Capitulo 5

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Mire el rostro de la chica con atención, era Megan la misma que me había limpiado las lágrimas esa mañana.
Glenn aun estaba sobre ella, en otras circunstancias aquello me habría resultado incómodo.
Aparte la pistola lentamente, una sobreviviente mas, que al parecer conocía a Glenn, retire uno de los mechones sueltos de mi cabello.
-¿Se conocen?
-No eres la única con amigos perdidos preciosa.
Glenn elevo una ceja, seguía tumbado por encima de Megan, suspire ampliamente lo último que necesitaba era que Rory despertara.
-Charlotte, no esperaba encontrarte.- Megan se mordió el labio inferior.
- Mead, la última vez que te vi desde este ángulo no parabas de pedirme mas.
El color rojo en las mejillas de Glenn subió mientras se apartaba de Megan. Al parecer se conocían perfectamente bien.
-¿No se supone que es delito meterte con una menor de edad?
Eleve una ceja mientas me cruzaba de brazos, no había notado lo ceño fruncido y mucho menos la mueca en mi rostro, los labios oprimidos ¡Por Dios! Estaba celosa.
Glenn ayudo a Megan a levantarse, después se giro hasta mi con una sonrisa pícara.
-Solo es delito si te atrapan además esto entra en mi lista de sorpresas del día de hoy primor.
Me mordi el interior de la mejilla cuando Megan se paro junto a Glenn y se abrazo a su fornido brazo izquierdo como si fueran rumbo al altar, estaba celosa, bendita estupidez estoy en el fin del mundo y lo que me esta preocupando es que Glenn se vuelva a meter con Megan.
-¿Como se conocieron?
Megan rompió el silencio mientras Glenn aún me miraba sonriendo, era obvio que notaba mis celos y como si fuera algo increíble de creer disfrutaba de ellos.
-Estuve a punto de raptar a su hermano debo admitir que esta muñeca sabe hacer entradas épicas.
Glenn se alejo de Megan mientras yo guardaba la pistola.
-Debo ir a dormir.
Me aleje de ellos y camine de regreso a la habitación con Rory, me senté de nuevo en la silla junto a la cama donde seguía dormido como un bebé, al menos alguien ahí no tenia que prensar solo en el inminente fin del mundo.
Me coloque los audífonos y deje caer mi cabeza hacia atrás y cerré mis ojos, relaje mis músculos tratando de ignorar que Megan aun estaba abajo con Glenn, que el la tomaría de la mano y la llevaría a su habitación, me sentía patética al pensar en aquello y mas de sentir celos.
Después de negar varias veces con la cabeza abrí los ojos, di un brinco hacia atrás casi callendo de la silla, los ojos verdes de Glenn parecían los de un gato que hacecha los callejones de la ciudad por la noche.
-Deberías dormir.
Me retire uno de los cortos mechones de mi cabello del rostro, aun estaba molesta pero no parecía tener una razón especifica para estarlo.
-No puedo dormir.-Susurré despacio.- Quizá en un rato mas.
Glenn sonrió sentándose en el suelo frente a mi, lo mire conmocionada, un ligero suspiro paso por mi pecho.
-Si no estas comoda aquí puedes dormir en la habitación de a lado, esta claro que una silla no es cómoda.
Gire los ojos y mire a Rory, dormido y feliz, por un instante desee estar en su lugar.
-¿Por qué no simplemente le das esa habitación a Megan y te revuelcas plácidamente en esa cama con ella?
Lo dije en tono seco pero interesado, vomito verbal, maldito vomito verbal incontrolable.
-Así que eso es, estas celosa muñeca y negarlo solo me lo confirmara más.
Aparte la mirada, no quería tocar un tema que desconocía, nunca antes había estado celosa, jamás había sentido eso en mi vida y sentirlo ahora me resultaba absurdo.
-No estoy celosa, Meg hablo de ti antes otro de sus acostones, además eso no me importa siempre y cuando no despierten a Rory.
Glenn sonrió y se levanto en cuclillas hasta donde yo estaba, sonrió como si estuviera satisfecho, me tomo las manos inclindose mas hasta que su rostro topo con el mio.
-Escucha muñeca tu lo dijiste Megan no fue mas que un acoston, aunque me gustan tus celos.
Gire los ojos, el estaba ahí frente a mi con su sonrisa petulante y sus ojos verdes, sonriendo, pareciera que me besaría y yo guardaba deseaba eso, deseaba que me besará.
-No estoy celosa.
-Bien, solo te diré algo muñeca, no veas a Megan como competencia, tengo los ojos puestos en ti y en cuanto Harry se descuide te haré mía.
Me enderece en la silla y el se levantó besandome la mejilla.
-Si no te quedo claro eso significa que me gustas.
El rubor subió por mis mejillas, intente ocultar la sonrisa en mis labios, quería gritar de felicidiad pero solo me límite a bajar la mirada y morderme el labio inferior.
Glenn salio de la habitación y yo solo lo mire caminar hasta que la oscuridad me lo impidió, suspire ampliamente.
-También me gutas Mead.
Ni siquiera supe si me escucho, pero no me importó, conforme la noche avanzaba el cansancio ganaba la batalla, hasta que por fin caí dormida.

LOS DEMONIOS DEL ATARDECER.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora