abrió el botiquín que se encontraba allí y sacó una cantidad grande aspirinas, tomándolas todas de una.
Empezó a ver como todo se deformaba, sudaba frío y las náuseas no tardaron en llegar.
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Veía como todo se derrumbaba, se cayó al suelo y se sostuvo del inodoro, para luego levantar la tapa de este y comenzar a vomitar un liquido negro.
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- Edd... Ayuda. - Fue lo último que dijo para después desmayarse con los ojos en blanco.
