Ares empezó a leer:
Ambos arqueros se miraron fijamente en total silencio.
—Dime, chico. ¿Cuál es tu gran arma mágica?—preguntó Apolo sonriendo.
—Eso no es total silencio—interrumpió Hermes.
—¿Y cómo que cuál es su arma mágica?—añadió Apolo—. Literalmente el chico tiene un arco dorado en las manos.
—No es esa clase de arma mágica a la que Apolo se refiere—explicó Brunhild—. Está refiriéndose a algo un poco más... poderoso.
Lester miró incrédulo a la valquiria.
—¿Qué puede ser más poderoso que un arco confeccionado con hilo del destino?
Geir miró a su hermana, y Brunhild sonrió para sí misma.
—Ya lo verán.
—Porque sé muy bien que ese arco definitivamente no lo es, una simple valquiria no tendría acceso al hilo del destino.
—No comprendo qué tienen que ver las valquirias con el arco—reconoció Atenea.
Brunhild siguió sonriendo para sí.
Lester pasó una mano por la cuerda de su arco.
—Me sorprende que hayas reconocido el material—murmuró—. Pero como sea, ella ya está aquí.
—Primero, ¿cómo no voy a reconocer el material de mi propio arco?—preguntó Apolo.
—Y más importante—intervino Lester—. ¿Quién es "ella"?
—En nuestro universo usted no cuenta con este arco, Lord Apolo—explicó Brunhild—. Y sobre quien es ella... por favor sigan con la lectura.
El joven apuntó al cielo con un dedo.
Apolo miró al cielo, para ver la silueta alada de un caballo sobrevolando la arena.
—¿Pegaso?—preguntó Poseidón.
Heimdall se llevó su cuerno a la boca.
—¿¡PEGASO!?
Varios se rieron por la coincidencia, a otros simplemente no les importó.
Desde su lugar, Geir miró al cielo abriendo mucho los ojos al ver la silueta que se alzaba sobre el lomo del legendario corcel.
—Esos lentes...—murmuró.
—Sí, ella es la valquiria más adecuada para Lester—asintió Brunhild—. Capaz de... despertar el poder oculto en él.
—Eso me gusta—dijo Lester—. Me gusta bastante, debo decir.
—¿De que clase de poder estamos hablando?—inquirió Atenea.
—Uno bastante... especial—murmuró Lester, mirando a Apolo.
HIJA DE LOS DIOSES: REGINLEIF
Séptima hermana valquiria.
—Sí, definitivamente el siete es mi número de la suerte—sonrió el chico.
Meg rodó los ojos, como si e una hermana exasperada se tratase.
—No ha pasado ni una semana desde que te rechazó Reyna y ya andas planeando coo salir con una chica de otro universo.
Apolo alzó una ceja.
—¿Y quién esa tal Reyna?
Artemisa rodó los ojos de igual forma que Meg.
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Leyendo: La Batalla de los Soles (Una nueva frontera)
FanfictionDurante una reunión del consejo olímpico, un extraño libro proveniente de un futuro alterno les mostrará la batalla en la séptima ronda del Ragnarok entre dioses y humanos, Apolo vs Lester Papadopoulos La historia original (Record of Ragnarok: una...