Begin Again (Félix, Peter Pan OUAT)

Capítulo 1: "Como los viejos tiempos".

Callen.

Jim y yo volvíamos de trabajar bastante tarde por la noche ya que hoy nos habíamos atrasado porque Jim se accidentó cavando un hoyo muy profundo para remover las raíces de un viejo árbol que habían talado hace unos días en los Jardines Kensington, entonces tuvimos que quedarnos hasta pasadas las ocho y digamos que el camino a casa era bastante largo.

Nuestra casa no era mucho en realidad, era una cabaña solitaria en la última calle del pueblo pero eso no nos importaba mucho ya que nos había costado trabajo conseguirla y poder vivir allí. Jim ha sido mi mejor amigo desde que volví aquí y nos hemos esforzado mucho para sobrevivir como pobres huérfanos que éramos.

Aunque él era mi mejor amigo y yo confiaba mucho en él, no había encontrado el momento ni las ganas para poder contarle acerca de mis más grandes secretos que involucraban cómo llegué aquí, por supuesto, y lo que soy en realidad. Eran cosas que nadie sabía de mí, y cosas que yo no quería que nadie supiera.

―La casa debe estar helada. ―Murmura Jim mientras frota sus manos para darles calor, mientras seguíamos un sendero de pequeñas rocas en medio del gran parque del pueblo.

―Deberíamos juntar algunas ramas para prender la estufa. ―Le dije mientras dirigía mis ojos a los lados del sendero y divisaba ramas esparcidas por el césped, el cual estaba cubierto por el rocío.

Él asintió, estando de acuerdo, y luego comenzamos a ir cada uno por distintas direcciones para recolectar la mayor cantidad de ramas, sin alejarnos demasiado el uno del otro. Cuando terminamos, volvimos a encontrarnos en el sendero con varias ramas en los brazos y seguimos nuestro camino.

Los inviernos eran lo peor. Eran demasiado crudos y habíamos tenido la suerte de poder comprar los materiales para construir una chimenea el verano que pasó, Jim y yo la hicimos, con un poco ayuda de nuestros amigos cercanos y de Philiph, el encargado de los jardines donde trabajábamos.

―¿Cómo está tu mano? ¿Sigue doliendo? ―Le pregunté, intentando esconder mi nariz dentro de la bufanda escarlata de lana que tenía enrollada en el cuello, la cual había tejido la esposa de Philiph para mí como regalo de navidad.

―Un poco, pero no es nada. ―Jim se encogió los hombros mientras se miraba la mano vendada. Sabía que estaba mintiendo porque lo vi quejarse toda la tarde de su mano, y no era reconfortante que me mintiera para no preocuparme pero lo entendía, yo había hecho lo mismo muchas veces―. La desinfectaré mejor cuando llegue a casa.

―Yo lo haré, no te preocupes. Sé que no sabes mucho de desinfectar heridas, Jimmy. ―Me reí.

―¿Y tú sí tienes experiencia con ello? ―Me preguntó en forma de burla, mientras esbozaba una sonrisa ladina en su rostro.

Entonces recordé que no tenía alguna experiencia con ello, sino que demasiada para mi gusto. Me recordó mi vida anterior y todo lo que me había sucedido en la misma, en especial esa cicatriz. Esa maldita cicatriz.

Sacudí la cabeza y finalmente le respondí: ―Más que tú seguro.

Él rió y luego su cara se puso bastante seria. Fruncí el ceño y le pregunté qué le estaba pasando.

―Me he dejado la bolsa con el dinero y la comida en los jardines. ―Dijo, como quejándose y luego maldijo por lo bajo. Se acercó hacia mí y me entregó las ramas que tenía entre sus brazos―. Volveré muy rápido, espérame en el banquillo frente al pino.

No hice más que asentir y exclamarle que se apresurara cuando lo vi alejarse bastante de mí. Di un suspiro pensando en por qué Jim a veces era tan distraído, no olvidaba su cabeza porque la llevaba pegada al cuerpo pero podría apostar nuestra casa a que la olvidaría si se pudiera desprender. A pesar de ser un idiota, era la persona que me había mantenido a flote éstos dos años y medio, como un hermano para mí.