Está nervioso, asustado. Toda la vida había estado en una escuela donde absolutamente nadie tenía el valor de acercarse a él. Siempre le frustró, sin embargo, nunca hizo nada por cambiar la situación. Después de todo, a las malas aprendió que no se debe de confiar tan ciegamente en los demás. Así que, permaneció solo; Genya prefirió aislarse con tal de no salir lastimado de nuevo. acabando así, con la posibilidad de que los demás vieran más allá de su rostro serio y cicatrices atemorizantes.
Pero el destino caprichoso, es justo también, y no entrega batallas que no puedan superarse; así como, llegado el momento, abre el camino, la puerta, o la ventana, para que todo aquel que siga en pie encuentre finalmente su recompensa. Por supuesto, sin dejar jamás de entregar lecciones y poner a prueba todo tipo de voluntades. Lo que nos lleva al momento en el que vemos al, por ahora, mayor de los hermanos Shinazugawa abandonar su hogar para partir a lo desconocido.
Guardaba con paciencia las maletas con las que se iría, en la cajuela del auto de su padrastro. El hombre, de expresión seria, aguardaba en el asiento de conductor a que el adolescente acabe y puedan partir de una vez por todas.
Desde la puerta de la casa, su madre le observaba con una sonrisa triste, pero orgullosa. Cuando el azabache cerró la cajuela, se acercó.
— Hijo mio. — Lo abrazó, estrechandolo cariñosamente entre sus brazos. Genya hizo su mejor esfuerzo por corresponder a esa muestra de afecto. — Debes estar tranquilo, mi amor. Esta es una oportunidad única, que se te está dando en recompensa a tu buen desempeño escolar. Realmente haces que me sienta tan feliz.
El joven no tuvo corazón para romper las ilusiones de su madre con la insensible realidad. Y es que no le agrada en lo absoluto la idea de irse y dejar, no solo a su familia, sino que también el pequeño sueño por el que seguía esforzándose. No se iba a sentir cómodo en una ciudad como Tokio, nunca se le cruzó por la cabeza la idea de vivir sin la única compañía que realmente goza, ¿Acaso no es peligroso? Un chico como él, confundido constantemente con un bandalo debido a las características de su rostro y cuerpo en general, ¿Qué hará él en un establecimiento de prestigio como lo es la Academia Kimetsu?
Definitivamente no va a encajar, ¡Se lo comerán vivo!
Nadie puede culparlo por pensar tan negativamente, las vivió difíciles desde que tiene uso de conciencia y no posee genuina esperanza en sí mismo. Se rindió hace ya mucho y no pensaba hacer más que cuidar a sus hermanos, esperando evitar que terminen tan desmotivados como él. En lo único en lo que encuentra verdadera emoción es en la música, pero yéndose a Tokio, ¿Podría seguir cultivando esa pasión?
Seguramente no. O eso pensó mientras se despedía de sus pequeños y de su madre, abordando el auto y comenzando así el viaje a aquella ciudad.
“¿Qué será de mí?... yo no quería esto”
Grandes y abruptos cambios están a la vuelta de la esquina para Shinazugawa Genya. El amable, pero desesperanzado, muchacho que se acostumbró a callar y dejar que el resto moldeara una idea falsa sobre su personalidad. Un chiquillo que representa a la perfección el dicho: “Las apariencias engañan”; que pronto entenderá… que no tiene por qué volver a estar solo.
Todos concordamos en que Genya es un bebé adorable al que hay que proteger? Si? Muy bien, me parece.
<3
Trataré de que los siguientes capítulos sean más extensos, por el momento, les dejo esta pequeña introducción,, by-bye~
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Las Apariencias Engañan
Fanfiction[𝕂ℕ𝕐] Grandes y abruptos cambios están a la vuelta de la esquina para Genya. Un amable muchacho que se acostumbró a callar y dejar que el resto moldeara una idea falsa sobre su personalidad. Un chiquillo que representa a la perfección el dicho: "...