3. La magia siempre encuentra sus formas

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Lucius Malfoy se oponía totalmente a llevar a Draco a Italia. No estaba dispuesto a embarcarse en una aventura de fantasía. Si bien él no era un experto en nada que tuviese que ver con las afinidades mágicas sí que era un experto en reconocer causas pérdidas, y esta lo era, no solo iba a ilusionar a su hijo con una leyenda que disfrazara lo complicada que era su situación, si no que sabía que Draco terminaría obsesionándose con el tema tal como lo había hecho durante sus 5 años con los giratiempos.

Lucius era un hombre incrédulo, y lo era por una buena razón, razón que al parecer Narcissa decidía ignorar. Dos grandes poderosos magos habían caído en desgracia persiguiendo leyendas. Gellert Grindelwald y el Señor Oscuro habían invertido buena parte de su tiempo en búsqueda de las reliquias de la muerte, las cuales parecían simplemente no estar por ningún lado, y si Lucius conocía a su hijo ya sabía hacía donde iba el asunto, y no terminaría bien para él.

Draco era un niño sumamente apasionado, lleno de una energía arrasadora y bondad para todo aquel que tuviese la suerte de acercarse lo suficiente a él, pero también era un niño muy ambicioso para su propio gusto, no pararía hasta lograr lo que se proponía. Desde luego Lucius veneraría cada una de las cualidades que su hijo poseía, pero era consciente de que la ambición era envolvente y peligrosa, por otro lado sabía que si existía una mínima posibilidad de que las palabras del vidente fueran ciertas, la posesividad y el complejo de guardián de Draco no lo dejarían vivir en paz hasta que no resolviera el enigma. Es por ello que Lucius tenía miedo de perder a Draco si dejaba que siguiera por aquel camino. Desde luego, pocas veces en la mansión Malfoy su palabra era absoluta.

—¡Quiero ir a Italia papá! —gritó Draco mientras volteaba a ver a su madre —Dile algo mamá, tenemos que descubrir quien está al otro lado.

—Draco, es mala idea, no sabemos en qué estamos metiéndonos, necesito que entiendas hijo —dijo Lucius en un tono tranquilo, como si estuviese rogando —, el vidente lo dijo, es difícil encontrar a la otra persona.

—Lucius, dale una oportunidad a esto, no podremos estar con Draco en todo momento, ¿Qué va a pasar cuando él vaya a Durmstrang? No podremos seguirlo para aliviar su dolor, quizás en Italia aprenda a controlar lo que siente —explicó Narcissa.

—¡Exacto papá! No vas a estar conmigo toda la vida —exclamó el menor —. Además, me pueden enseñar como descubrir con quién estoy vinculado y podremos ayudar ¡Es obvio que algo le pasa!

Lucius no podría estar más en desacuerdo con las palabras de su familia, existiera o no alguien más no permitiría que Draco se obsesionará buscándolo, y si seguir a su hijo al fin del mundo era la única solución que tenía el la tomaría sin dudar.

—No puedes estar de acuerdo con esto Cissy, pareciera que no conoces a tu hijo —exclamó Lucius mientras señalaba a Draco.

—Precisamente porque lo conozco es que sé que tenemos que hacer esto, no podrá vivir consigo mismo durante los próximos años si no atendemos esto —dijo Narcissa bajando la voz durante la última parte en un intento de que Draco no escuchase.

—Ahora hablan como si yo no estuviera aquí —interrumpió el pequeño rubio —, saben que odio cuando hacen eso —dijo mientras ponía los ojos en blanco —Papá, te prometo que no será como tú crees, no me volveré loco ni nada de eso, pero quiero saber más de esto. Tú no entiendes lo que se siente tener que vivir con dolor y emociones que no son mías por tanto tiempo.

—Buscaremos otra forma de resolver esto, iremos con otro vidente o veremos si Snape sabe algo, te conozco hijo, no podrás evitar involucrarte demasiado una vez que te metan estas ideas en tu cabeza...

—Entonces, si algo sale mal solo tienes que lanzarme un obliviate

— ¡Tu padre no te va a oblivear! —exclamó Narcissa mientras imitaba a su hijo revoleando los ojos —si empiezas a obsesionarte con esto encontraremos alguna solución juntos, como siempre hemos hecho. Y sin hechizarnos mutuamente, pero Lucius, en esta ocasión la decisión es de Draco, no tuya o mía

In the same way || DrarryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora