¿Quién Es La Reencarnación Del Héroe?

Capítulo II

Frío, tenía frío, hambre y miedo. Estaba solo en el cementerio en el espacio entre las tumbas de sus padres.

Las últimas tres semanas había estado vagando dentro del territorio Dubori. Mendigando comida había gente amable que le daba aunque fuera solo un poco mientras que otros lo despreciaban y lo alejaban.

Su cabello al que ya se le había caído el tinte que su madre con cuidado le ponía ya se había deslavado por completo por lo que era mucho más llamativo que antes.

En algún momento se quedó dormido mirando al desierto que era a sus ojos algo muy extraño, durante el día la arena era roja, pero durante la noche se volvía negra como el cielo.

Pronto se sintió rodeado de calidez y entre sueños le había parecido escuchar una voz monotona.

—Es... Es el joven maestro Cale.

—Hay que llevarlo a que le revisen, de prisa.

Al despertar estaba en una cama, la habitación era sencilla, pero muy acogedora.

La puerta se abrió revelando a una mujer, no, al ver sus orejas y su piel noto que no era humana, era una elfo, una elfo oscuro, como los que pelearon en la guerra o eso había escuchado de sus padres. Ella traía una bandeja que dejó a un lado en una mesa.

—Que bueno que despiertas ¿Cómo te sientes? —preguntó ella.

—…

—Ah, perdona mi falta de modales, me llamo Tasha

—Eres un elfo oscuro como los que se mencionan en los relatos de la guerra contra la alianza indomable —Soltó el niño para luego taparse la boca con ambas manos.

—Vaya, ja, ja, ja —Tasha rió avergonzada—, de hecho estuve peleando al frente durante esa guerra

—¿Enserio?

—Sí, pequeño ¿Cómo te llamas?

—De-derian, me llamo Derian

—Muy bien, Derian, ¿dónde están tus padres?

—Muertos

—Ya veo, lo lamento mucho

—Disculpe, señorita Tasha hay alguna manera de cubrir mi cabello —musito el niño.

—¿Puedo saber la razón?

—Mi papá decía que el rojo no era bueno, que el rojo solo trae cosas malas... que es peligroso

—Ve-veré que puedo hacer, por favor come y mas tarde te ayudaré a asearte ¿de acuerdo?

—Gracias

Tasha sintió pesado su corazón. Era solo un niño pequeño y delgado, su elemental lo había visto por lo que en cuanto confirmó que el niño era pelirrojo corrió a decírselo. Así fue como lo encontraron sólo tenía que confirmar una cosa más, pero eso lo haría más tarde.

Derian no creía que su cabello fuera feo o malo en realidad, sino que su padre decía que el que fuera pelirrojo lo pondría en peligro y lo mejor que podía hacer era ocultarlo. Ya que le dijeron que debido a ello habían tenido que abandonar su hogar y dejar atrás a su familia.

Cuando pensaba en eso recordaba la mirada triste en los ojos de su madre y un atisbo de culpa en los de su padre.

Ahora que lo notaba ya lo tenía algo largo, tal vez debería cortarlo, su madre lo hacía de vez en cuando.

Cuando su padre estaba al borde de la muerte y su madre recién había enfermado discutieron sobre alguien. Su madre estaba muy furiosa y decepcionada, luego de eso ella enfermo de gravedad, no hubo salvación para ella.