Oɴᴇ | Cʜᴇʀʀʏ

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Sᴇɢᴜɴᴅᴏ Lɪʙʀᴏ

EL CÁLIDO SOL DEL VERANO irradiaba de cuatro niños, sus extremidades estiradas sobre la hierba verde brillante con gafas de sol que cubrían sus ojos. Un chico, con dos pares de anteojos (uno para ver, otro para bloquear el sol), se sentó antes de mirar a sus tres amigos.

Esta es la vida, pensó para sí mismo. El último verano antes de su séptimo año en Hogwarts. El último verano hasta que la verdadera palabra los golpea en poco menos de un año. La idea lo hace temblar, a pesar de que hace casi 37 grados centígrados.

"Estás bloqueando el sol, amigo". Sirius gime, golpeando a James en el costado antes de que James caiga al suelo con una carcajada.

"Solo estoy tratando de apreciar el sol y a mis tres mejores amigos, Canuto". dice James, colocando sus brazos detrás de su cabeza.

"Guárdalo para otro día." Sirius responde, ganándose una risa de su mejor amigo en respuesta.

El verano había estado en sesión durante casi tres semanas. Julio, sin embargo, acababa de empezar. Los cuatro chicos hicieron todo lo posible para hacer algo divertido todos los días, para aprovechar al máximo su último verano como 'niños'. Era la última vez en sus vidas que no tendrían ninguna responsabilidad, no había forma de que no sacaran el máximo provecho de eso.

James no podía quedarse quieto. Los cuatro estaban descansando en un parque cerca de la casa de James, y el puesto de conos de nieve al otro lado de la calle gritaba el nombre de James. Palpó en sus bolsillos, una sonrisa abriéndose paso en su rostro cuando sintió dinero muggle en ellos. Se apoyó una vez más.

"Cornamemta-"

"Cállate, Canuto. Voy a comprar un cono de nieve. ¿Alguien quiere algo?"

Sirius, Remus y Peter niegan con la cabeza, ni siquiera abren los ojos para mirar a su amigo. James se encoge de hombros, antes de arreglarse sus lentes dobles y ponerse de pie, comenzando a caminar hacia el estrado. La mina a pedido fue corta, y James se subió felizmente.

Luego sacó su pequeña cantidad de dinero muggle, tratando de contar la cantidad exacta necesaria antes de ordenar. Aunque había estado usando este dinero por un tiempo, todavía lo confundía.

"¿Qué puedo conseguir para ti?" Preguntó el anciano pequeño detrás del puesto.

"Un cono de nieve de cereza, por favor". James pide, y un momento después se le da. Le pagó al hombre y salió de la fila, mirando su cono de nieve con una sonrisa en su rostro.

Justo cuando estaba a punto de probarlo por primera vez, algo lo golpeó por detrás, haciéndolo caer hacia adelante y como un cono de nieve boca abajo sobre el pavimento.

"Oh, Dios mío, ¡lo siento mucho! Aquí, déjame ayudarte...", dice una voz frenética pero tranquilizadora, mientras James siente un par de manos que intentan guiarlo para que se ponga de pie. Sus ojos todavía estaban en su cono de nieve, que había pasado los cinco segundos que aún podría levantarlo y comérselo.

Quienquiera que se había topado con él lo había ayudado completamente a levantarse en este punto.

"Lo siento mucho, no estaba mirando por dónde iba. Puedo comprarte un nuevo cono de nieve, la fila no es larga". La voz habla a toda prisa.

James finalmente gira la cabeza para hacer coincidir una voz con una cara.

Era una chica, no mayor que el propio James. Parecía aturdida, nerviosa y avergonzada, sus mejillas estaban sonrojadas y su cabello estaba encrespado por la humedad (James se dio cuenta, ya que el suyo estabá igual). Las pecas estaban esparcidas por su rostro y su piel era perfecta y bronceada. James no se había dado cuenta de que ella seguía hablando hasta que le tocó el hombro.

𐂂

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𝕋𝕣𝕒𝕟𝕤𝕝𝕒𝕥𝕠𝕣'𝕤 ℕ𝕠𝕥𝕖:

Aquí el primer capítulo de el segundo libro de la era de los mereoradores, el primero ya traducido lo pueden encontrar en mi perfil.

-ℂ𝕒𝕞𝕚

Sɴᴏᴡ ɪɴ sᴜᴍᴍᴇʀ || Jᴀᴍᴇs Pᴏᴛᴛᴇʀ ✔︎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora