Hermione Greengrass

Mi "amiga" Pansy

Me desperté en mi cama, sin duda Draco me cargo en la noche para no despertarme, y mire a mis compañeras de habitación Millicent estaba profundamente dormida al igual que Tracey Davis. Sin embargo Pansy se dio cuenta de que estaba despierta y se sentó en mi cama.
-¿Qué tal tu primera noche en slycerin gatita?
-Muy bien Pansy...
-Oh venga, pon una cara más alegre, ahora somos amigas.- dijo con la sonrisa más sobreactuada que he visto en mi vida.
No me dejo hablar y se levantó de un salto de mi cama.
Por fin se va, pensé casi en voz alta. Me equivocaba, la serpiente me cogió de las manos y me levanto, poniéndome a su lado enfrente del espejo.
-Hermione, tienes un pelo precioso.
-Gra- fui interrumpida de nuevo por su irritante y aguda voz.
-Ni te atrevas a robarme mi puesto. Yo en slycerin soy la chica de Draco, y soy la líder.
-¿Perdón?
-Si Graing- la interrumpi
-GREENGRASS, yo no soy una sangre sucia como Daphne ni soy tu "amiga". Lo siento por ser mejor que tu, pero nadie me va a decir que puedo o no hacer.
En ese momento nuestras otras dos compañeras ya estaban despiertas y podía sentir sus miradas clavadas en el eminente llanto de Parkinson. Cogí mi uniforme y fui al baño a darme una ducha y cambiarme.
Bajé a la sala común y escuche unos chillones gritos.
-¿Y TODO POR LO QUE HEMOS PASADO JUNTOS?- dijo Pansy llorando- CREIA QUE ME QUERÍAS.
-Te equivocas.- dijo un cortante Draco.
Todos me observaban y Millicent agarro a Parkinson para que no se me lanzase.
-TE ODIO GRANGER, SANGRE SUCIA, VETE ESTE NO ES TU SITIO, ERES UNA DESHONRA PARA ESTA CASA.
Yo la dejé hablar, y no entré en su juego. Así que salí de la sala común dispuesta a llegar al gran comedor con mi orgullo intacto, cuando sentí que alguien me agarró con fuerza el brazo derecho.
Me gire para poder soltarme cuando un enfadado Draco me miró a los ojos.
-Pansy te ha puesto en ridículo y tu no has echo nada NADA.-Repitió casi gritando.
Me soltó y se llevó una mano a la frente y otra a la cintura como signos de desesperación.
-No era mi intención ponerme a su altura.
Draco me miró de nuevo a los ojos.
-No se trata de ponerte a su altura, se trata de dejarle por los suelos, pisarla, arrastrarla y después que todo el mundo te aclame.
-No Draco, yo no puedo hacer eso. Yo no soy como tu.
Encuanto esa frase salio de mi boca sentí una leve presión en mi brazo de nuevo. Al levantar la mirada pude ver a Draco furioso.
- Te equivocas, aquí eres la más parecida a mi...