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Podría Taehyung decir que era una cena como las demás pero no, aquí estaba el pánico, miedo constante de que un Jungkook fuera visto, si llegaba a pasar estaba acabado.

¿Quién de los dos?

—Entonces así fue como SeokJin y yo la pasamos en Jeju.—Jisoo como de costumbre tomaba el brazo de su marido mientras charlaba de su luna de miel hace dos años.—Me gustaría volver a ir, ¿Qué opinas, cariño?—Le regaló una sonrisilla diciendo por favor y unos ojos de cachorro que brillaban con amor.—Me gustaría repetir esos días.

—Y a mi me encantaría, en serio pero...—Rebuscó en su cabeza una pequeña excusa.—Pero el abuelo nos necesita, ya sabes, la caza.

—¿Qué dices muchacho?, todos necesitamos un descanso de vez en cuando.—Mencionó mientras terminaba de cortar unos últimos pedazos de carne en su plato.—Jisoo-ssi, deberías hablarlo más con él y decirme la fecha para así tener listo a Taehyung y poder darle sus vacaciomes merecidas a Seokjin, lo mismo va para ti Namjoo.

Los mencionados solo asintieron en silencio.

Casi se le atoraba un guisante al pobre Taehyung.

—¿Listo para qué, abuelo?—Le miró con los ojos bien abiertos.—Si se podría saber.—Temeroso habló.

—Listo para hacer lo mismo que tus hermanos, llevarte de caza cuando sea necesario y no solo de vez en cuando. A tu edad ellos ya habían hecho eso y más.

Taehyung se estaba frustrado, ¿qué necesidad de tener una familia que se la pasaba tirando indirectas hacia los demás? El comprendía que su abuelo era un chupamedias de las esposas de sus hermanos. Si ellas decían "quiero esto" él automáticamente agregaba espacio en las agendas de sus hermanos, simplemente no entendía, era un coñazo tener que escucharlos compararle con sus mayores siempre.

No quedaba más que respirar profundo y seguir escuchando.

La cena no solía durar tanto pero al parecer todo se volvió una competencia para HyeJin y Jisoo a la hora del postre.

Ambas tortas fueron traídas por las sirvientas y depositas frente a el abuelo que estaba que se las comía con los ojos, ambas jóvenes sabían como ganarse a ese anciano.

Antes de que las mujeres empezaran a cortar los pasteles las chicas ya estaba saltando a por el cuchillo para personalmente darle una rebanada a los demás y principalmente a sus esposos.

Como siempre HyeJin se le adelantó a la pelinegra y comenzó a dar rebanadas por orden, Taehyung le negó amablemente la rebanada del pastel de zarzamora ya que no era su favorito así que esperaba a Jisoo con una rebanada de pastel de fresa, la recibió con corazones en los ojos.

A él le agradaba Jisoo, no era tan frívola como HyeJin y al menos trataba de hablar con él, y sí, la mayoría del tiempo le hablaba de los libros que le gustaban y aunque Taehyung solo tenía en común la literatura con ella, el solo hablar con alguien más le hacía más amena su visita.

Por otra parte, HyeJin siempre rondaba a Namjoon, casi no lo dejaba despegarse de su lado.

Namjoon quería ir a charlar con Seokjin, HyeJin estaba ahí.

Namjoon estaba en la cocina hablando con sus hermanos, su esposa estaba ahí.

Por eso mismo no hablaba mucho con ella, además de que desde que la conocía tenía una cara de pocos amigos cuando lo veía.

Estaba en paz disfrutando de su postre hasta que la morena preguntó por la caza de esa semana y se tensó todo en él en ese instante.

Para su fortuna el peligris tomó la palabra salvandole el trasero

—La pasamos bien, fue algo nuevo para Taehyungie pero hizo su mejor esfuerzo  ¿no crees Seokjin?—Gracias a el cielo Namjoon se le adelantó a su abuelo pero aún así no se quedó con la boca cerrada.

El castaño apenas daba indicios de contestarle cuando-

—¿Esfuerzo?—Se rió fuerte mientras todos los demás solo lo observaban.—Fue una situación más que humillante el como nos arruinó la caza, ¿por qué mentir? Si lo único que causó fue espantar a la mercancía con su irreverente insolecia.—Con un golpe a la mesa el silencio se volvió mortal. Los ojos puestos en Taehyung le quemaban a cien soles por hora.

Una pequeña risilla salió de los labios de HyeJin, risa que cubrió apenas con su mano.

Taehyung miraba a su madre en busca de apoyo pero al perecer no obtendría nada al no ser visto en ningún momento.

No era la primera vez que su mamá se quedaba callada, desde que su padre había fallecido nadie podía negarle o reprocharle nada a el anciano, no es como que sus hermanos o él alguna vez trataron de faltarle el respeto, solo que se hacía lo que él quería en la casa y está de menos decir que tanto Seokjin como Namjoon siempre fueron muy obedientes y capaces de acatar las ordenes del abuelo, al contrario de Taehyung que aunque siempre se mostró un poco torpe ante la constante presión daba lo mejor de sí para no hacer -o tratar de no hacer- enojar a su abuelo.

Que jodido.

No tuvo más opción que agachar la cabeza y seguir recibiendo regaños hasta que Seokjin lo salvó de esa incómoda y deplorable situación.

¿Siempre sería así?

Tal vez no era tan cercano a sus hermanos como antes pero no era nada nuevo el ser salvado por ellos, a veces pensaba en como cuando eran más chicos y su abuelo lo dejaba sin cena Seokjin les cocinaba tanto a él como a Namjoon, el último por gula y por que a Taehyung no le gustaba comer solo.

Deseaba volver el tiempo atrás, pero por ahora quedaba la añoranza.

Cuando el abuelo se calmó y empezó a comer los demás pudieron hacerlo, a Taehyung ya ni siquiera se le antojaba su postre de fresas.

Al poco rato todos volvieron a charlar como si no lo hubieran humillado minutos antes, quisiera él ser como el resto de su familia pero ya era costumbre ese tipo de escenas durante las cenas, las comidas y los desayunos.

Pero para Taehyung siempre se sentía como la primera vez.

Lo único que lo mantenía un poco animado era el que escondió unas galletas en sus bolsillos, tal vez las podría compartir con Jungkook, debía de estar hambriento.

°•°•

Cuando el reloj dio las once las parejas se fueron ya que había un gran recorrido por hacer para llegar a sus casas, al despedirse Taehyung casi corrió las escaleras para llegar a su habitación.

—Jungkook, espero te gusten las galletas de avena por que aqu-

La hada no estaba donde la había dejado, ¿será que había ya podía volar?

—¿Jungkook II?—Aún confundido miró a todas partes desde la entrada de la habitación.

Buscó por todas partes hasta que una corriente de aire le erizó la piel, la ventana estaba abierta.

El pelinegro supo inmediatamente lo que significaba y era de esperarse ¿por qué se habría quedado a su espera?, tenía un lugar al cual llamar hogar y eso era justo lo que le envidiaba ahora a la hadilla.

Tenía unas hermosas alas que le permitían escapar de donde no quería estar.

Tal vez solo sentía celos de Jungkook y su maravillosa forma de huir de un lugar tan espantoso como su casa.

Un suspiro y una sonrisa cansada le hicieron a Taehyung caer rendido en su cama cuando de pronto se sintió triste, su sonrisa se fue aflojando hasta caer en un puchero ligero, se hizo bolita entre sus mantas y trató de conciliar el sueño.

Esperaba que Jungkook llegara sano y salvo a su casa.

°•°•

Espero les esté gustando, me gustaría comentar que trabajo y el tiempo se me va volando.
Pero más que nadie ansío subir capítulos!!!

—Soft.

༉‧₊˚ʚ My Fairy • VKook ɞ ༉‧₊˚Donde viven las historias. Descúbrelo ahora