10º. SECRETOS DEL PASADO.

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10º. SECRETOS DEL PASADO.
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Los dos chicos entraban en el Furinkan y se quedaron parados, era el primer día de su último curso allí. Ya no estaban ni Nabiki vendiendo fotos e intimidades, ni Kuno.
-Lo voy a echar de menos-dijo Ranma riéndose- con su:" Akane Tendo te librare de la tiranía de Ranma Saotome"
-O su: "Akane Tendo y chica de la trenza me casaré con las dos"- constentó riendo Akane.
-Lo malo es que el año que viene puede que nos lo encontraremos en la universidad- Ranma sonrió-a él y a Nabiki. Sólo de pensarlo me entran escalofríos.
Akane llevaba el nuevo uniforme del Furinkan, con una falda verde demasiado corta para su gusto y él de su prometido. La chica tenía frio con esa minifalda. Ranma había cambiado su típica vestimenta china por el uniforme escolar.
"Hay que adaptarse, ya no somos los criajos de primero. Pero tu nuevo uniforme no me gusta, vas a pasar frio, el director es un pervertido o un pederasta."-le dijo a Akane.
Como últimamente, iban cogidos de la mano y al entrar se los quedaron mirando.
- ¿Qué Saotome ya has formalizado tu noviazgo con Akane? -comentaron sus compañeros.
Ellos se pusieron rojos, pero no se soltaron y no contestaron. Vieron a Ukyo, ésta se giró y los miró. En su cara vieron rabia, furia, pero también vergüenza, parecía que quería decirles algo, pero no se atrevía. Se había cambiado su típica ropa de trabajo por el uniforme del Furinkan.
-Pobre Ucchan-dijo Ranma- se portó bien con nosotros, pero también muy mal. Ha estado muchos años detrás mío, por culpa de mi padre. Y ahora le digo que no quiero saber nada de ella. Que sólo la quiero como amiga.
-Está mucho más delgada, ¿Por qué no vuelve con su padre? -preguntó Akane.
-Para ella sería un deshonor-respondió Ranma- se prometió casase conmigo, y ha fracasado.
- ¿Y ese chico con quien vive? -preguntó Akane- ¿no le atrae?
-Parece que no, pero él si la quiere-dijo Ranma- aunque durante un tiempo pensé que se juntaría con Ryoga, hacen una buena pareja.
-No te burles de ellos-lo amonestó Akane, pero se dio cuenta que ella también pensaba igual- Tienes razón, hacen mejor pareja que con Akari, la novia que tiene Ryoga. ¿Te acuerdas cuando esos dos nos llevaron a esa cueva que separaba parejas?
-Si fue allí donde pesamos que ellos eran pareja. Vaya donjuán, estuvo mucho tiempo, enfadado con que yo perseguía a tres chicas teniéndote a ti como prometida...
-...Y él iba detrás de Akari, de mí, y puede ser de Ukyo-dijo Akane riendo. -Pero a ti también te perseguían, como no decías nada, parecía que te gustaba que te fuesen detrás.
-No veas a Shampoo, lanzándose con su bici a la cabeza, yo terminaba con mal de cabeza, siempre llevaba encima pastillas para el mal de cabeza. -sé quejó él. -y ya sabes lo que me pasó por eso, esta cicatriz no se ira nunca- se llevó la mano a la cabeza y recordó lo que paso meses antes...
-Hace tiempo que no sabemos ni de ella ni de Kodachi. Me temo algo. -dijo Akane.
-Yo también, yo también- contestó él- siempre que ha habido tantas oaz es un aviso de la tormenta que se avecina.
Ella asintió, debían estar preparados para cuando esos volvieran a aparecer, porque daría n problemas.
Subieron a su clase y entraron, como siempre se sentaron uno al lado de otro.
- ¿Qué Akane ya has pensado que carrera cursaras en la Uni? - dijo Sayuri.
-Yo estudiaré medicina- respondió Akane.
- ¿Y Ranma, estudiara para profesor de educación física? -preguntó Yuka.
- No, en principio pensamos estudiar las dos medicinas. - dijo Akane- pero nos dedicaremos a especialidades distintas, Ranma lo hará de medicina general, y yo aparte de eso me dedicaré aprender para ser quiropráctica.
- ¿Intentareis reabrir la clínica de doctor Tofu? - le preguntaron.
-En principio sí, pero nos gustaría cuidar más a los pacientes, y curarlos tanto de un refriado como de una torcedura de pie o un masaje. -comentó Ranma.
Siguieron hablando de sus proyectos.
-Y el dojo- preguntó Hiroshi- ¿No pensabais unir vuestras escuelas?
-Esperamos tener tiempo para todo-dijo Akane.
-Habláis, como si pensarais casaros, siempre habéis dicho lo contario- Yuka los miró sorprendida,  estaban diciendo lo contrario de lo que dijeron durante años.
-La gente cambia y puede que algún día nos obliguen a casarnos- Ranma tampoco parecía ir contra la boda.
-Que vosotros aceptaríais de buen gusto-era una voz con ira y resentimiento. Ukyo aun los miraba con rabia, sobre todo a Akane.
-Ucchan te dije desde el principio que éramos sólo amigos- contestó Ranma.
-No sabes el mal que me habéis hecho-dijo ella llorando- ¿Por qué Ranma?, ¿Por qué quieres a Akane? ¿Por qué no a mí?, ¿Es que no soy guapa?
Ranma se quedó parado, y miró a Akane ella estaba igual que él. No podían calmar o animar a la chica, ellos no. A los dos les dio pena y se entristecieron. Ukyo abandonó el aula y no volvió en todo el día ni el siguiente, es más pasaron varios días sin que volviese.
-No sabía el mal que le hacíamos. Ella me da pena, pero no Shampoo ni Kodachi. -comentó con pena Akane.
- ¿Te arrepientes de que salgamos juntos? -preguntó Ranma. - Si seguimos siendo pareja haremos mal a alguien, y si ellos nos hacen cortar seremos nosotros dos los dañados. Siempre habrá alguien que sufra. Pero nosotros también debemos ser egoístas y pensar sólo en nosotros.
-No, de ninguna forma me arrepiento-contestó ella alegre- estoy muy contenta de estar contigo.
El resto de las clases continúo. Volvieron a casa sin ningún tropiezo.
Paso la semana y sin ningún problema, a los tres días del incidente con Ukyo esta volvió, seguía triste y sin acercarse a nadie, pero miraba a los dos prometidos con una mezcla de sentimientos, rabia, odio, frustración, pero también cariño y amistad.
"La culpa ha sido nuestra. Estaban muy cercanos y los hemos ido echado él uno en brazos del otro, aunque de toda forma nunca hubiéramos podido hacer nada. Lo que hemos hecho ha sido echar gasolina al fuego. No hemos logrado destruir su amor, todo lo contario era fuerte y lo hemos vuelto mucho más fuerte. Desde el principio me di cuenta que se querían, pero no quise ver lo evidente, estoy más cegata que Mousse. Pero no soporto como se miran, me da envidia, es más tienen una familia alrededor que los aprecia, en eso también me dan mucha envidia, más que la que me dan como... pareja."-pensó la chica.
Se les acercó durante un tiempo libre de entre clases.
-Podemos hablar a la hora del almuerzo os espero en la terraza, no temáis no os hare nada.
A la hora indicada los tres se juntaron.
-Siento mucho los problemas que os he causado estos años-la joven cocinera estaba llorando- No quería ver la verdad, que os queríais. Lo vi en nuestro primer encuentro, pero me negué a aceptarlo. Yo quería que Ranchan te dejase para que estuviese conmigo, quería separarlo de ti, Akane. Sabiendo que era imposible, él no te dejara nunca, si no lo ven las demás es por qué son idiotas. No quiero que me odiéis.
-No te odiamos Ucchan- dijo Ranma- eres nuestra amiga, nos ha atacado, pero también nos has ayudado.
-Anímate Ukyo-dijo Akane-nos tienes preocupados, estas muy delgada, te tienes que recuperar.
-Pero es que no tengo a nadie. -dijo ella llorando con más fuerza- No tengo a nadie que me quiera, no tengo amigos, ni familia. Abandoné a mi padre por una quimera. No puedo volver, soy una mala hija, no me acogerá.
-Nos tiene a nosotros-dijo Akane llorando- No te dejaremos, somos tus amigos, lo seremos siempre.
-Puedes contar con nosotros-dijo Ranma también con unas lágrimas en los ojos- yo digo que tengo dos hermanas, Kasumi y Nabiki, tú también eres mi hermana, eres de mi familia.
-No me dejéis por favor, no me dejéis sola, no quiero estar sola. -dijo abrazándose a sus dos mejores amigos.
-No te dejaremos-dijo Akane- pero te tienes que cuidar, queremos tener de nuevo con nosotros la Ukyo de siempre, la alegre.
-Prométeme los dos que cuidareis el uno del otro o me enfadaré con quien haga daño al otro-amenazó Ukyo.
Aquella tarde Ranma se reunió con su padre en el dojo, el resto de la familia y Ukyo se quedó fuera y oyeron los gritos del muchacho. Ranma estaba muy furioso.
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-Dime, ¿Por qué? -dijo el chico- Fuiste tú el causante de todo.
-Yo te di a elegir o el carrito o Ukyo, tú cogiste el carrito. -le contestó su padre con una risa falsa.
-Tenía cinco años, tú me matabas de hambre-confesó el muchacho- Yo siempre tenía gana por el hambre que me hacías pasar. Tú comías bien en restaurantes y te ibas sin pagar. Mientras yo debía comer lo que me encontraba en el camino, incluso a veces me robabas la comida. Por eso cogí el carro.
-Pero lo vendimos-dijo Genma con una riendo con falsedad- y nos dimos una buena comida.
- ¿Nos dimos? -respondió el chico irritado- Tú te la distes, yo no vi nada, y te pasaste del presupuesto- estuve tres semanas trabajando para ese restaurante, tenía cinco años. ¡Un niño de cinco años trabajando por tu mala cabeza! Mientras tanto tú te distes a la buena vida.
-Lo pasamos muy bien esa temporada- dijo Genma riendo.
- ¿Lo pasamos?, ¡Tú lo pasaste de fábula! Yo debía pagar tus desmanes, trabajé para muchos restaurantes de los que te fuiste sin pagar o en lo que me alquilabas por un plato de comida. Ahora que lo veo desde la distancia, lo que me hiciste fue lo que el viejo maestro os hizo a ti y Soun. -opinó el chico- Yo no lo pase nada bien hasta que vine al dojo y las hermanas Tendo me dieron toda amistad y cariño que no encontré en ti, junto con mi madre son la única familia que tengo. Sigo teniendo pesadillas de esa época.
-No podemos adoptar a Ukyo, su padre ha adjurado de ella para castigarla. No podemos meternos entre ellos dos. -dijo Genma.
- Tú prometiste que nos la llevaríamos como hija tuya, no cumpliste como siempre hiciste-dijo Ranma. - ¡cúmplelo ahora!
-No puede ser-respondió Genma- No te veo capacitado para ser mi sucesor, mañana nos iremos a un entrenamiento de dos meses.
Akane fuera del dojo se quedó helada, no quería que Ranma se fuese, si se lo llevaba Genma no se fiaba cuando lo dejaría volver.
-No pienso ir-dijo Ranma para alegría de Akane-Tú no estás capacitado para enseñarme, no tienes nada que enseñarme, parece una huida; ¿de qué huyes? Aparte estoy en mi último curso no puedo perder más clases por tus locos caprichos.
-Tú no iras a la universidad, serás el maestro del dojo-contestó su padre- Soun vendrá con nosotros, haremos de ti un buen maestro para el dojo y un buen marido para Akane, que ahora no lo eres.
-Claro que iré a la universidad, mi vida es mía, no tuya para llevarla a tu antojo, como siempre has hecho. Ahora me llevó bien con Akane, ella sabe mis expectativas de futuro y las apoya y confía en mí para que cumpla lo que espera de mí. No quiero defráudala, no quiero que te metas en medio-contestó Ranma desafiante-cumple con lo que debes y adopta a Ukyo, se lo merece.
Ranma abrió la puerta del dojo y salió, se encontró toda familia, miró a su madre.
-Entiendo lo que quieres-dijo Nodoka- y te apoyo, pero será difícil convencer a tu padre.
Ranma no le contestó, estaba muy dolido con su padre.
Akane se le acercó, y lo miró con ojos brillante, él supo al instante que le diría.
-No te dejes vencer, Ranma. Hemos hecho planes para el futuro, son nuestros y no pueden destruirlos por un capricho de dos niños en el cuerpo de dos adultos.
- ¡Akane!, el padre de Ranma tiene razón. No puedes inmiscuiste en esta discusión. -dijo Soun-mientras tu prometido no esté preparado, vuestra relación queda anulada. Es decisión mía y de Genma.
Todos quedaron parados. Akane empezó a llorar y Ranma miró a los dos hombres furioso. Akane se abrazó a Ranma y este la abrazó.
- ¡Me niego!... ¿Me has oído bien? ¡Me niego! -dijo Akane- no me vais a separar de Ranma, no podéis. Vosotros me juntasteis a él y ahora me lo quedéis quitar, no os lo permitiré. - los dos jóvenes habían cambiado ahora que estaban más unidos que nunca, no dejarían que nadie los separarse.
- ¡Si lo podemos! Soy tu padre y puedo, debes obedecerme.
Los dos jóvenes se sintieron acodalaros y se miraron y asintieron.
- ¡Oh no!, lo van a hacer-dijo asustada Kasumi. Nodoka y Nabiki, la miraron sorprendidas. -Sentaos, lo que viene a continuación es para estar asentado.
-No me alejareis de Akane-dijo Ranma cogiéndola por la cintura-Por dos razones- y mirándola- por qué no puedo vivir lejos de ella. Si me intentáis separar de Akane, a la menor oportunidad me escaparé e iré a buscarla. - y miró mal a los dos padres - estáis haciendo sufrir a Akane, y no dejo que nadie le haga daño- y los amenazó- si seguís así me vengaré de vosotros, como he hecho de todo aquel que ha hecho daño a mi prometida.
Era una advertencia a los dos padres, pero estos no hicieron caso.
-No dejaré que te alejen de mi- dijo ella riendo y dirigiéndose a su padre- Si os lleváis a Ranma os seguiré y le ayudaré a huir y no nos veréis hasta que acabemos nuestros estudios. Y con algún niño de los dos.
- ¡Si lo hacéis os desherraremos! y ¿la segunda? -dijo Soun riendo creyéndose ganador.
- ¡Nos da igual que nos desherréis! Hace meses que planeamos huir, si vosotros o nuestros rivales nos lo poníais difícil, ¡YA ESTAMOS HARTOS QUE TODOS OS METAIS EN NUESTRAS VIDAS Y OS QUERAIS IMPONER! -gritó el joven. -La segunda razón es...-y miró a Akane.
- ¡POR QUÉ TENEMOS QUE DAROS UNA NOTICIA! - dijeron los dos jóvenes desafiantes.
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Los dos padres estaban tumbados en el suelo, se desmayaron al oír que los dos jóvenes tenían que darles una noticia. Se imaginaban lo peor, y a parte Genma había recibido una paliza.
Los dos jóvenes se habían decidido a contar todo, contar sus averiguaciones... y algo más. Estaba Ukyo aun llorosa, las hermanas Tendo y Nodoka.
-Os hemos reunido por qué tenemos varias noticias para vosotros.
-Seguro que Akane está embarazada-dijo riendo Nabiki. Y atrajo la mirada cargada de odio de todos.
-No, Akane y Ranma se casarán-dijo Ukyo, estaba segura que esto sería la noticia- y espero que sean muy felices.
- ¿Ya te has rendido? - preguntó Nabiki, y Ukyo asintió- Pues sólo quedará la chica china cono rival de mi hermana. La hermana de Kuno no cuenta.
- ¡No a todas las respuestas, son incorrectas! -dijo Ranma riendo-No tenéis ni regalo de consolación. Ni os habréis acercado. Os hemos llamado por qué tenemos que informaros de varias cosas.
Los dos jóvenes se miraron y él asintió. Akane se movió al centro del dojo.
-Hace varios meses-empezó Akane- Un día que nuestra familia no estaba, descubrimos una habitación secreta. Está bien camuflada, entre mi habitación y la pared de la fachada, allí descubrimos algo muy interesante. Una foto y unos documentos.
- ¿Qué tiene que ver eso con nosotros? -dijo Ukyo.
-Verás Ucchan-dijo Ranma- Hace poco más de diez años yo estuve aquí, en este dojo, unos días. Durante esas semanas yo me hice muy amigo de una niña, Akane, y le prometí volver para ser su prometido.
-Conforme pasaron los años los dos nos olvidamos, quedó un pequeño recuerdo que despertó cuando Ranma estuvo enfermo en el hospital.
- ¿Y qué tiene que ver eso con la habitación oculta? -dijo Ukyo.
-La foto tenía polvo y al limpiarla descubrimos a las tres hermanas Tendo con su madre y al lado de Akane, cogiéndola de la mano estaba yo-dijo Ranma.
-Ya de pequeño te aprovechabas de Akane-dijo Nabiki picarona.
-Hemos dicho que limpiamos...-dijo Akane-la foto se nos cayó y en el marco descubrimos un secreto escondido de la familia Tendo.
-No puedes contarlo-dijo Nabiki-No lo deberías saber hasta que estuviese casada.
-Pues ya lo sabemos-dijo Akane-y es justo que se sepa. un documento ... era la cesión temporal de Ranma a la familia Tendo.
Todos se quedaron asombrados, era algo que no debían saber los dos jóvenes
-Según parece yo debía quedarme con la familia Tendo-dijo Ranma- Hasta el momento de casarme con Akane. Montaron incluso una habitación para mí, pero al irnos mi padre y yo la tapiaron, para que la madre de Akane no tuviera malos recuerdos.
-Esos documentos lo explicaban todo-dijo Akane- Era la cesión de Ranma a mi familia. Mi madre luchó por ella, se encariño de él. No confiaba en Genma, quería salvar al niño de él. Aunque más que nada mi padre me vendió a la familia Tendo, aunque antes de cobrar nos tuvimos que ir.
-Sabia como era mi padre-dijo Ranma-Se había informado sobre él. Y no le hizo gracia que nos fuéramos, le costó un disgusto. Mi padre y Soun parece que estafaron a alguien y mi padre tuvo que huir y me llevó con él.
-Genma se llevó a Ranma y le intentó enseñar el golpe del gato y después lo llevó a China, y ya sabéis que le paso allí. Con eso los peores presentimientos de mi madre se hicieron realidad.
-Mi padre, quería vender el dojo después que me casase con unas de las hermanas Tendo. Me enteré hace seis meses, por causalidad. Yo no estaba de acuerdo, pero cooperé con él por qué tenía un cómplice con quien repartirse el dinero, y quise averiguar quién era. Pero no he logrado descubrirlo. Aunque tengo mis sospechas.
-Ranma me lo explicó hace meses, mientras duró nuestra fuga. Yo le intente ayudar, pero como él ha dicho no descubrimos nada. Nos fugamos por escondernos los de la cesión de Ranma. Parece que ocultarnos eso es una tontería para fugarnos, pero así somos nosotros y enseguida nos enfadamos por una tontería-lo que no dijo Akane, que ellos dos también buscaban una excusa para fugarse, y con eso que descubrieron se lo pusieron en bandeja.
-Cuando fuimos al prado descubrimos una caja con una foto con algo escrito y un documento. Cuando éramos niños la enterramos sin saber su significado, fue una travesura. Mi padre y su cómplice la buscaron durante años. En esa foto la señora Tendo, dejaba el dojo a la hija que se casase conmigo, es más se lo dejaba a Akane, pensaba que me casaría con ella. Y en el documento ponía lo mismo más detallado. Los dos ladrones querían el documento para hacerlo desaparecer, pero jamás encontraron el documento. Al recuperarlo yo y Akane lo escondimos, y les enseñó la foto y les entregó el documento.
Esto no lo sabían ni Kasumi ni Nabiki, y miraron a Genma muy mal.
-Mis sospechas sobre el cómplice eran o el director Kuno, que parecía relacionado con mi padre y... Y el otro...-y calló. Pero alguien en la sala se puso blanco. Y tanto Ranma como Akane se dieron cuenta. - ¿Tío Soun? ¡No puedes ser tú! - se negaba a creerse eso
-Yo quería... -dijo Soun asustado y no pudo continuar.
-Me lo imagino-dijo Nabiki- El dojo lo heredó de mi abuelo, el padre de mi madre. Si lo vendía, nos tendría que dar una parte a sus hijas. Y con ese trato con Genma se libraba de nuestra parte. Se repartirían el dinero entre los dos, dejando a nosotras y a Ranma en la estacada. Seguro que harían todo para que el que pareciese culpable fuese Ranma y ellos escapar sin daños.
-Sois unos padres detestables-dijo Ranma- Cuando me case con Akane- y la miró y sonrió- si lo hacemos. El dojo será de los dos, con una parte para Kasumi y otra para Nabiki así lo estableció su madre. Y no dejaremos que hagáis lo que tenéis planeado.
- ¡Nos habéis engañado! -dijo Akane enfadada- De ahora en adelante seguiréis nuestras instrucciones, no estáis capacitados para ser los patriarcas de las familias Saotome ni de la Tendo.
- Poco después de salir huyendo de aquí mi padre me prometió con Ucchan y también prometió llevársela como hija. Pero no cumplió su palabra y huyó como siempre hace.
-Ahora Ranma, su madre y yo convencimos, y no por las buenas, a Genma para que adopte a Ukyo como hija. -dijo Akane.
-Te dije que no podíamos ser novios, pero ahora legalmente eres mi hermana, si quieres.
Ella se puso a llorar.
-Y tanto que si-dijo ella abrazándolo- quiero ser tu hermana, pero con una condición, aunque me van a matar tus otras prometidas, quiero que hagas feliz a Akane, o si no te mato.
Él se puso rojo y pensó en sus rivales, que harían cuando se enterasen.
-No te harán nada Ukyo ni a mis hermanas, ni a mi hermano. Yo no les dejaré, ahora eres de la familia y yo te protegeré-dijo Kasumi sonriendo- Yo oculté todo por qué me lo pidió mi madre, a mí y a Nabiki, que se enteró por curiosa, pero ya no me siento ligada a ese juramento, por qué ya se sabe todo. Aunque no sabíamos lo de la venta del dojo. Por eso Genma debió huir.
-No, ¡huyeron por qué tenían una promesa con Kuno!, bueno con su padre, debían casar a Ranma y Akane con Tatewaki y Kodachi. Fue una estafa a dos bandas. Por un lado, mi padre y Genma y por otra el director Kuno. Ninguno de los tres jugó limpio. Genma huyó con Ranma y el director lo hizo a Hawái. Lo que pidió cada uno no se sabe, pero a los tres le salió mal. Y esa promesa quedó anulada. -dijo Nabiki. - Me lo contó hace unos días Tatewaki.
-Kasumi no pasa nada-dijo Ranma, lo que explicó Nabiki ya lo sabían los dos chicos- siempre nos has intentado proteger, nos has ayudado y no has revelado el secreto que Akane te confió.
- ¿Secreto?, ¿Qué secreto? -dijeron todos.
-Sentados lo necesitareis-dijo Akane riendo- os acordáis cuando Ranma y yo nos quedamos solos cuando fuisteis a Europa. Shampoo logró entrar al dojo cuando no había nadie, y echó una porción al pollo. Algo le salió mal. La verdad que en la receta con la que hicimos el pollo, llevaba vino, demasiado vino. - Miró a Ranma y los dos sonrieron- La mezcla fue terrible.
-Si, después de comer nos sentimos embriagados-dijo Ranma- como borrachos.
-Yo me quede en ropa íntima delante de Ranma-dijo Akane avergonzada.
- ¿Cómo pudiste hacer que Akane se desnudarse delante tuyo? -dijo Soun llorando.
-Fui yo quien lo hizo-se defendió ella enfadada- él se asustó mucho, pero yo no podía controlarme y...
- ¿Y qué? -dijo Nabiki, deseando haber grabado eso.
-Yo avanzaba y Ranma retrocedía asustado y yo seguía avanzando y él retrocedía...- calló para darle emoción-... Y ya no recordamos nada. Hasta el día siguiente. -dijo Akane rascándose la cabeza y con una risa falsa.
-Nos despertamos los dos en... en el mismo futón, el mío, con dolor de cabeza-dijo Ranma lo que venía a continuación le costaría la vida, miró a Akane y ella sonrojada asintió-yo estaba sin camisa y en pantalones... y... con las braguitas de Akane.
-Ranma te voy a matar por lo que hiciste a mi hija-gritó Soun enfadado.
-Eso no es comportamiento muy masculino. -dijo Nodoka.
- ¡SILENCIO!, ¡CALLAD DE UNA VEZ Y ESCUCHARNOS! -gritó Akane furiosa- yo llevaba su camisa y sus... calzoncillos.
- ¿Qué hicisteis en la cama?, ¿Cómo cambiasteis de ropa interior? - preguntó Kasumi asustada imaginando lo peor. Ella no sabía esto. Akane no le había explicado todo.
-No hicimos nada y no sabemos cómo cambiamos de ropa-dijo Akane- yo salí avergonzada de la habitación de Ranma y cuando me acababa de vestir oí gritar a Ranma. Era un grito de horror. Al volver vi a Ranma mirando algo en el escritorio.
-Era... era...-dijo el chico, -no puedo decirlo
-Una caja de perseva...-empezó a decir Genma riendo.
-No, desde luego que no era eso- gritaron los dos muy rojos- ¡ERA UN DOCUMENTO DE NUESTRA BODA CIVIL!
Todos se callaron y los miraron con los ojos abiertos. El primero en reaccionar fue Soun.
- ¿COMO PUDISTES HACER?, ¡TE VOY A MATAR! - exclamó furioso. Y se lanzó sobre Ranma y lo empezó a estrangular. Pero Kasumi lo paró sólo con una mirada.
-No sé, literalmente no lo sé-dijo Akane y se puso irónica-Fue hace casi un año, pero creo recordar que alguien nos drogó y que no fuimos dueños de nuestros actos por eso- estaba furiosa por la pregunta.
-No sé de qué hablas tío Soun-dijo Ranma- Ya lo hemos dicho alguien nos tendió una encerrona, que le salió mal en parte, y se nos fue la cabeza. Al día siguiente me encerraron sin culpa y todo se complicó durante un mes.
-Un año casados y no decís nada-dijo Nodoka. -Yo sabía que ocultabais algo desde hace un año, pero no me imaginaba que fuese esto.
-No quería poner a Akane en peligro-dijo Ranma.
-Has deshonrado a mi familia, anularé esa boda y os casareis como debéis-dijo Soun.
-Tú querías de ellos dos se casasen-dijo Kasumi furiosa- ¡pues ya lo están! Y te quedaras callado.
-Ahora el heredero-pidió Genma riendo.
-Dejarlo para más adelante-dijo Ranma- Akane y yo queremos acabar nuestros estudios. Ya veis que no podéis sepáranos. Ni hacer con nosotros lo que queráis. Si queréis algo de Akane tendréis que contar conmigo y al revés si queréis algo de mi debéis contar con Akane. Si no nos gusta lo que proponéis... no lo haremos.
Estaba advirtiendo tanto a su familia como a sus rivales cuando se enterasen, que se iban a enterar, Ukyo era ahora una Saotome y no haría nada.
-A partir de hoy Ranma dormirá conmigo y no queremos que nos espiéis-advirtió Akane.
-No es justo -dijo Nabiki -He perdido dos años detrás de vosotros para haceros la foto de vuestro compromiso y venderla. Para que ahora que ya estés casado con Akane. Siempre dijiste que no la querías y que no era maja.
-No decía la verdad, me daba vergüenza decir la verdad, y todavía me da. Y también quería salvarla de esas locas y de cualquier loco que me retase, era...es mi punto débil. -explicó Ranma. -Me di cuenta cuando luché con Saffron.
-Todo está bien menos en un punto-comentó Kasumi-Cuando se enteren que estáis casados esas dos chicas y los tres chicos os atacaran.
-Cuando sepan la noticia vendrán eso seguro y entonces ya veremos lo que pasa. -dijo Akane sonriendo- Nunca han sido más fuertes que nosotros y ahora tanto Ranma como yo somos más fuerte y ellos prácticamente siguen igual.
-No es justo-dijo Genma - celebrasteis una boda sin nadie de nosotros, deberíamos celebrar otra.
Ranma y Akane se quedaron mirando.
-De acuerdo, pero esta noche misma- dijo Ranma- pero sin invitados... o muy pocos, muy íntima, solo los que hay ahora aquí y algunos amigos. Y nada de vender la exclusiva a nuestros compañeros y menos a nuestros rivales, por qué ya sabes nuestro precio, ¿verdad Nabiki?
Nabiki los miró enfadada, hacía un tiempo que no podía venderlos, los dos chicos se vengaban cuando lo hacía. No quería desafiarlos, la última vez lo pasó fatal
Todos los que había en el dojo se cambiaron y se vistieron muy elegantes. Ukyo se vistió con un traje de Kasumi. Había elegido el nombre de Ukyo Saotome-Kounji, no se quiso quitar su apellido.
Antes de empezar la celebración y Ranma y Akane llamaron a sus mejores amigos del instituto y quedaron todos en el dojo. Cuando los cuatros entraron en el dojo descubrieron la verdad y se alegraron, pero decidieron mantenerlo en secreto, hasta que los casados los revelasen por sí mismos. Habían escondido el teléfono para que Nabiki no llamase a los "amigos" de Ranma y Akane y venderles la noticia. Kasumi la tuvo todo el tiempo vigilada, para su fastidio no pudo ponerse en contacto con nadie.
De forma secreta invitaron al dojo a un sacerdote amigo de los Tendo y allí formalizó la boda y la pareja quedó unida como matrimonio por segunda vez y esta vez delante de su familia.
Soun y Genma se estaban emborrachando y querían emborrachar a Ranma y sus amigos, pero no los encontraron, ni a las chicas tampoco.
Unos minutos antes.
-Venga vámonos, chicos y chicas que como nos pillen los dos viejos tendremos problemas. -dijo Ranma esperaba que su padre y su suegro no se diesen cuenta de su fuga.
-Mientras mama Nodoka los distrae nosotros escapamos. -dijo Akane, contenta de tener una madre.
Los tres chicos y las seis chicas iban a disfrutar a la discoteca. Ukyo se asustó al entrar con esa música tan fuerte, y esas luces, pero pronto se adaptó. Ranma bailó con su prometida toda la noche. Akane lo acaparó y no se lo dejó ni a Kasumi.
Los nueve pasaron una buena noche y salieron de la discoteca muy tarde.
Días después, Ranma y Akane se dirigían al instituto. Después del fin semana movido que habían tenido. Ese día sería distinto, sus compañeros se enterarían de la verdad.
- ¡Hola!, ¿Habéis descansado? - dijo una voz por detrás y alguien los abrazó. Ukyo estaba contenta. - ¿Habéis tenido problemas?
La chica había vuelto a su restaurante. Iría al dojo algún día a la semana. Pero seguiría haciendo vida como hasta entonces.
- ¡Hola Ukyo! -le respondió el chico-No, por ahora. En casa se han comportado. No nos han espiado. Ni Nabiki nos ha hecho fotos.
-Debes ser que Nodoka se puso firme. Pensamos ir un par de día a casa de la madre de Ranma. Como viajes de novios. Dejaremos para más adelante un verdadero viaje de novios.
-Veamos la conmoción que causamos hoy- dijo Ukyo. Y los tres se rieron.
Entraron en el instituto y se dirigieron a su aula. Entró el profesor y empezó a pasar lista.
"Ahora viene cuando todo cambiará"-Pensaron los tres chicos con una sonrisa perversa. Los otros cuatros chicos que lo sabían también sonrieron.
-Saotome...-comenzó el profesor y se calló sorprendido. Cuando continuase se iba crear la primera conmoción. -Saotome Ukyo...
- ¡Ranma eres un traidor! ¡Has dejado Akane por Ukyo! -dijeron sus compañeros. Todos empezaron a murmurar y mirar a Akane con pena, que sonreía y hablaba con Ukyo.
-No soy la mujer de Ranma, he sido adoptada por la familia Saotome, ahora soy la hermana de Ranma.
-Ahora viene la gran sorpresa-dijo Akane con un poco de maldad a su amiga. Y esta le sonrió perversa.
-Saotome...-siguió el maestro y se calló. Dejó caer la lista y miró a Akane y Ranma sorprendido. Los que sabían el porqué de la reacción del profesor sonrieron. -Saotome... A... Aka... Akane.
Ahora si estalló una bomba en el aula. Los implicados sonrieron.
-Si. Nos casamos el sábado. Aunque realmente nos volvimos a casar. Estamos casados desde hace casi un año. Aunque no lo sabía ni nuestra familia-dijeron los jóvenes riendo. -Esta vez sólo invitamos a la familia y a unos amigos. Cuantos menos lo supieran mejor.
Los chicos miraron a Ranma con rabia, y alguno lo felicitó. Y las chicas felicitaron Akane. Pero alguna la miró con envidia y rabia.
-Esto llegará pronto a oídos de vuestros rivales, si no ha llegado ya. Va ser un día muuy movido-Les avisó Ukyo.
La noticia se expandió por el instituto con muchísima rapidez. Toda la mañana tuvieron que aceptar felicitaciones y alguna bronca de sus profesores sobre todo de la profesora Hinako, que tenía envidia de ellos.
A la hora de la comida huyeron a la azotea, sus compañeros de clase les ayudaron a despistar a quien querían acosarlos con preguntas.
-Ukyo tenía razón esta siendo un día movido y algo me dice que hoy tendremos clase de baile con "nuestros amigos" -dijo un cansado en Ranma.
-Ya sabíamos a lo que nos exponíamos Ranma. Te arrepiente de haberte casado conmigo? -Le preguntó su mujer seria.
Él se la quedó mirando sorprendido cerró los ojos y negando con la cabeza sonrió.
-Nunca. Es lo mejor que he hecho nunca. Para lograr ello, he tenido que vencer a mi peor enemigo ... a mí mismo, a mi timidez, a mi cobardía y al miedo a tu rechazo. Pero no me arrepiento, ni lo haré.
- ¿Ni cuando te haga la comida?, ¿Ni cuando no te cosa bien la ropa? Reconozco que soy muy torpe-dijo ella con pena bajando la vista-No soy la mejor opción que tenías.
-Estás mejorando en las dos cosas por qué te esfuerzas. Y eso yo lo valoro mucho. Y no eres la mejor opción- le respondió. Ella cerró los puños con fuerza, se estaba enfadando. El chico miró a el cielo y sonrió-Eras la única opción, siempre lo has sido, aunque yo lo negara. Y eso equivale a ser la mejor opción. Me he casado con la mejor mujer que conozco. Con tus cualidades y defectos, y no te cambiaría por nada del mundo.
Ella se lo quedó mirando y le besó en la mejilla, tenían miedo de besarse en los labios por el desmayo de Ranma.
-Tú también fuiste la única opción que tenía. Las otras quedaron anuladas al aparecer ti. Y no fueron nuestros padres quienes las eliminó, fui yo misma.
-En mi caso las opciones aparecieron después. Pero en realidad sólo fueron una ilusión. Ni Shampoo ni Kodachi fueron lo que ellas querían. Ukyo sólo fue un amigo, que luego se transformó en amiga y ahora a hermana. Tú nunca te quisiste imponer, nunca me obligate a amarte como hicieron las otras. Pero siempre que te necesitaba estabas. Arriesgaste tu vida por mí. No me gustaba ni me gusta que arriesgues tu vida es mucho más valiosa que la mía.
- ¿Y Kasumi? -dijo el Akane-Sé que dormiste con ella, pero que lo hicisteis como hermanos, me lo contó ella.
- Kasumi, la dulce Kasumi. - comentó con desgrana, ironía y algo de furia, el chico. Kasumi le caía bien, pero tenía que librarse de ser la criada de casa, ya había hablado con Akane, y ella estaba de acuerdo. No le contaría a Akane todo, no le contaría que vio desnuda a Kasumi, y que ella se metía en su cama desnuda. Tampoco le contaría que le pidió que le hiciera el amor y que él se negó.- Si, dormí con ella. No pasó nada. No pienses mal ... No hicimos nada, para mí es una hermana.
-Yo no he pensado mal, no te estaba atracando-dijo ella, no estaba enfadada- No tengo nada que decir a eso. Mi hermana y tú dormisteis juntos y punto, lo hicisteis como hermanos, eso es cosa de ella y tuya, como si fueran entre ella y Nabiki, no es cosa mía. -, ella sabía todo, que su hermana tentó a su prometido y éste la rechazó, Ranma había actuado bien y no tenía nada que decir, y por eso cambió de tema -Yo entonces estaba en el hospital y caí dentro de un pozo. Pero tú también caíste al vacío, yo te arrastré. En aquel momento no tenías a nadie en que apoyarte, yo no te apoyé !, estaba metida en un pozo oscuro y te traje conmigo.- le digo con mucha pena.
-No me arrastraste. Acababas de quedarte paralítica y yo no veía la salida del túnel, pensaba que la situación mejoraría cuando volvieras, y te curarías en unos días- bajó la vista y dijo con mucha pena-me equivoqué, empeoró. La chica que volvió del hospital no eres tú, era una chica cobarde y llorona, Todo lo contrario que tú. Tú siempre habías luchado y nunca te rindas ... y esta Akane que volvió se rindió y se acobardó por todo .. Yo también me vine abajo. Te necesitaba, y no estabas. No estaba mi Akane para pelearme con ella, ni divertirme ... ni para entrenar. Empecé a odiar todo. Estuve a punto de dejar incluso las artes marciales. A final estaba en el límite, si no hubiera vuelto a ser tú, en un par de días más yo ... había terminado mal, muy mal.
Ella lo miró y le sonrió. Nunca le había contado eso. Se había guardado para él todo el dolor que sufrió esa temporada. No hablaría más de eso con el chico. Aunque hacía más de un año, Ranma como ella tampoco estaba recuperado del todo.
La chica se lo quedó mirando y de pronto se acordó de algo que vio cuando él estuvo falsamente acusado de violación y tuvo que huir
-Ranma... cuando Shampoo y su bisabuela... aquella vez que te acusaron de violación... durante un tiempo dormí en tu habitación... e incluso me ponía tu pijama-se puso roja avergonzada. Su marido la miró y sonrió- encontré algo en tu habitación... una caja muy maja y elaborada y dentro había cosas que parecían muy importante para ti...
-Sé de la caja que te refiere. No te lo voy a negar, ahí dentro hay cosas importantes para mí... la foto del último instituto que fui con mis compañeros, está Ryoga- ella asintió- la tarjeta de un restaurante en el que trabajé por culpa de mi padre, me trataron muy bien, me dio pena irme. Los he visitado varias veces. Y lo más importante tu... tu...
-Mi cola, el trozo de pelo que perdí en tu primera lucha contra Ryoga.
-Es muy importante para mí... Ya entonces lo era. Tú lo has sido desde que nos conocimos lo has sido... para mí tu cola era... como si tuviese algo tuyo, tenerte cerca en una época que no me atrevía a decirte lo mucho que me importabas.
-Por qué eras tonto-dijo ella riendo- éramos los dos tontos. Lo que nos llegamos a perder por orgullosos.
-Aunque en parte fue lo mejor- dijo él serio- Si me hubiese declarado entonces esas tres locas te hubiesen atacado y era algo que no quería.
-Y ahora, ¿Continuaras conservando ese trozo de pelo, cuando tienes a su dueña para ti?
-Y tanto que sí. Me trae recuerdos de una jovencita de cabellos largos con quien me divertía mucho...-calló y la miró, ella se puso nerviosa- Pero con esa misma jovencita con el cabello corto también me lo he pasado muy bien. Me aburró si no está cerca de mí.
Ella se lo quedo mirando. Se acercó y le dio un beso rápido, pero intenso.
-Eso es una de las razones por que te quiero.
Sonó la campana de vuelta a clase y Ranma se levantó. Le tendió una mano a su mujer y ella la cogió. El chico la ayudó a levantarse y aprovechó para agárrala por la cintura y la besó... en la mejilla, aun no atrevía a besarla en los labios, aunque ardía en deseos de hacerlo.
Cuando se separaron ella lo miró sonriendo y con la cara roja.
-Ranma está muy bien esto, de estar los dos solos... pero debemos volver a clase.
-Si volvamos. Por qué no quiero permanecer en el pasillo contigo castigado... eres demasiado tentadora para permanecer quieto a tú lado-contestó él con una sonrisa pícara. Ella se puso roja y sonrió.
Volvieron a clase cogidos por las manos. Y sus compañeros bromearon sobre si habían encargado al niño en el tiempo de recreo. Los chicos se pusieron rojos y no contestaron.
Al acabar las clases salieron del instituto con Ukyo bromeando entre ellos y al cruzar las puertas de salida a la calle se encontraron con una sorpresa que ya sabían tarde o temprano volvería aparecer en sus vidas.
-Mira, mira Akane. Tenemos visita-dijo el chico con sorna y falsa alegría- ¿No querías ver a nuestros rivales? Pues aquí los tienes.
-Vamos a tener baile-dijo su antigua prometida con un tono de aburrimiento- No creo que les haga gracias que nos haya casados. ¿Piensas que vienen a felicitarnos? -ironizó la chica
-Sería un detalle. Pero eso no ocurrirá. ¿Quién puede ser él se ha ido de la lengua? - preguntó Ranma y se quedó mirando a su mujer. Ella de golpe se sorprendió, había descubierto el traidor. Ranma también adivinó quién era.
- ¡Nabiki! -exclamaron los dos con cansancio
-¡Esta nos la paga!, con lo que le hemos montado antes y nos sigue traicionando-dijo la chica-Podíamos haber disfrutado de algún día más de fiesta sin estos cerca.
-Ahora no te tortures, cariño-Respondió cogiéndola por los hombros- Ya no nos pueden separar. Y si lo intentan no lograran nada. Y si lo consiguiesen ellos seguirán siendo nuestros rivales. Y en peores términos que ahora por qué los odiaremos por el daño que nos causarían.
- ¿Cómo te has atrevido a casarte con mi diosa Akane Tendo? - comentó un lloroso Kuno.
Ranma miró a su mujer y sonrió.
-Pues bien, Kuno, nos drogasteis y en lugar de hacer lo que vosotros queríais- dijo Ranma- hicimos lo que realmente nosotros queríamos en el fondo de nuestro corazón y de nuestra alma, ¡CASARNOS!
Akane miró sorprendida a su marido y se dio cuenta que tenía razón. Aunque ya habían hablado de esos antes.
-No permitiré que sigas con Akane, romperé esa relación- dijo un furioso y colérico Ryoga-No te la mereces.
- ¡Anda el mujeriego!, va detrás de dos chicas o tres. Su novia Akari, a la que parece olvidar cuando aparece Akane. De Akane, ahora ya casada. Y según parece hubo un tiempo que parecía que iba a por Ukyo. -Ranma estaba muy enfadado e ironizó. - ¿Cómo tienes el valor de criticarme e ir tú descaradamente a por cada flor de jardín?
-No he olvidado la humillación que me hiciste pasar, cerdito- dijo Akane airada- meterte en mi cama, y que yo atracase a mi prometido, cuando en realidad él me quería defender de ti. Es una ofensa muy grande, y todo con la excusa de estar enamorado de mí. Eres un pervertido y un aprovechado. ¡Tú si no te mereces a Akari ¡
Ryoga se quedó mirando a Akane apenado, no se esperaba que se dirigiese a él en ese tono tan duro.
-Airen está equivocado, se tenía que casar conmigo, según leyes de mi pueblo- dijo Shampoo- Yo matare a Akane y Ranma...
-...Acabará contigo y te llevará en pedazos a la bruja de tu bisabuela. No estamos en tu pueblo ni soy de tu pueblo. Me he casado con quien ¡yo quiero!, ¡con quien yo siempre he querido! Tócale un pelo a mi esposa y morirás...- dijo Ranma con furia, sus ojos destilaban mucho odio, tanto que sus rivales retrocedieron asustados.
-Tu chica fea, ¿Cómo has podido quitarme mi Ranma? Una plebeya como tú. Cuando acabe contigo. Ranma volverá a mí con los brazos abiertos. -dijo Kodachi.
-Dirigidos a tu cuello-dijo Akane- Conozco a mi esposo, y él no siente nada por ti, bueno algo si... desprecio. Ranma no os quiere como novias, tal vez como amigas, eso a algunas de vosotras. Y yo no os consiento que os acerquéis a él. ¡ES MIO, Y SOLO MIO!
-Bien dicho, aunque muy posesiva, cosa que no voy a critícate. No le toquéis un pelo a mi esposa u os mataré. Me dará igual que seáis hombres o mujeres. Si no nos dejáis en paz estaréis muertos.
-No te mereces a Akane- repitió Ryoga- es demasiado buena para ti. Haremos que os divorciéis.
-Akane, ¿tu padre esta viuda? -Preguntó Ranma sonriendo.
-Sí, podíamos hacer que se lie con la madre del cerdito y que ella rompa con su marido, es lo mismo que Ryoga quiere para nosotros. -Contestó la chica sonriendo adivinando el plan de su esposo.
-No os metáis con mi familia-dijo un enfurecido Ryoga cerrando el puño con rabia- No consiento que nadie se meta con mi familia. Él que se mete en medio de una familia solo por destruirla debería estar colgar...- y se cortó cuando se dio cuenta lo que decía.
-Continua Ryogita- dijo Akane irónica- ¿quieres decir colgado? ¿No es lo que tú estás intentando hacer con nosotros dos? ¡CONTESTA! - gritó furiosa- Nos intentas separar contra nuestra voluntad. Te mereces que te pase lo mismo que quieres para nosotros.
-No lo hará, no es capaz de contestar. Vienen a sepáranos, no le importa nuestros sentimientos, son unos egoístas. -dijo Ranma rabioso- Realmente no están enamorados de nosotros, para ellos somos meros objetos, premios, algo que mostrad a sus rivales, para indicar su supuesta superioridad.
-Tenéis razón y lo sé por qué yo era igual que ellos- dijo Ukyo-Me he dado cuenta de algo. Realmente yo no quería a Ranma como novio, lo quería como amigo. Me engañe yo misma, pensaba que sentía algo no sentía. Ahora Ranma es mi hermano y Akane mi hermana. No pienso dejarlos solos. Son la única persona que me apoyaron en mis peores momentos.
-Te has dejado engañar por los Saotome, para que esos dos tengan el camino libre.
Ukyo se quedó parada y miró a la pareja, y volvió a mirar a los cinco chicos y sonrió, "Nos traicionará"- pensaron Ranma y Akane y "un aliado más"- pensaron el resto. La chica estalló en carcajadas
-No, la verdad que desde el principio vi que estaban enamorados -dijo con pena-. Pero los dos eran tan tontos, tan tímidos, tan tozudos que no querían reconocer sus sentimientos. Ahora que lo han hecho los voy a apoyar. Son mis amigos, no mejor... son mi familia. Ryoga. Creo que tú deberías estar aquí. No lograrás a Akane, vuelve con Akari y deja de hacerla sufrir, eres un mal hombre.
-No te meta Ukyo, esto no van contigo- dijo Shampoo.
-Me parece que no me has oído-dijo Ukyo con ironía- son mis hermanos, legalmente. Los ayudaré en todo para que sean felices o si tienen problemas. Ellos se quieren y jamás ganareis en eso. Si lucháis tanto si ganáis como perdéis, no logareis nada. Esta pelea es una pérdida de tiempo.
-Ukyo tiene razón si a mí me pasa algo, Akane se vengará, -Ranma miró a su esposa y esta asintió con la cabeza- y al revés, si a ella le pasa algo yo me vengaré. Ya os lo dijimos hace tiempo, no consentiremos que se le haga mal a nuestra pareja. Yo quiero a Akane, es mi prometi...mi esposa, os mataré si la tocáis.
-Yo quiero a Ranma es mi... esposo, no quiero que lo toquéis ni os acerquéis. Os mataré si sufre por vuestra culpa.-
Aún a los dos se le hacía difícil tratarse como en su estado civil actual. Para ellos seguían siendo prometidos
-Atacad cuando queráis, pero ya habéis perdido, aunque ganéis la pelea- dijo Akane. -Pase lo que pase no me separaran de ti, Ranma.
-Ni a mí de ti, Akane-le respondió él- Acuérdate que tenemos que ir de compras y a tomar algo.
Y empezó la pelea.
-Necesitamos una cama de matrimonio- dijo Akane esquivando el ataque de Shampoo. Y dando le una patada a Ryoga en el estómago.
-Sabanas- le contestó Ranma. Estaba pegando un motón de golpes a Kuno. Esquivó la cinta de la hermana de este, que cogió por el cuello a Kuno y lo hizo volar. -y alguna manta.
-También podíamos comprar dos almohadas-dijo Akane se pararon el uno enfrente del otro y cuando se acercaban sus rivales les golpeaban sin mirarlos. - Y pijamas.
Ya había caídos los Kuno, se habían peleado entre ellos. Y estaban los dos tumbados en el suelo, habían sido rematados por Akane y Ranma.
-Nos desprecian, se ríen de nosotros-dijo Shampoo con rabia, tenía los ojos rojos de la rabia. - Te mataré Akane.
Atacó a la chica con una daga envenenada y Ranma corrió en ayuda de su esposa, pero Ryoga se metió por medio.
-No me vencerás niña- dijo Ryoga- Te ganaré y me quedaré con Akane.
-En ese caso ella te matara a ti-contestó su rival- No me dejaré ganar por un mujeriego pervertido como tú. Por cierto, cerdito, nada de niña, ya me libraron de la maldición, ya no me transformo. Me libró Akane, si yo no hubiese sido tan idiota haría años que no me transformaría.
Akane cogió las manos de Shampoo para evitar que le clavase la daga y notó que alguien se le acercaba por detrás y al ser atacada se apartó.
Shampoo vio como Mousse intentaba atacar a su rival, pero que esta notó su presencia y se apartó. Shampoo no pudo evitar, o no quiso, nunca lo supo, que Mousse la golpearse. Podía haberlo esquivado con facilidad, pero fue como si una parte de ella quisiera ser vencida por Mousse. Puede que recordase lo que él le dijo en el torneo semanas antes.
- ¡Shampoo!, ¿estás bien? - dijo Mousse preocupado.
-Sí, estoy bien- dijo ella, pero le daba vueltas la cabeza, pero el orgullo de su tribu le impidió decir la verdad- Me has vencido, debes luchar con Ranma por mi mano. Si les vences... si le vences... o se rinde serás tú mi Airen
Se desmayó, y Mousse creyó haber oído que ella decía "por fin..."
Solo quedaba Ryoga que se enfrentó a Ukyo.
- ¿Por qué los defiendes? - dijo Ryoga- Tú tendrías que haber luchado con nosotros no en nuestra contra.
-No, me has oído. Ellos se enamoraron nada más conocerse. Cuando llegamos nosotros, ya lo estaban. Me he dado cuenta que no tenía nada que hacer. Si tú no te das cuentas es por qué eres tonto, y te quieres seguir aprovechando de Akane. Tú al menos tiene una novia. Que no sé lo que ve en ti. La dejas a cada instante por Akane. No te mereces el amor de nadie. Eres ruin y perverso.
El chico de la cinta se enfureció y la atacó. Era lo que ella quería, le dio un golpe en la cabeza con la espátula y Ryoga cayó al suelo vencido.
-Creo que ya está- dijo Ranma. Se equivocaba.
-Te desafío Ranma-dijo Mousse- Le he ganado a Shampoo, si te gano a ti ella será mía... sí es a ella a la que elijo. También puedes rendirte.
Ranma miró a Akane y los dos sonrieron. El orgullo Saotome le impedía rehusar una pelea. Pero era una pelea en la que no quería participar.
La pelea fue breve y Ranma cayó vencido por Mousse. Aunque los tres Saotome supieron que el chico se dejó vencer.
- ¿Y el orgullo Saotome? - preguntó Akane en voz baja mientras ayudaba a levantar a su marido.
- ¿Te sienta mal que me haya dejado vencer? - dijo Ranma en voz baja, y Akane sonriéndole negó con la cabeza- A veces el orgullo consiste en comerse el orgullo y hacer lo correcto.
Ella lo miró a la cara sorprendida y le sonrió y se tiró encima abrazándole por el cuello y lo besó, pero no en los labios.
-Este es el Ranma que más quiero-dijo ella contenta.
-Me gusta que me comprendas, por qué a veces ni yo mismo lo hago- le respondió su marido-Ukyo te esperamos dentro de una hora y media o dos horas en nuestra heladería favorita, no faltes y lleva a nuestros rivales. Akari nos esperará allí, debe reconciliarse con Ryoga.
Los dos esposos compraron lo que necesitaban, e hicieron que lo enviasen al dojo Tendo. Su habitación sería la que ocupaba Ranma. La amueblarían adecuadamente para transformarla en la habitación de matrimonio de los dos jóvenes.
A la hora indicada estaban en la heladería disfrutando de un helado, cuando llegó Ukyo con tres de sus rivales. Los dos hermanos se negaron a ir, Ukyo los amenazó para que no se volviesen a acercar a ellos, ni Ranma ni Akane supieron lo que les dijo, pero no volvieron a tener problemas con ellos... durante mucho tiempo.
Todos se sentaron y miraron con rabia a los recién casados.
-Vamos a déjalo claro. No nos vamos a divorciar por qué vosotros así lo queráis, panda de egoístas. Nosotros nos queremos y vuestros deseos hacía nosotros nos dan igual. -dijo Ranma.
-Cualquier ataque contra nosotros será contestado con igual violencia, por el atacado y si es liquidado por el otro- dijo Akane.
-Hemos dejado constancia de vuestros ataques. Tenemos grabaciones e imágenes- dijo Ranma- Si nos pasa algo, vosotros seréis los principales sospechosos, y os denunciaremos. - y los miró- Y si, esto es una amenaza y un seguro.
-Si os acercáis como amigos os trataremos bien, pero a la menor provocación os devolveremos el ataque.
-No es justo- dijo Shampoo- Hemos luchado por separaros. Nos hemos esforzado para nada.
-No es verdad. Mousse te ha vencido-dijo Akane- Podías haber esquivado el ataque y no lo hicisteis. Te dejaste vencer. Reconocerlo te gusta Mousse.
-No es... verdad... bueno un poco... Pero Ranma hizo trampas. -dijo Shampoo.
-Y a ti te daba igual que me venciese o me rindiese, te oí decirlo a Mousse. -dijo el chico de la trenza-Pues he hecho las dos cosas. Según tengo entendido debes casarte con Mousse, si me sigues persiguiendo será un deshonor para ti y tu familia.
-Si es cierto- dijo Mousse- Y yo puedo acusarla de desleal. Su bisabuela no podía seguir siendo matriarca si la apoya.
Los dos chinos bajaron la cabeza y se miraron, Ranma y Akane sonrieron, conocían esas miradas. Eran las que ellos se lanzaban cuando no querían reconocer su amor y se seguían con la mirada por qué realmente no podía vivir él uno sin él otro.
-Ryoga has jugado con el corazón de Akari, yo no puedo juzgarte, por qué por no reconocer ni hacer público mi amor por Akane desde el primer momento, me siguieron tres prometidas más, aunque yo lo hice también para protegerla, aun así, no pude evitar que la atacasen con sarna. Pero tú caso es distinto. No tienes más prometidas, ni son más fuerte que tu novia. Reconocerlo y reconcíliate con Akari. - bajó la mirada y con pena- No hagas como yo.
-Ryoga, lo que sentías por mí no era amor, era cariño. Pero sé que amas a Akari, deja de jugar con ella. Para mí serás un amigo, aunque no te mereces nuestra amistad. No tientes a tu suerte, y por intentar conseguirme pierdas el amor de ella y te ganes el odio de Ranma y el mío.
- ¿Para qué? - dijo Ryoga- ¡Siempre Ranma! Siempre te has interpuesto entre mi y lo que yo quería. Ser el más popular del instituto, ser el mejor en artes marciales, el corazón de Akane. ¿No podías desaparecer?
-Eres la persona más despreciable que conozco-gritó Ranma furioso-. ¿Querías ser el más popular del instituto?, pues no haberme seguido, ¡idiota! ¿El mejor artista marcial? pues te lo regalo. ¿El corazón de Akane...? es algo que no te lo doy por qué ella misma me lo dio, y es lo único que tengo y lo único que quiero en este mundo. Todo lo demás es tuyo. - se lo quedó mirando en su cara se veía varios sentimientos- ¿Has pensado en tu futuro? - le recriminó con rabia Ranma- Desde que me sigues no has estudiado. Declárate a Akari, estudia y forja un futuro digno para ti y para ella.
-Ella no me quiere- dijo Ryoga con pena- La he engañado. Seguía un espejismo- y miró a Akane- un espejismo que quería a otro, que también era un espejismo que también seguía para superarlo. No he logrado ni lo uno ni lo otro. -Se dejó caer derrotado- No sé lo que ve en mí.
-Eres dulce, cariñoso y amable- dijo una voz. Se giraron y vieron a Akari- Eres muy bueno conmigo, aunque me has engañado. Yo sabía desde el principio que tú querías a Akane. Pero si no te has dado cuenta lo que sientes ahora por ella es amistad. Sabes que no puedes hacer nada para alejarla de Ranma. Y yo sé que me amas, aunque no eres capaz de decirlo.
-Lo siento Akari- dijo Ryoga mirándola- Sé que no me merezco una segunda oportunidad. Pero te pido que me la des. Y puede que dentro de un tiempo te pueda decir que te quiero.
- ¡Lo ha reconocido! - dijo Ranma divertido- ¿Verdad que si Akane? Me recuerda a dos tontos que conozco.
-Si lo ha dicho- dijo Akane- Pero esos dos conocidos tuyos. Ya han reconocido que se quieren.
- ¡Es mentira! - dijo Ryoga- Yo no he dicho...
- ¡Si lo has dicho! -Dijo Ranma- He sido un buen maestro, aunque no éste orgulloso de serlo. Haces lo mismo que yo hacía: negar lo que es evidente, que quieres Akari. Ahora haz formal tu declaración y...
- ¡BESARLA! - dijo Akane sonriendo.
-Os estáis divirtiendo a su costa-los amonestó Ukyo- Para él no es divertido. Es muy cortado y tímido. No es capaz de expresar sus sentimientos.
-Como Ranma y yo- le contestó Akane seria- Aunque parezca broma lo decimos en serio. Que no siga nuestro camino. Nosotros perdimos casi dos años por cabezones e idiotas. Nos enamoramos nada más vernos y estuvimos negándolo desde el primer día. Ahora nos arrepentimos por el tiempo perdido.
-No seas tan idiota como yo, no cometas mí mismo error-le pidió Ranma- Sabemos que la quieres y tú también lo sabes. Declárate y hazla feliz y serlo tú también. Yo me di cuenta de lo mucho que necesitaba a Akane junto a mí cuando casi la perdí en Jusenkyo.
-Pero es tan difícil decirle que la quiero.
-Lo ves lo acabas de decir de nuevo, invitarla algún sitio. Yo espere años que Ranma me invitase y al final lo hizo- dijo Akane risueña. - A él también le costó mucho, se quedaba mudo y se ponía nervioso cuando quería pedírmelo. No me lo podía decir.
-Y aun me pasa. -dijo Ranma sonrojado- Se mejor que nadie lo que cuesta decirlo.
-No sé dónde llevar a una chica-dijo Ryoga con pena.
-Al cine, a un concierto, al teatro, a la discoteca, a un museo-dijo Ranma- tienes mil opciones. Akane y yo hemos ido a todos esos sitios, aunque algunos de esos sitios te parezcan increíble que hayamos estado ella y yo. Poneros de acuerdo los dos e ir.
Lograron convencer al chico y salió con su novia a la discoteca.
- ¡Mousse, Shampoo!, hacer lo mismo ir donde queráis y pasar un buen día-ordenó Ranma- ¡Mousse hazla feliz!
Los dos chicos chinos salieron. Se cogieron de la mano y desaparecieron de la vista.
-Bueno-dijo Ukyo se sentía una molestia- Solo quedamos nosotros tres y como yo no quiero molestar me largo al Ucchan que ya es hora que lo abra.
-Esta Ukyo, debemos liada con ese camarero que tiene- dijo Akane.
- ¡Calla! - dijo Ranma escandalizado, y ella lo miró sorprendida- Si hacemos eso nos pareceremos a los dos viejos.
-Tienes razón- dijo ella riendo. - No quiero parecerme a esos dos. -y después le llamó la atención- ¡Ranma! - exclamó ella y lo miró de una forma que el chico se preocupó.
- ¿Qué pasa? ¿No estarás embarazada? Aunque no me desagradaría. Me gustaría que antes acabásemos nuestros estudios. Y disfrutar un tiempo para nosotros dos solos.
-No es eso-dijo ella roja-No seremos padres, por ahora. Pero está relacionado con eso. Cuando seamos padres... No quiero que prometamos nuestros hijos con nadie, quiero dejarlos elegir. Con nosotros acertaron nuestros padres. Pero lo que no quiero es que pasen por lo mismo que nosotros.
-En eso estoy de acuerdo- le contestó su marido- En todo, quitando todas las prometidas supletorias o chicos que se proclamaron prometidos tuyos, tú y yo lo pasamos mal. Unos padres que se metían en todo. Nuestras peleas por idioteces. No reconocer lo que realmente sentíamos él uno por él otro. Si nuestros hijos salen con nuestros caracteres, serán muy cabezones.
Ella serió. Y lo miró con picardía. Él tenía razón sus hijos serían muy difíciles de controlar.
-Tu hermana nos debe una por irse de la lengua, la debemos escarmentar de una vez y para siempre, para que no sea como el viejo maestro y nuestros padres. Ya debería conocernos, pero no aprende.
-Estoy de acuerdo contigo, esta vez sufrirá terriblemente.
Aquella noche Nabiki perdió las ganas de hacer negocios a costa de su hermana y el esposo de esta. Cerró su negocio de vender información de forma permanente y definitiva. Como prueba del miedo que pasó se le quedó un mechón blanco en el pelo como señal.
Pagaron y salieron a la calle.
- ¿Sabes una cosa que voy a extrañar? Los jaleos que nos metíamos o nos metían. Voy a echar de menos un poco de movimiento.
-Esos seis locos no estarán lejos- dijo Ranma- Y ya verás cómo nos lían en sus jaleos. No vamos a estar muy tranquilos, ya lo veras. Cada vez que tengan un problema nos vendrán a buscar para que los ayudemos. Aunque los problemas de pareja que los resuelvan ellos solos.
-Si por qué ellos te buscaran a ti y ellas a mí. Y por ayudarlos nos enfrentaremos tú y yo- dijo ella riendo. - No quiero saber nada de sus peleas de pareja.
-Además tal como somos los dos no necesitamos que nos metan en peleas.
- ¡Nosotros dos somos una fuente de jaleos! ¡No necesitamos a nadie que nos meta ni en peleas ni en jaleos! -Dijeron los dos riendo.
-Eres cabezota y no voy a poder convencerte nunca de lo contario que tú pienses. Haré lo que tú quieras, aunque no quiera o no este del todo convencido. -dijo él riéndose- ella se abalanzó sobre él y lo besó en la mejilla.
-Tú también eres un cabezota. Pero eres el mejor marido que nadie pueda tener- dijo ella.
-Tú no eres la mejor mujer que se pueda tener- dijo él se giró y no vio a su mujer como se enfadaba. -No sabes cocinar, no sabes coser, eres torpe... pero me gustas tal como eres y eso significa que para mí eres la mejor mujer que se pueda tener, y no te cambio por una mujer perfecta, no lo eres ni quiero que lo seas.
Ella cambio su estado de humor.
-Tú tampoco eres prefecto te falta humildad, eres un bocazas y no dices muchos halagos, pero para mí eres el marido prefecto.
-Me gustaría decirte mejores cosas de la que te digo, pero no sé ser romántico- se disculpó él- No sé si has hecho una buena elección al casarte conmigo.
-Y tanto que si la he hecho.
-Y yo también he hecho la mejor elección de mi vida-dijo él.
Estaban abrazados y mirándose a los ojos.
-Te quiero-dijo ella- Te amare más allá de la muerte, cuando volvamos a nacer, volveremos a ser él uno del otro. Y jamás nada podrá sepáranos.
-Siempre hemos sido él uno del otro, en esta vida, en las que hemos tenido antes de esta... Y en nuestras vidas futuras. -dijo él- Nuestro destino es ese, solo nacimos para encontramos y ser uno solo.
Se miraron ahora eran felices, se habían librado de todos sus problemas y ya nadie intentaría separarlos y si alguien lo intentaba fracasaría. Estaban unidos por algo más fuerte que el destino.
Unas horas después Ranma estaba tumbado en el tejado del dojo y recordó un hecho en especial, le vino a la cabeza de golpe sin pensarlo... Algo que le ocurrió poco tiempo antes.
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EL RECUERDO DE UNA HERIDA
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Era de noche y los dos jóvenes estaban tranquilos. Pero sabían que esto no duraría mucho. Pronto serian molestados. No los dejarían pasar la noche en paz.
El chico estaba muy enfadado.
- ¿Cálmate Ranma!, no puedes hacer nada. Es lo de siempre. Cada vez que nos quedamos solos vienen a molestarnos.
- ¿Y a ti Akane, No te molesta que no nos dejen en paz? Ni aquí ni camino de la escuela, ni en ella ni cuando salimos a tomar algo... -dijo Ranma-pues yo ya estoy muy harto.
-Sí, yo siento lo mismo que tú...
Entonces vio que él se quedaba blanco y se llevaba la mano a la cabeza.
- ¿Qué te pasa Ranma?, ¿Sé que me ocultas algo? -dijo ella preocupada. -hace semanas que te pasa algo y me lo ocultas.
-No lo sé Akane. Hace tiempo que no me encuentro bien. Tengo visita con el medico el lunes.
- ¿Por qué no me lo dijiste? -dijo ella muy enfadada-Voy a ir contigo quieras o no.
-No quería que te preocupases. Viene mi madre conmigo-se defendió el chico- Pero si quieres venir no te lo voy a prohibir, no me harías caso.
- ¿No será por los golpes que te da tu "prometida "Shampoo con su bicicleta? -dijo ella un poco resentida.
-Creo que tienes razón-dijo él-Siempre que me da, tengo dolor de cabeza durante horas.
Estaba sorprendida le estaba dando la razón. Su prometido no le había contrariado ni se había enfadado.
Pasó un rato y oyeron un ruido.
-Por ahí llega el primero-dijo Ranma resignado.
-Si. Por una vez me gustaría que nos dejasen tranquilos-dijo Akane.
-Hoy que no están los locos de nuestros padres. Vienen estos otros locos-dijo el chico-No tenemos ni una pizca de suerte.
Se oyó un ruido fuerte en la pared y esta se rompió y apareció Shampoo.
-Hola Airen- dijo la chica-Veo que también está la molestia de Akane.
-No, siendo esta mi casa la molestia eres tú-contestó Akane enfadada.
- ¿Qué haces aquí?, ¿Y por qué entras así? - Preguntó Ranma molesto y con voz cansina, Shampoo no se fijó en el tono desdeñoso del chico, pero Akane si y se sorprendió.
-Vamos Ranma sal conmigo y deja la chica tonta en casa-pidió la chinita.
-No tengo ganas de salir, me duele la cabeza-comentó Ranma- Y tengo ganas de acostarme y que nadie me moleste.
Akane se lo miró, estaba siendo muy frio con Shampoo, con ella no se había comportado de esa forma. Estaba pidiéndole a la chica que se fuese.
-Si quieres puedo acostarme contigo yo sé una forma de que se quite ese dolor de cabeza-respondió Shampoo tentadora.
Al chico le cambió la cara. Akane al mirarlo supo que estaba furioso. Era la chica china una de las personas que le provocaban el mal de cabeza. Y se lo iba a decir y no de forma amable. Pero ella se adelantó
-Shampoo, mira hoy ha sido un mal día para Ranma, dejarlo descansar y ya lo veras otro día-a Akane también se le acababa la paciencia.
-Hazle caso a Akane-comentó Ranma con ojos fiebrosos-Vete a tu casa, estoy muy cansado ya nos veremos-y pensó "Un día de estos, pero cuanto más lejano sea ese día mejor para mi cabeza ".
Ella, aunque pareciese raro hizo caso y se largó, pero aparecieron los otros cinco que fueron rechazados de parecida forma.
Al final de reparar la pared, Ranma se dejó caer en el suelo y allí se durmió.
- ¡Ranma!, Ranma! -lo llamaba su prometida. - ¿Qué te pasa?
Estaba asustada. Ranma tenía mucho aguante, pero últimamente siempre se cansaba con facilidad.
-Akane, déjame descansar un poco...-dijo él-me encuentro muy cansado.
-Vamos al hospital hoy. No aguanto hasta el lunes, no me gusta como estas. -estaba muy asustada por el estado de su prometido.
-Solo quedan dos días, no pasara nada. Me encuentro así desde hace semanas, tú lo sabes.
Ahora que ella sabía la razón del cansancio estaba muy preocupada. No quería que nada le pasase. Y de pronto tuvo un presentimiento. Si se enterasen sus rivales... y le vino un escalofrió. Nadie debía saber lo que le pasaba a Ranma, o aprovecharían para atacarlo.
Lo ayudó a subir y lo metió en su propia habitación y lo acostó en su cama. Ella se sentó en su silla y lo vigiló toda la noche. Recordaba cuando él la cuidó cuando se quedó paralitica. Negros pensamientos vinieron a su mente y lloró. No quería que el chico... la dejase.
Cuando se despertó se encontró que se había recostado en la cama y había usado sus brazos de cabecera. Le dolía todo el cuerpo por la mala posición y notó que alguien la llamaba con suavidad.
-Akane, despierta. Acuéstate en el futón de Ranma y descansa, ya lo vigilo yo-le costó reconocer la voz de Nodoka. Pero hizo caso y se acostó en el futón de su prometido.
Se levantó horas después casi restablecidas. Bajo al comedor y se encontró a toda familia por sus caras supo que sabían lo que le pasaba a su prometido y que se lo habían ocultado.
- ¿Por qué? ¿Por qué me lo habéis ocultado? Yo soy de la familia, en teoría soy su prometida. Yo debería saberlo. -Estaba muy enfadaba y se le escapaban las lágrimas.
-Ranma nos pidió que no te lo contásemos. No quería que te preocupases. Sabía que te afectaría mucho-le contestó Kasumi.
-Si me hubieses pagado bien...
-Sabes lo que te dijo Ranma con vender esa información-le dijo Nodoka a Nabiki-No queras volver a pasar por eso.
Akane no supo lo que le dijo su prometido a su hermana. Pero la fría Nabiki se puso blanca, empezó a temblar y el terror invadió sus ojos.
-No quería que te preocupases por mí-dijo una voz. La chica se giró y vio a Ranma. Parecía él de siempre, pero ella notó que no estaba bien.
Se le echó encima y lo abrazó. A ninguno de los dos le importó que la familia estuviese delante. Nabiki sacó su cámara, pero Kasumi se la quitó.
- ¿Cómo has podido hacerme esto? Deberías habérmelo dicho-estaba llorando.
-Era temporada de exámenes, no quería que tuvieses en la cabeza tantas cosas. Te preocupas mucho por los demás. -la intentaba tranquilizar.
-Yo pensaba que te dolía la cabeza de estudiar, pasabas muchas horas estudiando.
-Siéntate-No sabía cómo decírselo. Ella al oír la petición de Ranma se asustó. El chico la cogió por los hombros-No te preocupes no es nada muy grave... espero.
Ella le hizo caso y se sentó, él lo hizo delante de él muy cerca.
-Por los continuos golpes en la cabeza de Shampoo con su bici y de otras personas, tengo un coagulo en la cabeza... No es nada grave... aún. Pero si lo golpes siguen o si dejamos pasar mucho tiempo puede volverse un grave peligro.
Ella se sintió impotente. No podía hacer nada. A él lo operarían y ella solo tenía que esperar que todo fuese bien.
- ¡No es justo! ¡No es justo! Me has excluido. ¿A tus otras prometidas se lo has contado? -lloraba y estaba histérica y muy enfadada. - No por apártame para que no sufriese lo lograrías. ¿Sabes por qué? Por qué al enterarme lo haría, sufriría igualmente.
-Sé que no es justo haberte excluido. Tenías que saberlo desde el principio, deberías ser la primera en saberlo, pero ya te lo he dicho, era semana de exámenes tenías que concertante en ellos, no te podías distraer. Y no, mis otras "prometidas" no saben nada y no quiero que se enteren. Ni ellas ni nadie. Podía ser peligroso para todos nosotros, para nuestra familia, sobre todo para mi... - el chico la miró preocupado-y para ti.
-De acuerdo. Pero el lunes si vas al médico iré contigo y siempre que vayas-dijo ella mirándolo con furia y advirtiéndolo con la mirada que no le ocultarse nada más.
-Estoy conforme, pero no vendrás siempre. No puedes perder muchos días de escuela. Este año hemos perdido ya muchos.
El lunes fueron a la visita. Akane acompañó a su prometido y a la madre de este.
El chico la presentó como su prometida y la joven preguntó todo lo que creyó conveniente para saberlo todo sobre el estado de salud de Ranma. No salió muy convencida, se temía lo peor.
La operación se realizó varios días después y Akane se saltó sus clases de ese día.
Cuando el cirujano salió y les comunicó el éxito de la operación, ella se relajó. Había estado en tensa durante días. Ella fue la primera en entrar a verlo. Genma se opuso, pero no lo hizo Nodoka y esta logró que su esposo claudicase.
Ranma se despertó y lo primero que vio fue a su prometida dormida en el cómodo butacón del acompañante.
- "¿CUANTO TIEMPO HE DORMIDO? SEGURO QUE ESTA "TONTILLA" SE HA QUEDADO TODO ESTE TIEMPO. ME ALEGRO QUE ESTE AQUÍ, ME GUSTA VERLA DORMIR, PARECE UN ANGEL. SEGURO QUE SE HA APODERADO DEL CARGO DE CUIDADORA Y NO SE LO DEJA A NADIE. NO LE VOY A CRITICAR POR ESO. LA PERFIERO A ELLA QUE..."-se quedaba dormido- "A Mi... MADRE... O A KA...SU...MI"
Cuando despertó a su lado estaba su madre.
- ¿Ya te has vuelto a despertar? -le preguntó la mujer.
- ¿Volver? ¿Cómo sabes eso? -le preguntó el chico.
-Akane se ha pasado aquí contigo las tres noches que has estado sedado. Ahora está en la escuela. ¿Cómo estás?
-Me duele la cabeza y me siento mareado, supongo que es normal. No debéis permitir que Akane se agote de esa manera, no debe descansar nada.
-Si es normal, el medico ha dicho que la operación ha salido bien debes estar un tiempo en observación y en una semana o mejor dos puedes hacer vida normal. Pero en un mes no puedes hacer esfuerzo. Nada de entrenamiento o peleas.
-Que rabia con lo que me gusta entrenarme.
-Si sobre todo con tu prometida. Os he visto como entrenáis, se nota que os gusta más así que cuando lo hacéis con vuestros padres. Vosotros solos disfrutáis, os lo pasáis bien. Para vosotros es como un juego.
-No te lo voy a negar, con ella logro dar más de mí que con mi padre. Al principio era aburrido ella estaba muy por debajo mío. Pero se ha ido superando y ahora es una buena rival. No, es mi mejor rival. Supera ya de mucho a Ryoga. Pero no se lo digas a ella, no quiero que se vuelva orgullosa o engreída.
-Tú la quieres... y ella a ti. Se nota como os miráis. ¿Por qué no sois capaces de deciros la verdad?
-Yo no he dicho nunca que la quiera -miró a su madre. La inquisidora mirada de esta lo puso nervioso. Era como si viese su alma y sus secretos más íntimos-tal vez... un poco... solo un poco.
-Ese poco para otra persona sería mucho-no lo dijo, pero había tenido una conversación parecida con la chica y ambos habían dado respuestas prácticamente idénticas.
El chico se durmió y al despertar estaba de nuevo su prometida.
-Hola Akane-Chan -aunque le gustó tenerla junto a él decidió que tenía que mandarla para casa para que descansarse. Se la veía muy agotada por falta de horas de sueño. Era por eso que no quería que ella se enterase de su enfermedad. -Akane escúchame. No te enfades, pero quiero que pases un par de días sin venir...
- ¡Ya está! ¡El señor Ranma quiere que se quede otra de sus prometidas! ¡No me quieres ver!, entonces me voy y...
- ¡Ya está la señora Akane ya se ha enfadado! ¿Por qué no me dejas acabar? No te quiero aquí, éstas agotada. Por las noches me cuidas y por el día vas a la escuela. No descasas, no quiero verte hasta que hayas descansado lo suficiente. Puedes venir a verme, pero no quiero que te quedes por la noche, al menos todas las noches, no quiero que acabes enferma.
- ¡Me da igual acabar enferma! Quiero estar aquí-dijo ella enfadada- ¡No quiero dejarte ni una noche!, soy tu... es... tu prometida. Y...
-Yo tampoco quiero que te vayas... pero tú... me preocupas. Mientras ha durado esta conversación te has quedado pálida, has tenido un pequeño mareo y te has quedado un momento dormida. Esto no puede seguir. Has estado a punto de irte de la lengua. Un poco más y se te escapa aquello que no podemos decir, debemos tener cuidado. Suerte que no había nadie.
Ella lo miró tenía razón, pero no quería separase de él.
-Estaré bien me cuidaran mi madre o Kasumi, tú te puedes quedar dentro de algunos días, pero quiero que descanses.
Ella se levantó de la silla y fue a mirarse al espejo. Y se asustó, tenía ojeras, estaba delgada y muy pálida.
-Tienes razón...pero alguna noche me quedaré-dijo ella-no te voy a dejar suelto o te desmadrarás.
-Vale, tengo tu palabra, no te eches atrás. -dijo él sonriendo- ahora dime lo que dicen en la escuela sobre mi desaparición.
-Yo les he dicho que te has ido de viaje de entrenamiento... pero ni mis amigas ni Ukyo se lo creen y no son las únicas. Las malas lenguas decían que te habías fugado con una de tus prometidas-y sonrió- pero al aparecer Shampoo y Kodachi dijeron que en una pelea yo te mate y que estas enterrado bajo el tatami del dojo. Quieren ir a ver si es verdad.
Los dos se rieron.
-Cuando vuelva seré un zombi. Me tendría que maquillar para la ocasión-dijo él riendo y mirándola pensó-" He logrado que se ría. No creo que lo haya hecho últimamente".
-No digas tonterías Ranma. Vas a lograr que me duela la mandíbula y el estómago de tanto reírme.
-Me gusta verte más así que como cuando me he despertado. Estas noches no te quiero ver, pero mañana si esta descansada ven, pero solo de visita.
-De acuerdo... pero de aquí dos o tres días me quedaré contigo. Tampoco debemos cansar a tu madre o a mi hermana. Que se pueden quedar tu padre o el mío.
- ¡No!, ¡eso no prefiero que me golpes a eso! -dijo el chico riendo. Ella se lo quedó mirando extrañada y después también se puso a reír.
En ese momento entró Kasumi.
-Os veo muy contentos. Akane es la mejor terapia para que te recuperes. Pero debe irse a casa está muy cansada-estaba preocupada por su hermana.
-No te preocupes hermana. Ranma me ha convencido que debo descansar un par de días, solo un par.
-Akane recuerda que la falta de sueño es el peor enemigo de la belleza-dijo el chico sonriendo.
Ella se quedó parada. No sabía si lo decía en serio. Pero se lo tomó como si fuese así.
-Gracias Ranma, aunque no lo digas en serio. -dijo ella.
-Y ¿por qué no lo digo en serio? -se enfadó el chico-Como siempre bromeo con esto ahora no me crees. Siempre dices lo mismo y yo siempre te contesto lo mismo.
-No te enfades Ranma me lo voy a tomar en serio. -se acercó a él y lo besó en la mejilla.
- ¿Por qué me has...?
-Hace tiempo me propuse que cuando me tratases muy bien. Te daría un beso en la mejilla. Y hoy te lo merecías. Adiós Ranma, hasta mañana.
Y salió de la habitación. El chico se quedó sorprendido, pero contento. Kasumi miró a su hermana con cierta envidia. Aún seguía enamorada del prometido de Akane, pero no haría nada para quitarle el chico, sabía de todas formas que no tenía nada que hacer. Él se sentía muy atraído por su prometida... aunque no lo confesase.
Ranma se despertó. Habían pasado varios días. Ya se levantaba. Akane se repartía el trabajo de cuidadora del chico con su hermana mayor y la madre del chico. Esa noche se había quedado ella. Las otras dos noches el chico no había dormido bien, se encontró inquieto. Su madre y Kasumi opinaban que él había echado de menos a Akane, pero él lo negó, pero... tenían razón la echó de menos.
Miró a la silla y la encontró vacía, se asustó la notaba cerca, pero no estaba sentada en la silla. Notó un bulto en la cama a su lado. Y lo tocó con la mano y notó algo blando. Al girarse y mirar se asustó. Akane estaba tumbada en la cama durmiendo y le había tocado un... pecho. Si hubiese estado despierta ahora estaría muerto.
La miró, no podía quitarle la vista de encima, la encontraba bellísima y muy sexy. Sonrió, la tenía a centímetros suyo. Sólo con alargar la mano... pero en lugar de abrazarla, le apartó un mechón y le acarició la cara con suavidad.
-Hola preciosa-dijo en voz muy baja- me gusta tenerte aquí, cerca de mí. Ahora pareces un ángel, pero a veces pareces un demonio. No sé cuál de estas dos facetas tuyas... me gusta más. Sé que me porto mal contigo. Pero la verdad es que no sé cómo acercarme a ti. Mi padre no me lo enseñó y es algo que no se aprende ni en la escuela ni en ningún sitio. No merezco que me aprecies, no hago nada para merecer tu cariño. - tuvo un impulso y la besó en la mejilla.
Se volvió a dormir. Ella abrió los ojos. Ranma le había tocado... un... no quería pensarlo. Sabía que no lo había hecho a propósito. Le oyó su declaración y se alegró, ya sabía que el chico sentía algo por ella. Pero con lo que le dijo estaba pidiéndole perdón por ser grosero con ella y no saber ser cariñoso. Se acarició la mejilla allí donde él le dio un beso y sonrió. Estaba contenta era el primer besó que le daba el chico por propia voluntad.
-Ya se lo que sientes por mí. Sé que lo negaras, como hago yo. Y sí que haces cosas para que te aprecie, siempre que he tenido un problema has estado allí para ayudarme. Eres la persona más importante para mí. No me dejes nunca-y lo besó en la mejilla, como hizo él. Pero de golpe tuvo una tentación y quiso ponerla en práctica. Se acercó al chico para besarlo en los labios, pero cuando estaba cerca vio que él la miraba entre extrañado y asustado.
- ¿Qué pretendías hacer Akane? -En su tono no había enfado y si preocupación.
-Nada, nada. Sólo...- dijo ella avergonzada.
- ¿Nada? Me querías besar y ¿Dices que no es nada? Que peligro tienes, no sé qué podías hacerme estando yo dormido. - dijo él entre divertido y tentador. Y simulando un enfado que no sentía-Suerte que me he despertado si no...
-Que insinúas que te quería viola...?
-Eso mismo. Aunque siendo tú... tal vez... me hubiese dejado- se estaba riendo. Fue entonces cuando ella se dio cuenta que él bromeaba y ella no quiso ser menos.
-Pues podemos seguir desde donde lo dejamos-y se puso en plan provocativa.
El chico no se pudo contener. Sabía que Akane bromeaba, pero hacía tiempo que él quería besarla.
-Estoy de acuerdo, querida Akane- y los dos se acercaron para besarse. Ninguno lo dijo, pero los dos esperaban que algo fastidiase ese momento tan mágico, como pasaba siempre. Y entonces oyeron ruido al otro lado de la puerta y esta empezó a abrirse.
Cuando entró Genma, Ranma estaba acostado, girado mirando por la ventana. Su prometida estaba sentada en el sillón. Pocos segundos antes ella estaba acostada junto al chico y antes de un segundo ya estaba en la silla.
- ¿Cómo estás hijo? Veo que ya puedes entrenar. En cuanto te recuperes podemos ir a la montaña.
-Para eso queda un tiempo, el medico dijo que debía estar un mes de reposo-dijo el chico. Miró a su prometida que estaba enfadada por la interrupción, aunque Genma no se dio cuenta de eso. - ¿Has venido para llevarme a la montaña ya? ¿Sin tiempo para recuperarme? En lugar de eso podía ir a ver cuándo se come aquí tengo un hambre de lobo y ni se te ocurra quitarme parte de la comida o me chivo a mi madre. O mejor ves a comprar algo para mí y para Akane que ella también esta hambrienta. Que ayer noche entre tú y Soun nos robasteis nuestras cenas y llevamos mucho tiempo sin comer.
Akane se dio cuenta que era una excusa para que se quedasen solos, aunque los dos tenían hambre. Pero Genma salió y tardó mucho en volver.
-Ha faltado poco- dijo él.
- ¿Para qué ha faltado poco? ¿Para besarnos o para que no pillasen acostados juntos y besándonos? - le preguntó ella.
-Para las dos cosas-dijo él enfadado- que poco ha faltado. No podía haber venido un par de horas más tarde. Tu padre y el mío siempre estropeando las grandes ocasiones, ¡Que rabia! No creo que tengamos otra ocasión en meses. Siempre alguien se pondrá por medio. -se sentía frustrado, por una vez que tenían valor para ir un paso más allá aparecía alguien para fastidiar.
- ¿De qué te quejas? Es lo mismo de siempre. En cuanto tenemos un acercamiento, siempre aparece alguien para fastidiar el momento. Pero estoy harta, creo que ha llegado el momento de decirles a toda la verdad. - estaba enfadada, muy furiosa, no con el chico si no con la situación en que vivían. No poder expresar ni siquiera su amistad por el miedo a la reacción de los demás. Ni revelar su secreto.
-Nos buscaríamos problemas y a nuestra familia también. A mí también me gustaría revelar nuestro secreto, pero con los seis locos sueltos... imagínate lo que pasaría.
Los dos se quedaron callados. Ahora estaban en el hospital por culpa de uno de sus ¿amigos?, y no era la primera vez que pasaba algo parecido. Si esos seis supiesen la verdad las consecuencias serían nefastas.
-En ningún caso podemos revelar aún que... nos casamos por... ¿accidente? -dijo ella.
- ¡La culpa fue de ellos! ¡Mira que dróganos, es algo que no les perdono!
- ¿Te arrepientes de ello?, ¿de casarnos? - preguntó ella.
-Si quieres la verdad... de la boda... no... pero de... como lo hicimos...no sé cómo explicarlo... No éramos conscientes, no éramos nosotros mismos. Si alguna vez lo debimos hacer.... Tenía que ser convencidos los dos del paso que debíamos dar.
-Se lo que quieres decir y opino lo mismo que tú. Pero creo que en ese estado hicimos lo que realmente queríamos. Sin ninguna barrera impuesta por nosotros mismos.
Él la miró y se dio cuenta que su "prometida" tenía razón.
- ¿Estás diciendo que lo que realmente queríamos era cásanos? - se la quedó mirando y ella dijo si con la cabeza- yo he llegado a la misma conclusión, pero es algo que no podemos decir.
-Esta conversación ya la hemos tenido antes. Nunca escogemos, lo que pienso es, que realmente tanto tú como yo deseamos. Y sé por qué. Arruinaríamos nuestro futuro, todo lo que queremos estudiar... nuestros planes. Todo se iría al suelo.
-Te equivocas en un punto, no arruinaríamos nada...-dijo él con tristeza- nos lo arruinarían. Ya se encargarían ellos de hacerlo.
-Tienes razón. Debemos tener cuidado que no lo digamos de forma accidental. -cambio de tema- .... ¿Te duele algo?
-No, ya me encuentro mucho mejor. Creo que en un par de días saldré de aquí-se la quedó mirando y le dijo- ven siéntate a en la cama- señalándole donde sentase.
- ¿Qué quieres? -le había hecho caso al chico.
Él también se sentó en la cama.
-Me acabo de inventar un nuevo juego-y antes de que ella se diera cuenta le dio un beso en la mejilla. Ella se puso roja un instante y sonrió.
-Ya me imagino que juego es-y le devolvió el beso. - pero tu padre estará a punto de volver.
-Me importa poco-la besó en la frente.
-Si a ti no te importa, a mí tampoco-acabó dándole un beso en la barbilla.
Siguieron jugando durante un rato. Los dos sabían dónde acabaría el último beso.
- "Está muy bien este juego... pero tengo un mal presentimiento. No llegará ese beso que queremos los dos"-pensaron los jóvenes.
- ¿No te has dado cuenta? -dijo él.
- ¿De qué? -contestó ella asustada.
-Tienes algo en los labios... parece azúcar, ahora te limpio.
-Adelante, a ver si te atreves-le desafío ella con una sonrisa tentadora.
-Pues... ade... lante- estaba nervioso... pero había decidido no echarse para atrás. Ella lo esperaba con ansia.
Sus labios se acercaron, quedaban pocos centímetros para unirse y... se abrió la puerta. Entró Kasumi. Los chicos se separaron... demasiado tarde. La chica se dio cuenta de lo iban a hacer y sonrió.
- ¡Que traviesos sois! ¿Qué pretendíais hacer? Suerte que he sido yo. Imaginar que hubiese sido otra persona, como Nabiki, en media hora lo sabía toda Nerima.
Ellos la miraron nerviosos, pero no arrepentidos. Tendrían que pasar meses para que volviesen a intentar besarse.
-He visto a tu padre Ranma. Me ha dado esto para ti y para Akane- le dio la comida que el chico le había pedido- se ha juntado con el mío... - y dijo con fastidio- y se han ido a un salón de maquina a apostar.
- ¡No se puede confiar en esos dos! -dijo el chico mientras comía. Tenía un hambre atroz y su prometida también. Comían con ansia y en un momento acabaron con todo que trajo Kasumi.
- ¿Desde cuándo no coméis? -preguntó la chica. -Debéis tener más cuidado en lo que hacéis. Si os descubren vuestros rivales o descubren vuestro secreto...
-Ayer tu padre y el mío nos robaron la cena. Llevamos sin comer casi veinticuatro horas.
-Ya sabemos lo que debemos hacer... pero estamos cansados de ocultar todo... no podemos ser nosotros mismos. Debemos ocultar nuestro secreto... si se descubriese. No quiero ni imaginar lo que pasaría.
-Tener paciencia, todo se aclarada.
-Incluso la paciencia se agota Kasumi. Cuando salimos a tomar algo o al cine o de compras vamos siempre con algo de miedo...
-... Por si no descubren y nos fastidian el día. ¿No pueden dejarnos en paz? Nos gustaría disfrutar de un paseo tranquilo. Pero en lugar de eso siempre debemos mirar por encima del hombro por si no siguen.
-Nos han destrozado muchos buenos momentos que disfrutábamos tu hermana y yo. Ella y yo hemos hablado incluso de fugarnos y cámbianos de nombres y apellidos. Lo haremos una vez acabemos en el instituto si no ha cambiado nada.
-Hasta que no acabemos la carrera que quedemos hacer no volveremos. Supongo que ya habrán perdido esa fijación con nosotros. No sabréis nada de nosotros incluso vosotros.
-Tened paciencia, todo se aclarada. -repitió Kasumi. -Solo tenéis que esperar y llegara el momento que podéis vivir como quedáis y sin miedo.
- ¡No quedemos esperar más! ¡Somos jóvenes queremos disfrutar de ello! y de nuestra amistad o amor, llamarlo como quieras, salir juntos y divertirnos abiertamente. No salir y escóndenos para que no nos vean. Esto no es vida. Queremos tener la libertad para querernos.
-No dejaremos que nuestros rivales nos quieran imponer a quien querer. ¡Estamos hartos! No nos separaremos por qué unos estúpidos egoístas así lo quieran. Es nuestra vida y ya hemos elegido a quien querer. No daremos nuestro brazo a torcer. Somos una pareja de prometidos para todos... pero realmente estamos casados y no hemos podido vivir como tales. Casi un año casado y tenemos que ocultarlo... es frustrante...
- ¡Kasumi, estamos cansados! ¡Queremos ser nosotros mismos! Quiero pasear libremente con tu hermana, y agarrado del brazo o de la mano, y que no salte sobre mí una de mis pretendidas prometidas o un admirador de Akane. En dos meses empezamos el último curso. Si cuando acabe no ha mejorado. Desapareceremos durante años, como ya te hemos dicho.
Kasumi los miró. Ellos tenían razón. Los apoyaría en todo incluso si debían huir.
Una semana después. Ranma hacía pocos días que había salido del hospital, se preparaba para volver a la escuela. Su relación con Akane había vuelto a ser como antes de ir al hospital. Eran fríos entre ellos y se peleaban igual que antes... en apariencia. Aunque ahora no se peleaban en serio, era una forma de diversión. Akane ya no lo mandaba a volar, y él no usaba sus peores insultos. Casi seguían un guion. Pero nadie se dio cuenta, solo Kasumi y Nodoka que se olió algo.
La realidad era que se llevaban mejor que nunca. Desde hacía meses su relación mejoraba cada día. Pero tenían que hacer comedia para no tener problemas. No solo tenían que ocultar que se tenían aprecio, si no también que eran buenos amigos. Su familia no los entendía, que se llevasen tan mal y que no hubiese semana que no saliesen juntos a tomar algo, al cine...
El chico estaba en su habitación preparando todo para volver a la escuela, cuando entró su prometida.
- ¡Hola Ranma! Mañana vuelves a clase. ¿Ya estas a punto?
- ¡Hola Aka-chan! Si ya me he puesto al día, gracias a ti. Gracias por tu ayuda.
-Pero será tu prueba de fuego. Nabiki se ha ido de la lengua y les ha vendido tu vuelta a ya sabes a quiénes. Saben que mañana iras al Furinkan... Nos esperaran.
-Iremos por otra ruta. Lo malo es que ya conocen todas nuestras rutas alternativas. Tendremos que improvisar.
Ese día con las prisas usaron el camino de siempre. Cuando estaban llegando oyeron el timbre de una bicicleta.
- ¡Shampoo! -dijo Ranma con genio y se agachó, a su vez Akane se quitó de medio, justo a tiempo. Una bicicleta pasó volando junto a ellos y no pudo evitar meterse en una cristalería por el aparador
- ¡Ya estoy harto!, ¡ya es la quinta vez que te metes en mi tienda y lo destrozas todo! Y me vienes con la excusa de querer darle un golpe cariñoso a tu "Airen" con tu bicicleta en la cabeza, la gente normal no hace eso. Algún día le provocarás algo grave al pobre chico, si no se lo has provocado ya. Conozco al joven que dices, deberías dejarlo tranquilo. Él ya ha hecho su elección, lo siento por ti. Hablaré de nuevo con tu abuela. No creo que este muy contenta. Ya me han reformado la tienda muchas veces por tu culpa. Y mi tienda no es la única que has destrozado, como mínimo cinco solo en esta calle. He oído que veinte en todo Nerima. Y todo lo ha tenido que pagar tu abuela...
Ranma y Akane oyeron parte del discurso. Pero antes que la chica saliera de la tienda ya hacía rato que estaban camino a la escuela.
-Estará furiosa por su fracaso-dijo Akane. - hoy no te ha podido decir nada.
-Me da igual. Lo he pasado muy mal por su culpa, se merece esa bronca y más. Pero mañana iremos por nuestra ruta... ya sabes cual-dijo el chico con picardía. Ella lo miró y sonrió.
En el trayecto tuvieron que esquivar a los otros cuatro rivales, aunque se toparon con Mousse y no lo pudieron esquivar, no les hizo nada, solo los saludó. Y se alegró de ver bien a Ranma, había descubierto la enfermedad del chico por causalidad, pero no se lo dijo a nadie, y verlos más juntos que nunca le alegró.
Al día siguiente cinco de sus rivales les esperaban en las rutas por las que pensaron que pasarían los dos jóvenes. Menos en una, nadie iría por ahí... nadie menos Ranma y Akane. Ellos nunca revelaron que camino era ese, y sus rivales jamás lo descubrieron. Ni siquiera Nabiki o Kasumi lo supieron. Fue otro de los secretos de la pareja.

Ranma y Akane a la fugaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora