#3 Hazle sentir que es tu protector

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Mitsuya cantaba por las mañanas con tono melodioso y pegajoso letras empalagosas

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Mitsuya cantaba por las mañanas con tono melodioso y pegajoso letras empalagosas. Era un cursi enamorado. No podía evitar pensar en la persona que le gustaba, dando vueltas por la cocina mientras bailaba al son de la música, con alegría y resplandor. Idealizaba su primer beso, un momento especial, sus primeras citas. Le emocionaba crearse historias fantasiosas dónde era protagonista viviendo lo bueno de la vida, en una relación cliché y romántica. Estaba animado, el siguiente consejo a realizar era relativamente fácil.

— "Si hay algo que le gusta a los hombres es sentir que protegen, ya que eso les hace parecer más masculinos. Así que un truco para saber cómo enamorar a un chico es ese mismo, hacerle sentir que es tu protector. Saca tu lado más femenino y muéstrale lo mucho que te ha ayudado a resolver un problema que tenías. Él se sentirá mucho mejor y se verá atraído hacia ti" — Él no era delicado, mucho menos una damisela en apuros pero conseguiría su objetivo de ser «protegido» por Hakkai — Aunque en realidad no me molestaría que él me cuidara — Continúo con su canto, pensando nuevamente en su amado.

« Y cada vez que yo te busco
Y no te puedo aún hallar
Me siento un vagabundo
Perdido por el mundo
Desordenado si no estás
Cómo mueves tú mi felicidad
Y todo lo que está de más
Tus ojos me llevan lentamente al sol
Y tu boca me habla del amor y el corazón
Tu piel tiene el color
De un rojo atardecer
Y es por ti
Que late mi corazón
Y es por ti
Que he vuelto a hablar de amor
Y es por ti
Que brillan mis ojos hoy
Y es por ti
Que calma mi dolor »

Tenía una idea de cómo conseguir que Hakkai fuera protector con él, la probabilidad de fallar era del 1%, nada, nada saldría mal. Después de su jornada de estudio, se dirigió a su taller esperando pacientemente a que llegará. Empezó con el inventario de materiales sin mucha prisa. No pensó que tardaría tanto, por lo general Shiba era muy puntual, apareciendo cinco minutos después de él, pasaban más de 40 minutos y no había señal de qué se presentará, tampoco había mensajes en su teléfono para cancelar o anticipar que demoraría. Sobrepensó mucho que podría haberle pasado, cuando comenzó a pensar en los peores escenarios la puerta se abrió con un grito prolongado.

— ¡Taka-chan! ¡Ya estoy aquí! - Tenía el cabello alborotado y sudaba - Perdóname por la tardanza, una chica de mi clase tuvo un accidente y la ayudé llevándola a la enfermería. Traté de no demorar pero es imposible por la distancia. Corrí, lo juro —

— Kai, respira, por favor. Te creo, creí que te había pasado algo malo, estaba por ir a buscarte — Se sentía un aire tenso para Takashi, sentó a Hakkai en la silla más cercana para que descansara, pero ver aquella imagen de su enamorado con la camisa mal acomodada, el cabello en desorden y la respiración irregular lo mantenía en trance — ¿Quieres agua? —

— Por favor, estoy cansado — La tomó como un desesperado, escurriendo en la comisura de sus labios el líquido. Mitsuya tenía la boca más seca ahora — Muchas gracias, Taka-chan. Estoy mejor — Sonriente y tierno.

— De-de nada — Su garganta raspaba y su cara estaba roja, sus deseos de besarlo eran enormes pero no podía — Si quieres quédate ahí un rato, solo estoy ordenando —

— Vine para ayudarte, me he repuesto lo suficiente. Dime qué necesitas y lo hago — Funcionaba. No solía pedirle ayuda a nadie para ese tipo de cosas, Takashi bien podía cargar y organizar solo, pero esta vez era distinto.

— Ayúdame con las cajas del estante, las de más arriba — Apreciar a Hakkai también era parte del plan. Él se ocupaba de lo más ligero y clasificar mientras Hakkai cargaba las cajas y rollos de tela de un lado a otro.

— Sabes, Taka-chan, me alegra ser útil para ti, me hace sentir bien — Perfecto, era tal cual lo visualizo. Mitsuya no podía estar más feliz en sus adentros — Es sensacional, ayudo a uno de mis hermanos mayores con sus cosas —

— ¿Qué? — Takashi tenía una cara de horror y quería creer que alucinaba. Era mentira, él escuchaba mal, optó por reírse — JAJAJAJA, creí escucharte decir que soy tu hermano mayor —

— Escuchaste bien Taka-chan, eres mi tercer hermano mayor. Lo has sido casi desde que te conozco — Su risa se apagó al instante, no era una broma porque Hakkai se mantenía felizmente mirándolo, con un poco de duda en la mirada — ¿No quieres serlo? — Unos ojitos de cachorrito que no podía resistir lo observaron fijamente, rompería sus ilusiones si se negaba.

— Eh, claro. Me encanta, solo que no pensé ser tan importante para ti, Kai — Resignación absoluta. Paso de la friendzone a la familyzone y eso ni siquiera existía hasta que Mitsuya fue colocado ahí.

— Por supuesto que lo eres Taka-chan. Te quiero y lo sabes — Mitsuya creyó que tal vez era una pesadilla, sí, seguro despertaría en cualquier instante — ¿Por qué te pellizcas, Taka-chan? —

— Aaaauuuh, no puede ser. ¿Es real? — Quería gritar en frustración.

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De Otro Planeta [Mitsukkai]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora