El novio de Ichiji [KataIchi]

Capítulo uno

La película que sus hermanos habían puesto iba por lo menos a la mitad, o al menos para el pelirrojo parecía no acabar pronto, su pierna derecha se movía inquieta mientras miraba por el rabillo del ojo a su rubio hermano masajear la cabeza de Roronoa.

— ¿Qué pasa? —Escuchó a Sanji preguntar mientras Roronoa le susurraba algo en el oído haciendo reír a su hermano—. Es la puerta que esta al fondo —Zoro asintió poniéndose de pie para caminar a lo que Ichiji sabía que era el baño, no podía perder esa oportunidad, así que también se levantó.

Dudo un poco, ¿Se vería sospechoso salir al mismo tiempo que Roronoa? Además, ¿Qué le diría?

— No eres invisible pelirrojo —Gruño Yonji mientras le daba una ligera patada en los pies para que se quitará, Ichiji chasqueo la lengua con molestia, regresando la patada, aunque con un poco más de fuerza.

— Iré por algo de beber —Informó al menor de sus hermanos, el cual levanto una ceja confundido mientras metía un puñado de palomitas a su boca.

— ¿Huh? No pregunte a donde ibas, solo mueve tu trasero de la pantalla —El pelirrojo puso los ojos en blanco por los asquerosos modales que podían tener sus hermanos, y salió de la sala de estar hacia la cocina, esperando a que Roronoa saliera del baño.

No tuvo que esperar mucho cuando el peliverde apareció en su vista, tomándolo del cuello de la camisa lo empujó hacia la cocina.

— ¿Qué mierda? —Gruño el peliverde confundido por el repentino ataque el pelirrojo—. ¿Qué significa esto?

— ¿Dónde nos viste? —Una de las finas cejas de Zoro se levantó confundido—. ¿Dónde me viste agarrado de la mano con alguien? Responde.

— ¿Eso de verdad importa ahora? No sabía que el viejo no estaba enterado de eso —Soltó una risilla que rápidamente fue callada cuando sintiendo que el agarre del pelirrojo se hizo más fuerte—. Ey imbécil, ¿Qué diablos te molesta? —Imitó la acción del pelirrojo, tomándolo del cuello de su camisa con fuerza—. ¿No hiciste lo mismo con el cocinero?

— ¿Lo hiciste a propósito? —Una sonrisa maliciosa apareció en el rostro del peliverde, las peculiares cejas de Ichiji se fruncieron con molestia mientras apretaba el puño para estamparlo contra el moreno rostro de Zoro.

— Tal vez —Alzó sus hombros con indiferencia—. Deberías ver el lado bueno, no tienes que esconderte más.

— ¿Qué hacen? —Ambos giraron para ver a Sanji en el marco de la puerta con sus brazos cruzados—. ¿Actuando como hermano celoso, Ichi?

— Por supuesto que no idiota, solamente estábamos teniendo una agradable charla —La mirada de Sanji viajo hacía el agarre agresivo que tenían ambos, rápidamente Ichiji soltó a Zoro, acomodo un poco su ropa cuando el peliverde lo soltó—. Buenas noches.

Ichiji salió rápidamente de la cocina, caminando hacia la habitación que Zeff tenía para él en su casa, se dejó caer en la cama soltando un suspiro con pesadez, miro el blanco techo pensando cómo hacer que su familia olvide la mención de su pareja.

— Maldito Roronoa —Gruño mientras se acomodaba mejor en su cama, quedando profundamente dormido al instante.

El día siguiente había iniciado como normalmente lo haría, los domingos nadie trabajaba, así que era una reunión familiar, con alguien más integrado.

— ¿Todo bien, Ichi? —Preguntó Reiju mientras ponía su delgada mano sobre su hombro, Ichiji reaccionó.

— Un poco de sueño, es todo —Respondió sin algún tipo de expresión en su rostro, comenzando a comer el desayuno que Sanji y Zeff les habían preparado.

— ¿Cuándo crees que pueda venir tu pareja, frambuesa? —Todo el cuerpo del pelirrojo se tensó, dejando caer el tenedor mientras giraba a ver a su abuelo.

— Estoy seguro que en esos momentos Ichiji está pensando él porque el viejo no tiene pérdida de memoria —Niji comenzó a reír, mientras Zeff le lanzaba una mirada amenazante, que evidentemente el menor no le tomaría importancia.

— Tendría que hablarlo con él, es una persona ocupada, así que no me sorprendería que no pueda venir en meses —Respondió, ignorando el acertado comentaría de su hermano, pero Zeff no parecía contento con su respuesta.

— Entonces lo invitaré personalmente, te aseguro que no me dirá que no —Zeff no estaba bromeando y eso Ichiji lo sabía muy bien, rápidamente negó con la cabeza.

— No es necesario, de lo contrario entonces la cena no sería necesaria —El rubio mayor asintió, pero seguía sin parecer convencido.

— Bien —Se puso de pie, y antes de salir de la cocina volteo a verlo—. Entonces lo esperaremos el sábado para la cena, tienes tiempo suficiente para convencerlo o cancelar todas las cosas que lo mantengan ocupado, eres inteligente frambuesa, algo se te ocurrirá.

Cuando Zeff desapareció por la puerta, soltó un suspiro, queriendo enterrar su rostro en los restos de comida que todavía tenía, ¿Esto era lo que había sentido Sanji?

— Eso hermano mío, se llama karma —Dijo Sanji poniéndose de pie para retirar los platos vacíos—. Marimo de mierda, no te quedaste en casa a comer ni dormir gratis, tienes que lavarlos.

— ¿Por qué no nos habías dicho sobre tu pareja, Ichi?

— Es mi vida privada, no debería importarle a nadie —Volteó a ver a Reiju, ella soltó una risita cubriendo sus carnosos labios.

— Somos tu familia, nos importa —Ichiji puso sus ojos en blanco, mientras se ponía de pie para dejar el plato en el fregadero para que su cuñado lo lavara—. Además, hiciste lo mismo con Sanji, ¿No?

— Lo vas a defender porque el bebé llorón es tu hermano favorito, además es diferente, solo quería molestar a Sanji.

— ¿Por qué tan nervioso, un*? —Ambos giraron a ver al peliazul—. Sanji siempre va en contra de las reglas, entendería porque estaba tan nervioso, solo mira a Roronoa.

— Ey —Gruño le peliverde, Niji soltó una carcajada, pero rápidamente se compuso, quería molestar al pelirrojo.

— Dejen de hablar de eso, maldita sea —Todos voltearon a ver a Yonji, que parecía molesto—. No me dejan escuchar el partido, otro día molestan al pelirrojo.

La conversación finalizo ahí, cada quien se metía a su propio mundo, Sanji hablaba con Reiju, Niji, Yonji y Zoro veían el partido en la televisión, en realidad, se llevaban muy bien con el último, incluso a Ichiji le agradaba, pero no lo iba a perdonar tan fácil por meterlo en ese lío.

Tenía que hablarlo seriamente con su pareja.