1º. LA FUGA

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1º. LA FUGA.
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Los dos jóvenes huían, los perseguían una jauría, pero ellos eran los más rápidos. A veces cuando llegaban a una intercesión, los dos se separaban para volverse a juntar calles más abajo. Sus perseguidores también se separaban. Pero ellos notaban que cada vez había menos gente detrás de ellos.
Los dos jóvenes estaban más preparados, eran los dos más preparados para huir. Llevaban haciéndolo todo el día y el anterior, en realidad cuatro días. No podían salir de su casa, en cuanto salían sus locos compañeros de instituto empezaban a perseguirlos. Todo por un reto del loco del director. Un reto lanzado en venganza por la última humillación recibida por estos dos rebeldes.
- ¿No se cansarán? - dijo él- deberían saber que somos muy superiores a ellos. No lograran cógenos ni en mil milenios.
- ¡Que prepotente! - le contestó la chica.
-Venga Akane, tú sabe tanto cómo yo que no tenemos rival entre nuestros compañeros, tal vez Kuno y Ukyo se acerquen un poco.
-Aladea de superioridad y te ganaran, Ranma- le contestó ella- ¿Kuno? -dijo con desprecio- ese no se acerca ni un poco ni un mucho.
-Kasumi se va quedar sin el encargo que nos pidió- dijo Ranma- y todo por el loco ese del director.
En ese momento apareció delante de ello Kuno.
¡RANMA!, ¿COMO OSAS METERTE CON MI PADRE?, EL DIRECTOR DEL...- y fue arrollado por los dos jóvenes en su loca carrera y lanzado directamente a la torre de Tokyo, donde se incrustó.
- ¿Qué fue lo que se ha cruzado en nuestro camino?, No he llegado a verlo- dijo la joven con ironía.
-Creo... me parece... haber visto por un segundo a... ¿Kuno? - contestó con más ironía el chico.
-Pues parece ser que salió volando, espero que lleve paracaídas. - dijo Akane riendo.
Al rato dejaron de correr al parecer no los seguía ya nadie, y pudieron comprar el encargo, volviendo al dojo Tendo, en el camino encontraron a sus perseguidores tendidos por los suelos cansados de correr. Desde el suelo los miraban con frustración, no se aguantaban de pie, las dos presas estaban a centímetros y no podían ni siquiera tocarlos. Pero, aunque parecía que estaban a salvo los dos jóvenes, tenían cierta preocupación.
-Qué raro ha aparecido Kuno. Pero no Ukyo y lo ha hecho desde el primer día- dijo Ranma preocupado- Es compañera nuestra y ayer nos siguió y nos puso las cosas un poco difíciles.
-También aparecieron Ryoga, Mousse y Shampoo- dijo Akane con rabia- También se añadieron a la fiesta del director Kuno, aunque no pertenecen al Furinkan.
-Y la bruja de su hija-dijo Ranma- ¡Estate atenta estos cinco planean algo! y en breves momentos recibiremos su ataque... lo presiento
-Yo también, yo también.
Quedaba poco para llegar al dojo y los dos estaban seguros que sería en esa zona donde recibirían el ataque.
No se equivocaban, los dos jóvenes eran observados por cinco personas, hambrientas de victoria. Atacarían desde cinco puntos a la vez y si lograban conseguir que su plan fuese prefecto dejaría a los dos jóvenes acorralados, como si estuviesen en una jaula, sin ninguna posibilidad de escapar. No se acababan de fiar, Ranma y Akane parecían que se habían vuelto más fuertes desde de la fallida boda, hacía casi medio año. Parecían resentidos, sobre todo y únicamente contra ellos. Desde que Ranma estaba entrenando a Akane, esta era más hábil y fuerte.
-Sabéis lo que ha prometido el director Kuno-dijo Mousse- Debemos ganarles y dejar de lado sentimentalismos.
-No me gustaría hacerle daño a la bella Akane- dijo Ryoga con rabia. - No entiendo que ve en un imbécil como Ranma, que juega con cuatro novias.
-Y lo dice un imbécil que juega con dos o más chicas chicas-dijo Ukyo.
- ¡Ya tuvo que hablar la maniática de la espátula...! - y recibió una caricia de dicha espátula.
-No me tenía que haber aliado con vosotros-contestó Ukyo con furia- con los poco unidos que estamos fracasaremos.
-En eso estamos de acuerdo- dijo Shampoo- yo sola me basto para vencer a Airen y la chica violenta.
-Yo le llevaré a mi prometido y Akane Tendo a mi padre, ¡hohoho! - comentó Kodachi-unas personas de clase baja como vosotros no podéis competir conmigo.
Al pobre Mousse se la acababa la poca paciencia que tenía.
-Venga que se escapan- y los cinco "aliados" se lanzaron al ataque.
"Esto no va acabar nada bien"-pensaron varios de ellos.
-Akane, ¿has detectado esas auras de combate?, son elevadas.
-Si son ellos, Pero parece más preocupados en matarse entre ellos que atacarnos a nosotros.
-Ojalá se peleen entre ellos y nos dejen en paz, yo ya estoy harto de tanta persecución, vaya semanas nos esperan, si no hacemos algo.
-Si- dijo su amiga con cara de designación. - Pero eso no pasará, no nos dejaran en paz.
- ¡CUIDADO AKANE, QUE LLEGAN! -gritó Ranma
Fue entonces cuando los atacaron, siendo rodeados por los cinco jóvenes.
-Ya veo que no habéis caído en mismo error de ayer-dijo de forma prepotente Ranma. - Ayer no fue divertido acabar con vosotros de uno en uno. Hoy promete ser más divertido.
-Akane, por favor rendíos sin pelear-dijo Ukyo- No quiero haceros daños a ninguno de los dos.
-Lo siento Ukyo, pero no me rebajaré ante el director y sé que Ranma tampoco.
-Akane tiene razón. -dijo Ranma-No me dejaré controlar por el director Kuno.
-Ranma, Akane- suplicó Ryoga- rendíos, aunque yo a Ranma si le haría daño.
-De eso nada si alguien tiene que sufrir daños es Akane- dijo Shampoo y Kodachi dijo que si con la cabeza.
-A mí, Akane me da igual, prefería que no, no tengo nada contra ella- dijo Mousse- ¡PERO RANMA DEBE MORIR!-esto último lo dijo con mucha rabia y gritando.
-Este grupo nos tienen mucho aprecio- dijo Ranma con ironía.
-Demasiado- le contestó su amiga también irónica.
- ¡No es justo!, tú lucharas contra tres y yo con los dos estúpidos. - dijo Ranma
- ¿A quién llamas tú, estúpidos? - dijeron los otros dos chicos, y Ranma se los quedó mirando sin decir nada, pero con su mirada lo dijo todo.
-Claro que no es justo. Hay que librar a la dulce Akane Tendo y a la chica de la trenza de la esclavitud de Ranma Saotome y conmigo nadie cuenta.
- ¡El estúpido que faltaba por llegar! - dijo Ranma con fastidio.
- ¡Si, el estúpido de Kuno! -contestó Akane con designación.
-Akane...- dijo Ranma...
-. Que comience...-continuó su prometida.
-...El show- dijeron los dos. Y atacaron a sus rivales. El joven se enfrentó a los tres chicos y su amiga a las tres chicas.
- ¿No son muchos y fuertes? - preguntó Akane.
-No Akane, nosotros... -dijo el joven y cayeron derrotados Kuno y su hermana.
-...Somos mucho más fuertes...- continuó Akane y los derrotados fueron los dos chicos chinos.
-...Que ellos- acabó el chico de la coleta, y cayeron al suelo los dos últimos.
Los dos prometidos acabaron espalda contra espalda y en posición defensiva.
-Qué raro los creía más fuerte, antes teníamos más problemas para acabar con ellos. - dijo la joven sorprendida.
-Han debido dejado de entrenarse y han perdido potencial- le contestó su amigo- darte prisa que Kasumi está esperando su encargo.
-Si- dijo Akane recogiendo del suelo la compra que le había encargado su hermana.
Los dos siguieron andando hacia el dojo como si nada hubiese pasado.
los dos prometidos no se dieron cuenta que dos personas los miraban.
-No, te equivocas Ranma, no son ellos los que se han vueltos débiles. - dijo Cologne.
-Sois vosotros los que os habéis vuelto extremadamente fuertes- dijo Happosai.
-Hace tiempo que superan a sus padres, y son muchos más fuertes que tú y yo a su edad. Esto puede ser un problema para ellos, y para el resto de nosotros.
-No deben seguir progresando o nos superaran- dijo el viejo verde.
-Y tú ego machista y narcisista no lo soportaría- dijo la vieja.
-A ti tampoco te gusta que dos jóvenes te superen-le contestó su realmente viejo amigo- Hemos sido las dos personas más fuertes del mundo durante muchas décadas, ahora llegan dos niñatos y en casi dos años nos pasan la mano por la cara.
-Pueden ser un problema. Los dos son tercos, en la lucha empiezan a coordinar sus movimientos, tú y yo tardamos décadas en conseguir hacerlo de forma casi perfecta, ellos dos lo harán en semanas y será de forma completamente perfecta. Son rebeldes, no se dejan dominar, ni soportan la autoridad. Tenemos que conseguir tutelar a estos dos rebeldes.
-No podemos hacer nada si son acosados, por sus compañeros o sus ahora caídos amigos- dijo señalando a los seis jóvenes caídos y derrotados. - ¡Y tú tienes parte de culpa al incitar a tú biznieta!
- ¿Yo? - contestó la vieja bruja, haciéndose la inocente con una sonrisa falsa- venga ya, por intentar que mi "pobre" biznieta consiga un buen novio. Ja, Ja, Ja.
Los dos se separaron y cada uno volvió a su casa.
Los seis jóvenes se levantaron como pudieron y se arrastraron al Café Gato.
- ¿Dónde os habéis metido? -dijo Kasumi preocupada. -Ya pensaba que no llegaríais a tiempo para hacer la comida.
Ranma y Akane habían entrado a casa y fueron directamente a la cocina.
-Se han debido de entretener, correteando por ahí, jugando a pillar con sus amigos. - dijo Nabiki con una sonrisa pícara.
Akane y Ranma se quedaron mirando sorprendidos con la revelación de la hermana mediana, y los dos se giraron hacia Nabiki con una sospecha en la mente, y unas sonrisas sádicas en sus caras.
- ¿No nos habrás vendido...- empezó Akane
-. Cuando salimos a la calle...-continuo Ranma
-...A la gente del Furinkan y a nuestros "amigos"? - siguió Akane, acercándose con una sonrisa siniestra a su hermana.
-Como se coordinan estos dos últimamente- dijo Nabiki nerviosa intentando salir de la cocina, pero Ranma le cortó el paso, el joven la miró con una sonrisa maligna en los labios.
- ¿Ibas alguna parte?, queridísima Nabiki-dijo Ranma irónico.
Nabiki se asustó, ¿de dónde habían aprendido estos dos a ser tan perspicaces?, Ranma se acercó y ella retrocedió, entonces se dio cuenta que Akane le cerraba el paso por detrás. Parecían dos miembros de una manada acorralando una presa indefensa, y ese momento vio que estaba más indefensa que nunca y que era la presa perfecta ante los dos depredadores perfectos, estaba atrapada y no podía huir de ellos.
- ¿Es que no puedo conseguir unos dinerillos con cierta información? - dijo Nabiki con una sonrisa nerviosa en el rosto
- ¿Cuánto? - preguntó Akane furiosa.
- Cinco... cinco mil yenes- dijo fastidia Nabiki.
-Nabiki, Nabiki, Nabiki, ¡MIENTES! - Gritó Ranma con una sonrisa perversa. Pasándole un dedo por el cuello amenazador.
-Nabiki, debería darte vergüenza- dijo Kasumi.
-Una tiene gastos... -dijo asustada, riéndose nerviosa. Desde la boda fallida los dos prometidos tenían un humor explosivo, además ella pensaba que su hermana pequeña y su posible futuro cuñado la culpaban del desastre de la boda, como así era. Pero desde entonces y desde el entrenamiento que sometía Ranma a su prometida, los dos también se coordinaban mejor en sus ataques y estos ataques eran todavía más salvajes y algo le decía que hoy ella iba a salir perdiendo. -Kasumi al menos tú ponte de mi lado.
-Tú misma te lo has buscado- dijo la hermanan mayor, dejándola sola ante los dos más jóvenes.
- ¿CUANTO? - le preguntó Akane enfadada.
-Treinta... no cuarenta... no, no, son sesenta.
- ¿De veras? - dijo Ranma desconfiado e irónico.
Nabiki miró a los dos jóvenes estaban desafiantes no se contentarían con una mentira y con el carácter que tenían últimamente lo tenía extremadamente difícil engañarles. Parecían buitres que hubiesen encontrado carroña, su precioso dinero.
-Trescientos cincuenta mil- dijo ella al fin.
- ¿Es todo? - preguntó el chico de la trenza suspicaz
-No fue un millón de yens. -Reveló nerviosa en contra de su voluntad.
-Bueno Nabiki se buena y "dasno" el noventa y cinco por ciento, con eso estará bien, ¿no Ranma? - dijo Akane con una sonrisa nada simpática, y su prometido asintió.
- ¡No es justo!, ¡no lo es! - dijo Nabiki- yo he hecho todo el trabajo.
- ¡Claro que no es justo! - dijo Ranma mosqueado- tú nos traicionas, nos vendes y ¿no te lo vamos a tener en cuenta?, no nos conoces ni a tu hermana y ni a mí. Pues ya es tiempo de que lo hagas.
- ¿Justo dices? - colaboró Akane enfadada- deberíamos quédanos un noventa y nueve por ciento, por lo del hoy y por todas las fotos que has vendido a nuestra costa este último año.
Al final Ranma y Akane se repartieron seiscientos mil yenes y le dieron a una llorosa Nabiki cien yenes, lo que quedó se lo dieron a Kasumi para el mantenimiento de la familia.
- ¡Gracias Nabiki!, por tu generosidad- dijo Ranma irónico.
-Cuando quieras hacer negocio con nosotros. -le dijo su hermana pequeña riéndose- ya sabes a cómo esta nuestro precio.
Ranma y su prometida salieron alegres de la cocina, y bromeando entre ellos.
Nabiki llorosa sentada en una silla miraba el dinero que le queda. Parecía que se había visto obligada a vender hasta la última gota de sangre y su alma.
- ¡No es justo!, ¡no es justo!, ¡no es justo! - repetía llorando.
-No, No lo es, siempre te aprovechas de ellos dos, ten cuidado últimamente están muy resentidos y saltan a la mínima. Te aconsejo que cierres tú negocias respeto a ellos, o te acabaran arruinando.
-Pero, ¿Por qué lo debo pagar yo? - contestó su hermana. -yo que lo había ganado de forma honrada.
-No fue de forma muy honrada- le contestó su hermana mayor-Te has aprovechado de ellos durante mucho tiempo y se han cansado. Lo bueno es que ahora parecen estar más unidos y parece que no se pelean tanto.
-Pero a mí me despluman- dijo Nabiki. - y lo hacen juntos y lo que es peor, ¡con mis técnicas! y las utilizan aún mejor que yo misma. -Lloraba la siempre fría Nabiki.
Ranma y Akane salieron de la cocina y subieron al piso de arriba. Akane abrió la puerta de su habitación y el chico iba hacia la suya.
-Ranma, ¿quieres entrar a mi habitación?
Él entró, y se quedó mirando a su prometida.
Ella se acercó al escritorio y miró las flores que tenía en él.
- ¡Oh no!, ¡se están muriendo! -dijo ella con pena.
-Si quieres más ya te compraré otro ramo, aunque ese me costó bastante.
-Y con razón, -contestó la chica-solo se venden durante una semana al año, el resto del año se cultivan en invernaderos y no se venden, o se cultivan silvestres en un valle a medio día de aquí.
-Te prometo si quieres, que iré a ese valle y te traeré esas flores que te gustan tanto, pero no sé cuándo pode ir. -dijo él.
Akane, lo miró y sonrió, algunas veces era muy agradable, pero últimamente era muchas veces.
Ella se sentó en la cama y le pidió que se sentase a su lado.
- ¿Pasa algo que quieres? - dijo él preocupado.
-Nada quería pasar un rato tranquila, y supongo que tú también deseas un poco de paz, como ahora no tenemos casi ni un minuto de respiro, y algo me dices que en tu habitación no tardaran mucho en molestarte.
- Yo creía que me iba a proponer...- empezó con una sonrisa picarona.
- ¿QUE PENSABAS, ESTUPIDO Y PERVERTIDO? - dijo ella pegándole con su mazo.
-Nada Akane, nada- riendo con una risa incomoda y falsa, dolorido y tocándose la cabeza- que dolor, que golpe me has dado, que daño. Hoy no tengo ni ganas de empezar a discutirme contigo, ni tampoco quiero, estoy demasiado cansado. Han sido cuatro días agotadores.
Ella lo miró se había puesto serio de golpe. Últimamente estaba un poco extraño y se dio cuenta que ella también. Hacía tiempo que no buscaban pelease y parecía que les gustaba estar los dos juntos.
-Yo tampoco tengo fuerzas para tener una bronca contigo- y se apoyó en la pared, él la imito.
-Si nos viesen los pervertidos de nuestros padres así, dentro de una hora seriamos marido y mujer. - dijo el chico riéndose mirándola.
-Pues que no se enteren- dijo ella riendo con malicia- por eso he cerrado la puerta.
Él la miró con sorpresa y le sonrió agradecido. Pero en ese instante.
- ¡RANMA! - Se oyó una voz- ¡es hora de entrenar!
- ¡Mierda!, el viejo, no me podía dejar en paz. -dijo él fastidiado en voz baja.
-En su habitación no está- dijo Soun.
-Encima mi padre se ha añadido a la fiesta- dijo Akane en voz baja, fastidiada también.
-Akane, ¿está ahí Ranma? - dijo Genma.
La joven miró al joven y este negando con la cabeza, con la mirada suplicando ayuda.
-No, ¡no está! Cuando volvimos del encargo de Kasumi se separó de mí y no lo he vuelto a ver. No sé dónde estará.
-Si lo ves, bajad los dos al dojo. Queremos que tengáis una sesión de entrenamiento por parejas- dijo Soun.
Los dos jóvenes se miraron asustados. Últimamente estas secciones se repetían continuamente, los dos las odiaban. A ellos le gustaba entrenase juntos, sin mediación de sus padres, enfrentarse el uno contra el otro. Así, aunque no lo confesasen se divertían mucho. Pero luchar emparejados contra los locos de sus padres les producía agobio.
-Vale papá, si lo veo ya se lo diré- dijo Akane. Y sonriendo pícaramente a su amigo dijo en voz baja-Hasta la hora de comer no te espero ver, pero eso no significa que te vayas de aquí.
Él sonrió entendiendo la broma de su amiga y los dos se quedaron recostados en la cama apoyándose en la espalda en la pared. Haciéndole compañía el uno al otro, disfrutando de la tranquilidad relativa que se había roto el último día de clase de la semana anterior.

Ranma y Akane a la fugaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora