Mensaje Secreto

Parte 8

Solo quedaba un mensaje secreto por encontrar, y Kathy estaba desesperada por encontrarlo.

Mañana era lunes. En la tarde del lunes, ella obedientemente asistirá a su cita para aumento de busto para tener ubres falsas de actriz porno, y luego su propiedad y finanzas serian para siempre transferidos al control de los creadores anónimos del sitio web Mensaje Secreto. Incluso si escapaba después de eso, sería demasiado tarde, su vida estaría arruinada.

Su única oportunidad era encontrar el décimo mensaje secreto, escondido en algún lado en la espiral y la estática, y ganar su libertad de la trampa hipnótica en la que había caído.

Pero parecía que todo el universo estaba conspirando para evitar que lo encontrara.

Mientras su tío la llevaba a casa después de violarla, ella intento encontrar el mensaje en la estática saliendo de los audífonos. Pero rápidamente se dio cuenta que el último mensaje era más difícil de encontrar que los otros, más complejo, con más del doble o incluso triple de significados que había encontrado en algunas de las respuestas pasadas. Si iba a entenderlo, idealmente necesitaría mirar fijamente la espiral visual en sí, y definitivamente necesitaría volver al trance hipnótico.

Ella había esperado desvanecerse en el sitio web de Mensaje Secreto tan pronto como llegara a casa, pero su tío tenía otras ideas. Cuando llego a su casa, y vio que la puerta del frente faltaba, el insistió en salir del auto, aparentemente pensando que su casa había sido vandalizada. Una vez que Kathy avergonzada explico que ella había pedido que removieran las puertas, la miro de una nueva forma, asombrado, aunque enojado, e incluso en la oscuridad y la tenue luz de la calle ella podía ver su verga empezando a crecer en sus pantalones de nuevo.

Después de eso, él no le dijo nada a ella, solo la escolto dentro. Ellos solo llegaron a la cocina antes de que el Tío Trevor la puso en la mesa de la cocina, y metió su verga dentro de ella. El uso su culo esta vez, en vez de su vagina, pero al menos él tuvo la cortesía de frotar su manto entre su coño húmedo y usar sus propios jugos de excitación para lubricar su ano.

Mientras se la cogía, los audífonos le susurraban. "Dime que te lastime," decían, con la voz del Tío Trevor. "Dime que te golpee las tetas. Dime que te haga llorar."

"Por favor," rogo ella, incapaz de resistirse a las ordenes con voz masculina, "golpea mis tetas, Tío Trevor. Hazme llorar."

El sabía que no lo decía enserio. El sabía que estaba saliendo de su esclavitud hipnótica.

A él no le importaba. Estiro la mano y abrió un cajón de la cocina más cercano, y luego la puso encima para que sus tetas cayeran en el cajón abierto. Luego lo cerro de golpe.

Kathy aulló en agonía, y sintió que su culo se enganchaba alrededor de la verga su tío. Ella aulló más alto cuando lo hizo de nuevo, y sintió como empezaba a llorar de dolor y degradación, pero cuando golpeo sus tetas de boxeo por tercera vez, ella escucho la voz de su Tío Trevor susurrándole en el odio, "Córrete para mí," y ella sorpresivamente se corrió por el intenso dolor en sus pechos, incluso aunque estaba llorando, incluso aunque nada estaba estimulando su coño.

El Tío Trevor se vino poco después. El la saco del cajón, la puso de rodillas, y la hizo limpiar su verga. Ella hizo lo mejor para hacer un buen trabajo, esperando que la recompensara tratándola como un objeto sexual. Luego él le dio un beso, prometiéndole que regresaría pronto, y se fue de ahí.

Las tetas y el culo de Kathy estaban ardiendo, y estaba cansada, pero inmediatamente tomo su teléfono, lo llevo a su cuarto, y saco la espiral de Mensaje Secreto. En segundo ella se había ido, cayendo en la interminable imagen rotatoria en la pantalla y el siseo de la estática en sus oídos.