VI

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~ Etiquetas ~

A partir de eso, Conway se levantaba siempre aún más temprano para salir a correr durante casi una hora y media.

Eso hizo, ligado al mal alimento del campo, que empezará a perder bastante rápido peso.

Él nunca había tenido problemas de ese tipo. Sí, siempre había tenido inseguridades, pero no con su peso.

Se veía mal, alguien que no era atractivo. Quizás no era suficiente para alguien cómo el rubio.

A mediados de enero le gustaba, y sin embargo a principios de febrero ya salía con alguien de dentro del cuartel, en secreto, o eso supone.

Eso le hizo sentir remplazable. Muy remplazable. Y más en el contexto en que se desarrolló la conversación.

Qué el rubio admitiese antes de eso qué "le ponía cómo una moto" le hizo sentir peor.

¿Tenía él acaso tener cara de juguete sexual?

No. El no era un juguete. Ni el de él, ni el de nadie. Aunque se encontraba a sí mismo: el gran Jack Conway, destrozado por una frase tan simple.

La única persona por la que se veía capaz de luchar contra todas sus inseguridades y etiquetas ya tenía a alguien y solo había querido usarle.

Él nunca le gustó de verdad al rubio.

Aunque, sincerandose con él mismo, ¿A quién le gustaría alguien cómo él? Una persona llena de cicatrices, con pasado oscuro y una persona cuyo corazón es difícil de ganar y muy fácil de perder...

La respuesta para Conway era más que obvia y clara: a nadie. Estaba destinado a pasar lo que le quedase de días sólo.

Eso en cierta parte le aterrorizaba, el final en sí. Su final. El momento en el qué su respiración se cortaría para no volver. Nunca.

Conway no se veía en un futuro deseado: enamorándose de su media naranja, casarse, tener criaturas, envejecer juntos y compartir sillón a sus 80 y pico.

No. Él estaba destinado a estar sólo.

No sé podía imaginar su tumba el día del funeral rodeada de gente. Incluso dudaba de sí lo encontrarían antes de que sus "mascotas" deborasen su carne muerta por hambre.

Mientras se obligaba a correr unos metros más, por mucho qué los músculos de sus piernas dolieran. Él debía superarse.

Siempre podía hacer más. No podía sentirse cómodo con hacer "los metros normales". Él debía ser mejor que la mayoría.

¿Quién le decía todo eso? Realmente nadie, no se lo habían dicho nunca directamente. Ni ahora ni en su pasado.

Pero indirectamente le habían soltado muchas pullas.

— Eres un Conway, puedes soportar más qué eso.
. . . . . . . . . . . . . . . . . .

— Me da igual su nota. Debes mejorar.
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— Que decepción, ¿Sólo has conseguido esto?
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— Me avergüenzas, un hombre cómo tú... Das asco.
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Conway sintió sus ojos arder y se escondió tras un barracón. Se quitó las gafas, las cuales le servían también para tapar sus ojeras. Y se secó los ojos.

Podía caer bajo. Pero él no lloraba. ¡¿Qué le estaba pasando?! ¡¿Dónde está el verdadero Jack, ese que asusta a la gente sólo cruzándoselo?!

Aceptaba que el rubio le había hecho replantearse muchas cosas, pero nunca aceptaría que había llorado, de cierta forma, por culpa de éste.

Y cómo si fuera una invocación, Gustabo se acercó al paradero del pelinegro, aún en pijama.

— ¿Estás bien? -empezó, con una mueca preocupada/triste.

— Perfecto. Cómo siempre -dijo simple- vuelve y cámbiate, agarrarás frío.

— ¿Y a quién cojones le importa eso? -dijo rodando los ojos.

— A mí me importas, capullo. -dijo un poco enojado, ¿Cómo alguien como el rubio podía dudar de sí a alguien le importaba su salud?- y seguramente a tú pareja también le preocupé.

— A ese que le jodan. Menudo gilipollas. Me dejó a principios de este mes. -dijo un poco triste.

— ¿Y eso? -contestó confuso.

— Conoció a alguien más -confesaría, aún en un tono triste.

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°30/04/22-2/05/22°

Yeah, sé qué es un poco más corto de lo normal...
Realmente es un cap. Partido en tres ugu.
Se deberán esperar una semana para saber cómo sigue 😈😈😈

~ Ri

In The Army Now || IntenaboDonde viven las historias. Descúbrelo ahora