Epílogo🥀

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Transcurrió un año entero después de lo sucedido el día del desfile, a pesar que todo la campaña junto con el proyecto fue un éxito, Adrien optó por renunciar a la compañía Agreste, puesto que al enterarse que su padre le robó todos los derechos de los diseños de Marinette y sacarla del proyecto. Esta fue la gota que rebalsó el vaso.

Después de todo ese tiempo, no tuvieron contacto entre padre e hijo, pues las heridas del daño causado no habían sanado por completo. Adrien y Marinette decidieron vivir juntos, debido a que Adrien salió de la mansión Agreste y juró nunca volver.

Ahora Adrien, tenía una vida plena y feliz, junto al amor de su vida, sabía que todos los problemas que se vinieran los podrían enfrentar los dos solos. Para comenzar su nueva vida, abrieron una pequeña boutique llamada "Dupain-Cheng", donde Marinette creaba sus diseños y se vendían a un buen precio. Poco a poco todos sus planes salían bien y si seguían así la boutique podía consagrarse a algo más grande.

Un día, luego que el de los ojos verdes se desligara totalmente de su padre y de la compañía, recibió una llamada de su asistente Nathalie, quien le pidió que fuera a ver a su padre, el cual lo estaba esperando.

Aunque se rehusaba a ir, por la forma tan descarada que se supieron las cosas hace un año, aceptó presentarse ante su padre, porque Marinette se lo pidió para que quizás trataran de mejorar su relación.

- Hola, hijo - comenzó a decir Gabriel, quien miraba por la ventana - cuánto tiempo sin verte.

- Lo mismo digo, padre - respondió Adrien, sentándose en la silla frente al escritorio - Dime, ¿qué es lo que necesitas?

- Hijo, necesito que recapacites y regreses conmigo - suplicó su padre, apoyándose en su escritorio - Me siento muy solo en casa y aquí en la compañía, hasta si lo deseas puedes vivir con Marinette en la mansión.

- ¿Cómo se atreve a pedirme que regrese? - cuestionó el rubio enfadado, mirando fijamente a su progenitor - No se acuerda del daño que nos hizo a Marinette y a mí, además, no pienso regresar tengo una vida nueva con la mujer que amo y para que lo sepa me voy a casar con ella.

- Hijo, perdóname - replicó el del cabello gris, tratando de tomar las manos de Adrien - No debí poner mis intereses primero antes que tu felicidad, ahora que sé lo importante que es Marinette para ti - sollozó - Tú también eres muy importante para mí.

- No, padre - quitando sus manos y levantándose de la silla - Tu tiempo de perdonar pasó hace mucho, todavía me siento dolido por tu engaño y por la muerte de mi hijo - suspiró, mirando de reojo a Gabriel - Sin embargo, Marinette cuando se enteró de todo, me dijo que le perdonaba. A pesar de todo el daño que le hizo a ella, simplemente le perdonó.

- ¿Y tú hijo? - le preguntó, rodando una lágrima en su mejilla.

- A mí, no me lo pida - contestó, tomando la perilla de la puerta - Ya fue suficiente de tantos recuerdos malos y no pienso regresar a ellos. Hasta nunca, padre.

- ¡Adrien, espera! - gritó, observando como el rubio cerraba la puerta enfrente de él - ¡Hijo!

Adrien solamente cerró la puerta del pasado, un pasado lleno de dolor, mentiras y daño de parte de quien era su padre. Para él, esa vida que tuvo hace un año se había terminado para comenzar con una vida junto al amor de su vida, Marinette. Desde que la detuvo en el aeropuerto y le dijo que todavía lo amaba les dio paso a una vida llena de oportunidades, sobre todo una vida de felicidad y mucho amor.

ᴥ ᴥ ᴥ ᴥ ᴥ

Adrien y Marinette cumplían un año de vivir juntos, actualmente alquilaron un pequeño apartamento, aunque no era grande se sentía como su nidito de amor y que lo comenzaban a construir poco a poco.

El rubio a pesar de no tener los ingresos económicos necesarios como si los tenía con su padre, decidió festejar esta fecha tan importante. El amor que sentía por Marinette se fortaleció y estaba seguro que sería así para toda la vida.

Preparó una pequeña sorpresa para Marinette, como en su primer aniversario no se pudo celebrar gracias al engaño de su padre; en esta ocasión nadie lo podría impedir.

Antes de llegar al lugar, Adrien tomó un pañuelo, colocándoselo encima de los ojos de la azabache. Ella sonrió debajo sin poder imaginar la gran sorpresa que le tenía el rubio. Caminó con la guía de él para no caer, hasta que finalmente llegaran.

- Ya llegamos, Bugaboo - dijo el de los ojos verdes, susurrando a su oido - Te voy a quitar el pañuelo, pero después vas a contar hasta cinco y luego te giras, ¿De acuerdo?

- De acuerdo, gatito - sonrió la azabache por la emoción, moviéndose de un lado para el otro como una niña - ¡Ya hazlo que me mata la curiosidad!

- Te dije que no seas demasiado curiosa, Marinette - refunfuñó con un puchero en sus labios - Está bien, a la cuenta de tres. Uno, dos, tres...

Al abrir sus ojos azules, sus lágrimas comenzaron a salir y tapó su boca con las dos manos, después de mirar un altar de color blanco decorado con rosas de color rosado, frente al anochecer ubicado a la orilla del Río Sena. Este altar poseía en su centro una mesa para dos con un centro de mesa llena de rosas.

- ¡Adrien, mi amor! - manifestó Marinette, observando en el suelo las velas blancas encendidas, se giró sobre sí misma y su impacto fue mayor, cuando miró que Adrien estaba de rodillas extendiendo un anillo - ¡Por Dios, Adrien!

- Marinette Dupain Cheng - declaró el de los ojos verdes, levantándose sin dejar de ver a su novia con las lágrimas rodando de sus ojos por la emoción - frente al río Sena, este altar y este corazón de velas, aceptarías casarte con este loco perdidamente enamorado de ti, que promete cuidarte y amarte todos los días de su vida y te pregunto, ¿Quieres ser mi esposa?

Marinette no dijo nada, solo se abalanzó en su cuello, fundiendo sus labios contra los de él, diciendo un "Sí" en un solo beso.

- Te amo, Adrien - dijo, al despegar sus labios para ver directamente sus ojos esmeraldas - Claro que sí, acepto ser tu esposa en las buenas y en las malas.

- Marinette, me haces inmensamente feliz - confesó, sintiéndose el hombre más dichoso del mundo - Te amo, Bugaboo ahora seremos tú y yo contra el mundo.

- Ya no seremos solo tú y yo, gatito - sonrió la de los ojos azules.

- ¿A qué te refieres con... - tartamudeó, observando como Marinette señalaba su vientre con el dedo - ¿No me digas qué?

- ¡Si, mi amor! ¡Estoy embarazada! - gritó Marinette en voz alta - ¡Sorpresa!

- ¡Marinette! - La tomó por las mejillas para volverla a besar, sintiendo en su pecho la mayor felicidad - Te prometo que cuidaré a los dos y no los volveré a perder nunca más.

- Confió en ti, gatito - Observando esos ojos esmeraldas tan dulces que la veían fijamente - ¡Te amo!

- ¡Te amo, Marinette! ¡Te amo!

La luna fue testigo de cómo sellaron sus juramentos a través de sus miradas y sus besos, prometiéndose que nunca la maldad los volvería a separar, que el dolor y el odio no estarían a sus vidas nuevamente.

Cuando el amor entre dos personas es verdadero y puro no existen los agravios. El amor es la fuerza que cura hasta el peor dolor, mientras los amores gritan a solas sus voces pidiéndose perdón jurándose amor por toda la vida y por la eternidad, así como Marinette y Adrien que vencieron todo para que su amor se hiciera más fuerte, así podemos luchar para amar con la fuerza del "Solo perdóname".

ᴥ ᴥ ᴥ ᴥ ᴥ

Hola!!💖

Hoy concluimos esta hermosa historia, este epílogo no está en la versión original cuando la escribí, pero siento que tuvo un final merecido para nuestros dos protagonistas.

Agradezco mucho a los estuvieron pendientes de las actualizaciones y también a los que votaron, también a los que después leerán esta historia.

Se despide y nos leemos en una próxima😉

Ling Valley

23 de Abril del 2022

Solo perdóname🥀 [Au Adrinette 2021]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora