•|Capítulo 3|•

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-Bien, ya es hora del desayuno- comentó Miss Peregrine haciendo que una fea sensación apareciera en mi estomago

Junto con Olive y Fiona llevamos la comida hasta un gran salón, donde había una gran y larga mesa, dando a entender que viven, o vivieron, muchas personas en esta casa.

-Siéntate a mi lado Michelle, a Horace no le importará si por hoy ocupo su puesto- pidió la pequeña de trenzas guiándome a su silla

-¿Segura no le molestará? No quiero causar problemas-

-No te preocupes, Horace es súper educado, él entenderá- comentó esta vez Olive, haciendo que me sintiera más cómoda

Brindándoles una pequeña sonrisa acepté y me acomodé junto a Fiona, al borde de la gigantesca mesa.

Luego de unos segundos el agradable silencio fue interrumpido por pisadas y voces que comenzaban a acercarse más y más.

Niños de todas las edades entraron al salón y uno por uno se acomodaron en su silla. Todos tenían sus ojos puestos en mí pero nadie se atrevía a decir una palabra.

Escondí mis manos bajo la mesa al ver que estas temblaban levemente por los nervios.

-Bien, ahora que todos se acomodaron, ¿Qué les parece si se presentan?- Miss Peregrine cortó el silencio -Ya conoces a Olive, Fiona, Bronwyn, Claire y los gemelos - habló en mi dirección pero luego desvió su vista a su costado haciéndole un ademan a la persona para que dijera su nombre.

-Hola, me llamo Millard y sí, soy invisible- dijo haciendo que los demás niños rieran. Era increíble ver la ropa flotando y moviéndose pero sin ver realmente a la persona usándola.

-Yo soy Emma- dijo una chica a su lado. Tenía el pelo de un color rubio, casi blanco y unos ojos grandes muy hermosos

-Yo me llamo Víctor, es un gusto- habló un chico casi de mi edad, con pelo castaño corto y muy bien peinado. -Soy hermano de Brownyn- señaló a la recién nombrada que estaba sentada frente a él

-Hola, yo soy Hugh- un niño al lado de Olive habló, pero al hacerlo unas abejas salieron de su boca sorprendiéndome. -Descuida, no te harán nada- procedió a colocarse un sombrero con una red atrayendo a los pequeños insectos otra vez a su cavidad bucal.

-Mi nombre es Horace, es todo un placer conocerte- dijo un chico sentado junto a Fiona. Tenía el pelo rubio y usaba un elegante traje, que combinaba a la perfección con su tono de hablar.

Les regalé una sonrisa a todos aquellos y giré mi cabeza hacia el único que faltaba por presentarse. Un chico de pelo oscuro y mirada retadora. Parecía ser el más grande y eso le daba un aura de respeto y superioridad.

-Enoch- fue lo único que dijo, cruzándose de brazos y recargando su espalda en la silla

Sonreí algo incomoda y miré al resto de los niños

-Me llamo Michelle, gracias por recibirme-

-Y Michelle, ¿Cuándo te vas?-

-¡ENOCH!- lo reprendió Miss Peregrine -No seas maleducado-

El chico a mi lado resopló y comenzó a comer sin esperar a los demás. Me sorprendió su comentario pero debía entender que mi presencia no iba a ser satisfactoria para todos, y eso estaba bien.

-Tengamos un desayuno tranquilo, por favor. Estoy segura de que la señorita Michelle debe estar algo cansada- con eso dicho, los demás comenzamos a comer también, excepto Claire, quien tenía la mirada baja.

Me asomé un poco sobre la mesa para darle una mirada interrogatoria a la adulta, quien instantáneamente miró a la pequeña de rulos rubios con curiosidad.

-Cariño, ¿porqué no estás comiendo?-

-No te preocupes por Michelle, ella es muy buena- le aseguró Olive mirándome directo a los ojos, dándome a entender que debía decir algo para que la niña se sintiera a gusto

-Sí Claire, que no te de vergüenza. Deberías comer, esto está muy rico- le sonreí para luego llevarme un trozo de tostada a la boca

Y con eso dicho, la de ricitos llevó una tostada hacia su nuca, levantó parte de su cabello y ¿le dio un mordisco con la parte posterior de su cuello?

Le sonreí a la niña aun sin entender que había pasado pero luego le preguntaría a alguno de los mayores

-¿Qué peculiaridad tienes Michelle?- preguntó Hugh

Todos me miraron con curiosidad. La emoción se veía reflejada en los más pequeños, esperando que tuviera una peculiaridad asombrosa, supongo.

Miré a Miss Peregrine, dudando si comentar algo al respecto. La adulta asintió con seguridad

-En realidad...- comenté mirando a los demás con algo de pena -... no tengo peculiaridad-

-Y por eso deberías irte-escuché a mi izquierda

-Señor O'Connor, no lo repetiré, cuide sus modales- fue reprendido por segunda vez

Ignorando al chico a mi lado y sus hirientes comentarios, proseguí con mi "historia"

-Solía tener una, pero gente muy mala me la arrebató...-

-Miss Peregrine- llamó la atención Claire bastante asustada -¿Hay gente mala que nos puede quitar nuestra peculiaridad?-

-No mi niña- le aseguró la mujer acariciando la mejilla de la rubiecita -La gente mala no podrá hacerles nada a ustedes, ni a Michelle, mientras estén aquí-

-Entonces ella debe quedarse- sugirió Fiona, haciendo que los demás, excepto Enoch, asintieran y mandaran miradas de suplicas en mi dirección y la de la adulta responsable.

-Sí, quédate para siempre- pidió la menor de todos

Les sonreí agradeciéndoles lo buenos que han sido conmigo en tan poco tiempo. Tal vez la mayoría de las personas eran así de amistosas y civilizadas, solo que yo no lo sabía, o al menos no estaba acostumbrada. Sentía más una costumbre la manera en que Enoch disentía y resoplaba con cada comentario, quejándose en silencio y cruzando los brazos para expresar su descontento. Exceptuando el anterior nombrado, todos me hacían sentir a gusto en el hogar, convenciéndome aun más sobre mi estadía definitiva.

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Perdón por tardar muchísimo en subir un nuevo capítulo

Voy a subir el último capítulo de la historia de Draco Malfoy y después voy a tomarme un breve tiempo (voy a tratar de que sea lo más breve posible) para editar las historias.
Quiero hacer todo más estético y más lindo en general 💕

¡Gracias por leer!

Michelle •|Enoch O'Connor|•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora