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Matthew Gellert Grindelwald el heredero del mago de la muerte se une a Hogwarts. ¿Por qué Grindelwald tendría un heredero? ¿Cómo es siquiera posible? ¿Acaso planea algo este mago? ¿Cambiará el futuro de Harry Potter?
Solo puedo decir que nadie es...
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Las grandes puertas se abrieron frente a todos los alumnos de primer año. Sus caras se iluminaron, comenzaron a acanzar por entre las largas y grandes mesas del lugar. Había muchos más alumnos y todos estaban o mirando a los nuevos, o los ignoraban mientras charlaban entre amigos.
—El techo no es real, esta encantado para parecerse al cielo nocturno, lo se por que leí la Historia de Hogwarts —dijo una voz de niña detrás suyo, mientras seguían a la profesora, no se giro solo porque quería seguir viendo el impresionante cielo.
Sentía muchas miradas de todo el gran comedor y era algo incómodo, pero no arruinó lo impresionante que era hasta ahora la escuela.
Al llegar al frente de todas las mesas, había una silla con un sombrero viejo encima, la profesora McGonagall les detuvo el paso e hizo que formaran dos filas. Y luego de una canción del sombrero que parecía estar vivo volvió a hablar la profesora.
—Cuándo diga su nombre, pasarán al frente, les pondré el sombrero seleccionador y sabrán cuál es su casa —explico
—¡Solo hay que ponerse el sombrero! —dijo Ron a sus espaldas
—¡Abbott, Hannah! —gritó McGonagall pero Matthew no prestaba atención solo escuchó que el sombrero gritó HUFFLEPUFF y llamó al siguiente niño —¡Bones, Susan! —quién también fue seleccionada en HUFFLEPUFF
—¿En que casa creen quedar? —dijo Harry mientras los niños seguían pasando
—Supongo que en Gryffindor, toda mi familia han estado ahí —le respondió Ron
—¿Todos? —quiso saber Matthew
—Sí, todos mis hermanos e incluso mis padres
—¡Granger, Hermoine! —una niña castaña de pelo alborotado paso
El sombrero gritó GRYFFINDOR y los aplausos se escucharon, igual que antes, aunque Ron rodó los ojos y Matthew estaba aburriendose.
Se giro una vez más, dejando de mirar el gran salón, cuando escucho —¡Potter, Harry! —y este pasó al frente.
Tardo un poco más que otros pero al final el sombrero gritó GRYFFINDOR y la mesa de la casa estalló en gritos y aplausos. Un par de chicos pelirrojos iguales se levantaron gritando ¡Tenemos a Potter! Varias veces, era algo tonto pero parecía darle gracia a más de uno.
Alguien lo tomó del hombro haciendo que se girara, encontrando a un chico detrás suyo.
