CAPÍTULO 1- Themis Hidalgo

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Themis Hidalgo

10 de noviembre 2021

Tirin tirin tirin, tirin tirin tirin...

Me desperté inmediatamente al escuchar la alarma, vi la hora y upsi eran las 7:30 A.M, el bus pasaba a las 7:45A.M, estaba llegando tarde.

Me lavé la cara, me cepillé los dientes y me hice un moño rápidamente. Después abrí mi armario y me puse lo primero que me encontré, ya que es lo que suelo hacer, no soy de vestirme a la moda, solo me pongo lo que me gusta. Me puse unos jeans oscuros, un top blanco, una sudadera negra y mis deportivas blancas.

Cogí rápido mi mochila y unos cuadernos que tenía encima de mi pequeño escritorio. Pasé por la cocina, abrí la nevera y cogí el último cruasán que quedaba.

Antes de salir cogí mis llaves, salí de casa y finalmente cerré la puerta.

—Mierda, quedan dos minutos para el bus —dije cuando miré la hora en mi reloj.

Comencé a correr pero no pude llegar. Era la primera vez que llegaría tarde a clase. Suelo despertarme tarde pero siempre llego a coger ese bus.

Me senté en la parada a esperar al siguiente bus que le quedaban unos veinte minutos. Cogí mi móvil y le avisé a mi amiga Alison de que llegaría un poco tarde a clases.

Ya llegué a clase, media hora tarde pero al menos llegué, ¿no?

—Buenos días —dije mientras tocaba la puerta.

—Buenos días señorita Hidalgo, media horita tarde, ¿lo sabes?

—Sí, perdón, no pude coger el primer bus.

—No te preocupes, es la primera vez que te pasa, puedes entrar.

Lo sé, ese profesor es súper majo, es mi favorito ya que el da una de mis asignaturas favoritas, las matemáticas.

Me senté con mi amiga Alis, nos dejan estar juntas menos en una clase, la de química, esa profesora nos tiene manía.

2:05 P.M

Ya pasaron las seis horas de sufrimiento.

—Them, ¿quieres ir a comer algo?

—¿Qué te parece si vamos mañana mejor? Es que no le avisé a mi mamá y en estos momentos ella estará trabajando.

—No hay problema, entonces mañana.

Ya estoy en casa, y como siempre no hay nadie.

Dejé mis cosas, me puse mi pijama y me fui a la cocina para hacerme algo de comer. Mientras comía me quedé pensando en algo, ¿por qué mamá confía tanto en ese hombre?

Seguramente estaréis pensado que tengo una vida hermosa y perfecta, pero no es así, aún no sabéis lo malo.

—Hola hermosa —y allí es cuando él entra.

Mi estúpido padrastro, ese hombre intentó abusar de mí desde que era pequeña, me di cuenta hace poco. Yo pensaba que para él soy como su hija, pero no, eso le hace pensar a mi mamá.

Obviamente no le dije nada a mamá, pero estoy pensando en hacerlo.

Solo hay unas preguntas que me ponen mal, ¿y si ella no me cree? Lo que haría cualquier madre es creer a su hija, ¿no? ¿Pero y si ella no lo hace?

—Te dije hola hermosa —volvió a repetírmelo.

—Hola.

—Un poco de alegría te vendría bien —dijo acercándose a mi.

La inesperada amistad Donde viven las historias. Descúbrelo ahora