Pasaron alrededor de dos semanas desde aquel incómodo almuerzo en casa de Kurenai, tiempo en el cual, Sasuke no había vuelto a encontrarse con Naruto.
Sin embargo, si estaba al tanto de que al parecer, la sastreria de la señora Chiyo había tenido una repentina subida de ventas debido a las numerosas telas y lanas que habían logrado conseguir. Y aunque no sabía muy bien de donde sacaron el material, si entendía que probablemente el rubio le había estado ayudando a su abuela adoptiva en el local.
En ese transcurso de tiempo, el invierno había comenzado a azotar a la aldea, y como a su tía se le habían ocurrido varias ideas para pasar tiempo de calidad con su hija y su sobrino en aquel mes de diciembre, se vieron obligados a ir a solicitarle a la señora Chiyo la fabricación de abrigos para Kurenai y Mirai, ya que Sasuke aún conservaba el que le había fabricado Naruto.
A pesar de que Sasuke no fuera de las personas que disfrutase de ese tipo de actividades, aquel mes lo toleraría solo por su familia y para disfrutar de la paz que se sentía en Shirakawa-go en aquellas fechas, todo lo contrario a lo que deberían ser las demás civilizaciones de Japón.
--- Buenos días - saludó la mujer pelinegra que llevaba a una sonriente bebé en brazos.
--- ¡Bienvenidos! ¿vienen por sus abrigos? - Chiyos se sintió apenada por esa manera tan apresurada de saludarlos, pero es que aún tenían mucho trabajo encima.
--- Si señora Chiyo.
--- Muy bien, le pediré a Temari que los traiga - dijo la anciana.
Desde el día que Naruto se había marchado con tanta rapidez de su casa, Sasuke quedó con una inexplicable y enorme intriga por saber qué era lo que ocurrían con el rubio, así que no se abstuvo de preguntar:
--- ¿Cómo está Naruto?
Chiyo lo observó con una ligera impresión, pero después le sonrió con ternura.
--- Naruto ha estado muy bien, aunque junto a Temari se han empeñado mucho en ayudarme, así que si no lo has visto por ahí es porque últimamente pasamos la mayor parte del tiempo metidos en el taller - comentó la anciana antes de indicarle a Temari que trajera los abrigos.
--- ¿Usted cree que él tenga unos minutos libres para que podamos hablar? - preguntó algo apenado.
--- Pues aún nos falta mucho trabajo, pero el pobre si se merece un descanso para pasar tiempo con su amigo, así que lo llamaré - la mujer se adentró en el interior del taller para buscar al rubio.
--- ¿Lo vas a invitar a cenar con nosotros? - preguntó Kurenai.
--- Sólo si noto que desea pasar más tiempo conmigo después de la charla que tendremos - dijo Sasuke con completa seriedad.
--- ¿Y quien eres tú para asegurar que iré contigo? - preguntó Naruto con fingida indignidad.
--- Primero saluda muchacho grosero - le regañó Chiyo, mientras Temari le entregaba sus pedidos a Kurenai.
--- Perdón, perdón, buenos días a los tres - se disculpó el rubio.
--- ¿Qué tal Naruto?, espero que todo este atareo no te tenga agotado - dijo Kurenai.
--- No tanto, ya que junto a Temari y la señora Chiyo lo hemos sabido sobrellevar, Dattebayo - admitió despreocupadamente.
--- Es bueno saber que al menos uno de los negocios más emblemáticos de la aldea no se ha ido a la quiebra a pesar de la situación tan terrible - dijo Kurenai con algo de tristeza.
--- Nos enteramos de que su restaurante no ha progresado mucho, cuanto lo sentimos - comentó Temari.
--- No te preocupes, de todas formas no había mucho que pudiésemos hacer ante la escasez de alimento. Además, creo que lo mejor será buscar una nueva perspectiva de trabajo, y he estado considerando comenzar a trabajar fabricando artesanías, ya que desde hace mucho no pongo en practica aquella experiencia adquirida de mi hermana Mikoto - confesó Kurenai con una sonrisa.
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EL DESTINO EN TUS OJOS, EL CAMINO EN MIS PIES | ♡[SASUNARU]♡ |
RomanceEn medio del caos y la tragedia que trajo consigo la segunda guerra mundial en Japón, dos adolescentes sin nada más que la compañía mutua y una pequeña esperanza de vida en sus puros e inocentes corazones, deberán luchar por sobrevivir y no morir e...