i. kill to be accepted

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T O   F I T   I N

! matar para ser aceptada ─── ʚĭɞ

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! matar para ser aceptada ─── ʚĭɞ

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El fuego ya empezaba a rodear todo Berk y los gritos de guerra se empezaron a oír, anunciando la invasión de dragones en la isla. Una chica, que no parecía tener quince años sino hasta menos, salía de su casa corriendo entre los vikingos cada tanto chocando con ellos.

Cansada de escucharlos decirle que qué estaba haciendo ella ahí, siguió corriendo sin darles mucha importancia. Hasta que chocó contra su padre, el gran jefe de Berk, y el cual todavía menos la quería fuera de la casa.

Valkiria resopló y al ser soltada por su padre entró a su único trabajo que por lo menos podía hacer bien; la tienda de herramientas, donde Bocón y su mejor amigo, Hipo, trabajaban junto a ella. Y hablando de estos, ya estaban ahí.

─¡Ah, qué bueno que vienes a la fiesta! ¡Creí que ya te habían llevado!

─¿Llevarme a mí? Soy demasiada.. ágil y rápida como para que puedan llevarme, además, no pueden librarse de mí tan.. ¡fácil! ─respiró agitadamente luego de haber cargado con un objeto pesado, su estabilidad física era malisima.

─Bueno, necesitan un entretenimiento, ¿no?

Valkiria entrecerró los ojos, mandandole una mirada a Hipo que parecía querer reirse. Los vikingos llegaban a la ventana esperando recibir herramientos y otros dejaban algunas para que las arreglaran y siguieran con sus ataques contra los dragones.

─¡Fuego! ─la voz del jefe de Berk se escuchó y Valkiria se asomó por la ventana al ver como unos chicos de su edad, y los cuales sí estaban a la altura de ser unos buenos vikingos, corrían hacía una misma dirección. Hipo se asomó junto a ella, ambos emocionados de ver.

Hipo no era mucho de ayudar, pero aún así no era tan criticado como Valkiria, ventajas de no tener que ser el futuro jefe de Berk. Y que de paso no manche el apellido que ha durado más de siete generaciones.

Valkiria sería la primera mujer en tomar el puesto luego de tantos años, y eso era mucho peor, debía de honrar y dar el orgullo. Ser la primera mujer y demostrar que podían hacer eso y mucho más.

Pero también era la primera vikinga en no querer matar un dragon, pero eso era un secreto.

Valkiria miró con atención a aquellos chicos de su edad; Patapez, los gemelos Brutacio y Brutilda, Patán y por último, pero no menos importante para Valkiria, Alvis. Ellos eran un grupo, un grupo que sabían dónde estaba su lugar.

TO FIT IN, httyd auDonde viven las historias. Descúbrelo ahora