Eran cerca de las tres de la tarde, a esta hora del día el tráfico se encontraba en su máximo esplendor. Mal día para tomar la iniciativa de visitar el nuevo restaurante, aún tenía como su principal pensamiento cancelar la reservación. Pero eso solo daría una mala impresión a su intachable persona. No le daría motivos a la prensa; ni a ningún otro medio de comunicación para ser el principal encabezado en el día de mañana resaltando su inoportuna cancelación al recién abierto restaurante.
La nueva camioneta, una Chevrolet Tahoe en color negro (su nueva adquisición) se aproximaba al restaurante. Su chófer, en pocos minutos le avisaría que se encontraban cerca.
Tenía una pequeña costumbre, si así se le podía llamar al acaparar luces, cámaras fotográficas y por supuesto las profundas miradas de todos aquellos que se encontraban en el lugar. Claro que la mayoría de estás miradas, (por no mencionar que todas) solo juzgaban y criticaban sus acciones.
Pero Yoongi se pasaba sus malas habladurías por el culo; jamás le importó lo que el resto de la sociedad opinara de él. Por eso disfrutaba de viajar a miles de lugares extravagantes, lanzando dinero por aquí y allá. Malgastando su fortuna en cosas innecesarias, y por su puesto presumiendo a sus incontables "parejas".
Todas aquellas acompañantes que lograba presumir, poseían (aparte de su envidiable físico y escultural rostro) trabajos reconocidos. Un ejemplo digno de mencionar, Zara. La canadiense; era una modelo reconocida principalmente por sus ojos esmeralda. Esas dos joyas que brillaban por lo más alto de la fama, la convertían en una mujer envidiable para algunos, pero deseada por otros.
Yoongi solo necesito decir su nombre, para obtener todo lo que muchos anhelaban: una cita y un buen polvo con la modelo.
Pero todo eso solo ocurría en su vida personal y digámoslo "privada"Su trabajo en la empresa era sumamente intachable. Las Empresas Min, brillaban por todo lo alto. Y después de cuatro generaciones de esperar, pasaba a manos de Yoongi. Su padre (con el que no mantenía tanta comunicación), confiaba en su inteligencia y disciplina para sacar la empresa a flote.
Su abuelo por otro lado, lo apoyaba infinitamente para que pudiera ejercer de una manera adecuada su puesto en la empresa.
No tenía tanta comunicación con sus empleados, sin embargo, los trataba de la mejor manera posible. Atendía sus necesidades y por su puesto, les generaba un buen salario. A diferencia de su padre Yoongi se encargaba de dar lo justo, claro que había excepciones; donde tenía que tomar medidas contundentes para mantener el orden entre sus empleados.
Por está razón no podía llegar tarde ni mucho menos cancelar esa reservación, se dirigía hasta ese lugar solo para tener una conversación "de negocios" con el dueño de dicho edificio. Tenían la increíble idea de demolerlo para que Empresas Min pudiera expandirse. Solo en esta área.No lo creía necesario, la empresa ya era sumamente grande; y con la nueva sucursal de igual magnitud que estaban construyendo en Japón; tendrían el triple de ingresos ese año. Y con ese edificio, sumarían 8 solo en el continente asiático.
Pero negocios eran negocios.
Así que ahí estaba, debatiendo entre la idea de seguir con esta reunión o mejor enviarle un mail al dueño.
Tenía una gran jaqueca y dolor de espalda de la noche anterior, pues su acompañante de antro se había puesto algo intenso después de unos tragos; por lo que termino follandolo en el auto después de varias suplicas de parte del menor.
Agradecía enormemente que su chófer tenía el día libre. No quería sumarle otro trauma como "él al descubierto y su polla totalmente despierta" al inocente de Patric. Suficiente tenía con soportar sus malas actitudes y sus repentinos cambios de humor, como para lidiar con la imágen de Yoongi en sus pensamientos.
Debido al dolor de cabeza, portaba unas gafas de sol complemente oscuras.
Combinaban con el tono de su cabello. Pelinegro.
Hoy solo portaba un traje color azul marino, con una corbata blanca a rayas grises, sus zapatos de vestir negros bien lustrados y su reloj Rolex color plateado en su muñeca derecha.
Le pidió a Patric que consiguiera algo para el dolor, y que manejará directo al estacionamiento. Entraría a pie hasta el restaurante, sin causar revuelo entre la gente. Lo que menos necesitaba eran miradas y cuchicheos de los comensales.
Después de que la camioneta se estacionara, tomo un pequeño suspiro y abrió la puerta, Patric ya no estaba, de seguro estaba comprando el medicamento para sus múltiples punzadas en el cráneo.
Espero por cinco lagos minutos, ya era suficiente tiempo para adquirir unas patéticas pastillas.
¿Donde diablos estaba su chófer?
No iba a llegar impuntual a la reunión, pero no podría soportarla con el dolor matándolo cada vez mas fuerte. Así que solo dos minutos necesitó para abrirse camino a la avenida principal y averiguar por si mismo porque sus pastillas no habían llegado aún.
Pero fue abruptamente derribado con solo dar dos pasos en la acera.
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Empresario por accidente.
Romance--No debería aceptar la salida fácil, siempre suele ser el camino más complicado.-- --Seremos solo buenos amigos, ¿Aceptas..?--