Capítulo 2

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Freddie

Un día más el cual vivir. Me levanto directamente hacia el baño para tomar una ducha, voy de vuelta a mi habitación y me pongo lo primero que encuentro: unos jeans comunes, una camisa y un buzo. Bajo a la cocina a tomar mi desayuno y mientras lo hago me pongo a pensar en el día anterior.

Allí estaba ella, con sus lindos ojos y su perfecta sonrisa, allí estaba ella, deslumbrando como siempre. Es bastante linda, pero en definitiva, no me gusta, no estaría con ella; Jonas, mi mejor amigo, quiere siempre llevarme la contraria, siempre intenta hacer que yo diga que Maggie me gusta, cuando en realidad, eso no pasará.

Termino mi desayuno y me dirijo al baño una vez más para lavar mis dientes. Ahora me encuentro en mi habitación, una vez más con mi cabeza revoloteando sobre los días anteriores; para despejarme un poco, decido leer un libro: orgullo y prejuicio, amo el libro y amo la película, podría leerlo mil veces y no me aburriría, me quedo leyendo por un rato más hasta que Maggie vuelve a aparecer en mi cabeza: ¿que estará haciendo ahora? ¿que pensará ella sobre mí?, miles de preguntas corren por mi cabeza pero son interrumpidas cuando el tono de notificación de mi teléfono anuncia un nuevo mensaje; es Jonas avisando que se hace tarde para ir a clase.

Agarro mis cosas lo más rápido que puedo y me dirijo al instituto; en un instante estoy allí y lo veo a él:

—¡Hey! ¿que tal todo? — menciona él estrechando mi mano.

—Todo bien, por suerte. — digo con poca seguridad. — Ha estado mucho en mi mente últimamente. —

—Es obvio que te gusta, amigo, ¿no te das cuenta? — responde él.

—No me gusta. — menciono fastidiado. - Ya hemos hablado de esto. —

—Tienes razón, y ni una sola vez has logrado aceptar que ella te gusta. — dice para luego soltar una pequeña risa. — Ya basta de hablar de ella, vamos a clase. —

Lo miro fulminante para luego entrar al salón de clase; su única respuesta fué levantar sus brazos en forma de inocencia. Me dispongo a poner atención a clase para intentar olvidar todo lo que ha pasado.

El clima está un poco apagado, en cualquier momento lloverá, me gustaría poder salir a correr bajo ella, amo la lluvia, amo la naturaleza, podría vivir en medio del campo sin ningún problema, he experimentado el ir a leer en un bosque, ¡es lo más relajante que pude vivir!

La clase termina y lo único que hago es levantarme e ir a la siguiente clase; el maestro aún no ha llegado por lo que procedo a sentarme en mi lugar y me dispongo a escuchar música con mis auriculares. Pasan unos minutos y escucho un ruido proveniente de la puerta del aula; levanto mi cabeza con curiosidad para ver qué está pasando.

Y una vez más, allí estaba ella...

16 Love LettersDonde viven las historias. Descúbrelo ahora