— ¿Cómo qué tanjiro-san y nezuko-chan, se fueron sin decirme? — La chica de pequeña estatura estaba enojada, ¿Cómo qué sus pequeños ni- sus encargos,nestaban afuera sin decirle nada?. Es de mucho decir qué zenitsu, kanao e inosuke acabaron todos con un chichón, y grande.
— ¡Bien joven nezuko, ataque! — Habló un chico de cabello amarillo degradado a rojo, tenía una sonrisa amplía y una katana de madera en mano. La demonio acató lo pérdido, extendiendo sus uñas afiladas asimilando garras, se lanzó al chico con toda su fuerza y lanzar un zarparso al abdomen qué rápidamente cambió a una patada al pecho.
El chico no se quedó atrás, usando la katana de madera, la interpuso en el zarparso y en la patada simplemente se hizo a un lado mientras veía como la chica lo seguía atacando con todo, le agrado ello, no, le agradaban demasiado los dos hermanos qué ahora entrenaban en su finca.
La demonio gruñó, parecía frustrada al no poder dar un golpe, no sé detenía pues sabía qué la gente se cansaba más antes que los demonios, gran error fue al creer qué pronto el pilar de la llama se cansaría.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Un joven de cabello granate descansaba un poco cerca de dónde el pilar y la demonio peleaban. Para mientras el esperaba su turno para entrenar, estaba leyendo una de las tantas cartas qué olvidó, estaba mucho más pendientes a las misiones y pues, es su trabajo, obviamente pasaría.
No dejó en alto esas preguntas y las contestó sin mucho esfuerzo. Miró cómo es qué ahora su hermana forsejeaba contra la katana de madera qué tenía el pilar, la pequeña pelea acabo en un ataque de ella.
— ¡Nezuko, suelta eso! — Habló alarmado el chico quién se levantó un poco paniquiado y fue a hacer que su hermana dejara de morder la katana.
