02

282 43 8
                                    

» ──── ≪•◦ ♡ ◦•≫ ──── «

Decir a que sabe el chocolate despues de meses sin probarlo era como describir un sueño erótico, porque Kai a pesar de no comer muchos dulces amaba no comer algo agrio, salado o desabrido, y ver la expresión de su hermanita no tenía precio, porque ella cerraba los ojos gustosa del sabor y daba un sonido desde la garganta mostrando su fascinación. Su madre también prueba un poco dejando que ellos coman primero, porque la señora quiere ver felices a sus hijos, pero no es lo mismo con el señor que tan pronto huele el dulce ya está quitándole a Kai su parte. Pero a Kai no le molesta, sabe que su pobre padre pocas veces puede disfrutar de algo, así que verlo de buen humor es su prioridad, así no alzara la voz y no le gritara a cualquiera que pase enfrente.

El día siempre pasa rápido, entre los estudios de su hermana menor y la ayuda que le brinda a su madre en la casa lo cansa suficiente para ofrecerle a su padre que vayan a bañarse al centro de la ciudad, pero él se niega diciendo que se bañara en casa, eso le molesta a Kai, porque la poca agua que recibe su pequeña casa es para su madre y hermana que necesitan mantenerse limpias para que, si se llegan a lastimar, la herida no se infecte. Pero no le queda de otra más que aceptar lo que su padre dicte e irse solo en medio de la noche.

No tiene miedo, porque sabe defenderse y porque ya tiene quince años, la edad suficiente para aprender a depender solo y cuidar a la familia que ahora tiene. Cuando llega al lugar hay gente buscándolo, quieren lo de siempre pero él no está dispuesto a vender nada esa noche, porque quiere solo olvidar que es un buscador y revendedor, porque quiere solo bañarse y dejar de ser sucio.

Para cuando regresa a casa ya todos están dormidos, aunque no lo parezca los días siempre son cansados para ellos, pero lo es aún más para Kai, sustenta a la familia y reciben muy poco dinero por parte su padre, tanto que solo sirve para un par de cosas en la despensa fáciles de conseguir. Pero el señor sabe eso, sabe que su hijo es quien lo mantiene a flote en esa crisis, por eso está orgulloso y espera un buen futuro para él, por eso le busca esposa cada que puede y por eso espera que su nieto nazca de una preciosa mujer, y Kai sabe todo eso, sabe de los planes de su padre y no se opone a ello, porque lo respeta y de vez en cuando le teme, porque ha sido más de una vez que recibió un golpe por no hacer lo que esperan de él, fue más de una vez que su labio sangro por una mala respuesta al señor, más de una vez que un segundo golpe más fuerte que el primero se estampo contra su cuerpo cuando un par de lágrimas se le escaparon, porque el miedo lleva al respeto.

Si termina el día de Kai, llegando a su casa despues de caminar bastante, tanto que le hace dudar si vale la pena bañarse porque igual terminara sudando y con tierra al acostarse en la cama, pero es inútil quejarse, porque no tiene otra manera de hacerlo y de nada le servirá decirlo frente a sus padres, ellos nunca le han resuelto nada desde los once así que para él es normal.

A la mañana siguiente es una repetición del día anterior, se despierta cuando aún no ha salido el sol y se pone la ropa más cómoda para caminar entre escombros (y cadáveres) y vuelve a usar los mismos zapatos viejos de siempre, su cubre bocas lo espera en la mesa de la casa estando listo para salir, cuando cree que ya nada le falta sale sin ánimos de caminar o de vivir, porque a esa hora le encantaría estar dormido como sus padres o hermana, pero debe irse temprano si quiere aprovechar el día. En esos momentos, patinando sobre las viejas calles de la ciudad, ocurre lo único hermoso que no les han podido quitar; el amanecer, HueningKai ama como el cielo se va aclarando y el aire huele a fresco porque el sol comienza a calentar, ama como poco a poco todo cambia y las calles dejan de ser oscuras, es algo que casi nadie en la ciudad ve pero que antes lo hacían, antes de que estallara la guerra.

Sucio  ⵢ sookaiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora