Si escucha de mi díganle que...
Después de todo, aprendí que no era mi lugar.
No perdí mucho.
Me faltaba saber de sentimientos.
Encontré el punto de partida para poderme soltar.
Entendí que lo poco no era suficiente.
Todo lo que hacía y decía no era coherente.
Y al fin que pude soltar regresa...
Regresan los recuerdos.
Regresan las historias.
Regresa el sentimiento de culpa y dolor.
Que tanto me lastima y mata.
Que tanto termina con mi calma.
Díganle.
Díganle que el sentimiento me mata, me quema.
Que no estoy en disposición de volver a sentirlo.
No quiero volver a apagarlo.
No quiero recordarlo.
Díganle, y no dejen de decirle.