» 𝑶𝒏𝒍𝒚 ©;; TsukiHina ✔

» 𝑩𝒆 𝒎𝒚 𝒐𝒏𝒍𝒚 𝒍𝒐𝒗𝒆

𝒖́𝒏𝒊𝒄𝒐¹ | ━━❝𝑶𝒏𝒍𝒚❞.

Los viejos recuerdos de shoyo se cruzan con su presente.

Esa mañana shoyo se levanta temprano, abre las ventanas dando la entrada a los rayos de luz. Deteniéndose unos segundos mirando la vista, sintiendo la energía para seguir adelante.

Da vuelta para ver directamente al otro lado de la cama que yace vacía, suspira un solo segundo y vuelve a sonreír. Sale de casa con aquella bicicleta añeja. La misma bicicleta en sus días de preparatoria donde junto con Kei paseaba por largos caminos deseando que sean eternos solo para estar juntos y pensando que podrían irse a donde quisieran.

En esos viejos días lo único que quería hacer era seguir tomando su mano, pensando que así todo estaría bien. Ambos querían estar junto al otro en días lluviosos o soleados, incluso sus días más terribles.

Se detuvo en la floristería que iba frecuentemente, compro unos girasoles, sus favoritos. Recordó de nuevo cuando comenzó a salir con Kei, él siempre le compraba flores cada semana y sin saber porque se hicieron los favoritos de este. Amaba ese detalle de Kei, dando su mejor esfuerzo para alegrarlo siempre, ya que decía: "shoyo eres mi brillante luz".

Empezó a tararear una canción, conteniendo la risa al recordar cuando ambos se escapaban para dar paseos nocturnos y como bailaban bajo la luz de la luna. Eran torpes e inexpertos, pero ambos daban lo mejor para merecer el amor del otro algo que habían deseado por tanto tiempo.

―"Te amo, solo quería decirlo".

Esa confesión hizo que ya no tuvieran que ocultar sus sentimientos. Importándoles poco lo que dijeran de ellos.

Se detuvo por un momento para tomar un café, algo que le hacía mucha falta recientemente. Entre sus manos sostenía la taza de café humeante, dio un sorbo y suspiró. Unas cuantas lágrimas se deslizaron por sus mejillas, en esos momentos apreciaba que Kei siempre se quedó a su lado en sus peores y agotadores días. Shoyo deseo devolver todo lo que había hecho de alguna manera.

Al salir de la tienda notó la lluvia, extendió su mano hacia el cielo. Los días lluviosos en compañía de Kei eran los mejores, se empapaban de pies a cabeza saltando en los charcos. Pero esta vez cada paso que daba se sentía pasado, lo único bueno de esa situación es que la lluvia ocultaba sus lágrimas. Era un camino al que conocía muy bien, sin embargo, sus pies no cedían.

Mirando atrás se dio cuenta el recorrido que hizo para llegar a donde estaba, ese camino que los dos hicieron tomados de la mano, pero que hoy ya no era así.

―"Prométeme que me amarás".

El asintió entusiasmado.

Vestían de blanco, ahí parados jurando amor eterno. Era el día más feliz de su vida, pues siempre deseo eso, tenerlo.

Repentinamente, un día todo por lo que habían trabajado se estaba derrumbando poco a poco. Ahora, solo uno de ellos estaba de blanco recostado en esa cama de hospital.

Siempre pensaba en esos momentos y el enorme dolor que sentía, nunca podría desvanecer, pero a pesar de eso, jamás podría remplazar los inolvidables recuerdos que vivieron juntos y tal como se lo prometió, desde aquella ocasión en el altar hasta en el hospital, en la lápida donde se hallaba su nombre: "Tsukishima Kei", acomodó esos hermosos girasoles, volviendo a decir aquellas palabras con lágrimas en sus ojos y una sonrisa irradiante como el sol.

―Serás mi único amor.