🍒 Capitulo 3

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Yuta, el macho Omega considerado el más rebelde de la familia, y un dolor de cabeza para sus hermanos, sostenía entre sus manos un bate de aluminio para jugar béisbol, mientras gruñia y expulsaba feromonas en su estado de molestia

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Yuta, el macho Omega considerado el más rebelde de la familia, y un dolor de cabeza para sus hermanos, sostenía entre sus manos un bate de aluminio para jugar béisbol, mientras gruñia y expulsaba feromonas en su estado de molestia.

¿Como se atrevían?

-¡Vamos, te reto Alfa de pacotilla! ¡Dile de nuevo gordo feo a mi hermoso bebé gomita!—golpeo la punta del bate en su otra mano, esperando el momento justo para utilizarlo en el cabeza dura de su hermano Yuto.

Arrinconado en la esquina de la habitación, Yuto se encontraba de rodillas, temblando de pánico, por que cuando a Yuta le tocaban las pelotas no había posibilidad de salir ileso.

El Omega tenía una actitud de perra que daba miedo si lo provocas, y eso habían hecho sus hermanos.

Yuzuru, el mayor yacía desmayado en la alfombra de la sala por un golpe con el bate proporcionado por Yuta, y ahora faltaba el segundo alfa tonto que se atrevió a insultar a
su macho.

-Yu- le llamo Taeyong, el alfa gordito estaba sentado en el sofá, comiendo una deliciosa rebanada de postre que Yuta le había preparado. -No es necesario que hagas eso, Yuto hyung ya me pidió disculpa.

El Omega solo así bajo el bate, y Yuto le agradeció con la mirada a Yuta, por que sabía que este era el único que podía controlar a esa bestia.

-Esta bien- Yuta se encogió de hombros, tiro
el bate al alfombrado y se acercó a Taeyong, para darle un rico beso en los labios dulces acausa del postre. —¿Mi gordito bonito, quiere más postre?

El Alfa menor nego, a ese paso iba a rodar.

-No, ya no. Eh decidido controlarme con la comida e iniciar una rutina de ejercicios... bueno, si tu me ayudas también- Taeyong se sonrojo cuando Yuta sujerentemente movía ambas cejas al mismo tiempo.

Era divertido jugar con el Alfa, ya que la mayoría del tiempo se sonrojaba por cualquier insinuación sexual que Yuta le sugería. Y no es como si Taeyong dijera que no a lo que Yuta le decía.

-Bien, lo que mi gordito quiera—, beso una de sus mejillas. —Propongo que a tu rutina se le agregue, dos rondas más de sexo de las que ya tenemos. En total serán seis por día. ¿Te parece?

En la sala se escuchó la caída de un peso muerto, logrado que ambos voltearan a
ver a Yuto desmayado en la alfombra, a un lado de Yuzuru.

Yuta bufo y volvió a poner su total
atención en su gordito.

-¿Y?

Taeyong solo había asentido eufórico, de acuerdo con la proposición de su Omega.

Su Omega.

Yummy [TAEYU]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora