🐰สุดท้าย🐺

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Había pasado ya una semana.

Una semana llena de dolor, tanto físico como del corazón.

Una semana en la que Bright se enojaba conmigo, me golpeaba y luego teníamos sexo. Y al final, yo era quien pedía perdón.

—¿¡Adónde puta mierda crees que vas!?— Bright había amanecido de mal humor, otra vez. Solo quería irme y despejar mi mente. Quería llorar y olvidarme de todo ¿desde cuándo soy así, tan sumiso? ¿Por qué permití esto?

—Solo iré afuera— respondí, no quería que se enojara más de lo que ya estaba. Sus enojos eran sin sentido y sin una razón aparente. Solo amanecía con ganas de golpearme y follarme, creo que me convertí en su juguete sexual. Ahora no sé si lo amo o lo odio.

—No tienes mi puto permiso— me acorraló en la pared, tenía tanto miedo que solo agache la mirada en espera de un nuevo golpe. Y como lo esperaba, su palma impacto mi mejilla haciendo que mi labio sangrara.

Me tomó del cuello tan fuerte que el aire se me cortó en ese instante

—Eres mío, y si yo digo no, es no, entiendelo de una puta vez— me costaba tanto respirar, de un momento a otro mi cuerpo fue aventado a un lado de la cama y quien sufrió fue mi brazo. El dolor físico no se compara con el dolor del alma y el corazón. Hace días me negué a creer en lo que se había convertido Bright, pero ahora al recibir patadas en el estómago e insultos repugnantes hacia mi persona, me confirma que Bright se a convertido en su padre, en un maldito monstruo.

No se en qué momento perdí la conciencia, solo deje de sentir dolor en mi cuerpo, pero el dolor de mi pecho no desaparecía. Cada palabra, cada insulto penetraron mi mente y corazón como una daga envenenada.

No sé cuánto tiempo paso, pero desperté en la misma posición, al inspeccionar la habitación me di cuenta que Bright no se encontraba ahí, seguramente había salido.

Era mi momento, tenía que salir de ahí ya. Mi familia se habían ido a Tailandia hace dos días, yo no fui con ellos ya que Bright me lo impidió diciendo que volveríamos aparte. Invente una excusa de que quería conocer más lugares y al parecer mamá me creyó.

Busque por todos lados y al fin encontré mi teléfono en los cajones del baño, este estaba en silencio y tenía cientos de llamadas y mensajes de mi madre y hermanas, incluso también de mi amigos.

Llame a Khao, no lo hice con mi madre ya que no quería preocuparla.

Tenía tanto miedo que comencé a llorar, mis manos estaban temblando sin parar
Khao respondió a los tres tonos

—¡Win! ¡Dios mío, estás bien! ¿Que sucede?— parecía que me había desaparecido desde hace años

—Khaotung, necesito que me compres un vuelo, es urgente

—Es más fácil que lo compres ahí

—No puedo, Bright se daría cuenta

—Hare lo posible, pero dime, que pasó, por qué lloras.

—Te digo después, no tengo mucho tiempo

Y era verdad, sabía que en cualquier momento llegaría Bright y si me descubre que tome mi teléfono seguramente me golpearía como hace cuatro días. No quiero eso.

—Win, dime ahora

—No, por favor no le digas a mamá que hablaste conmigo. No quiero preocuparla.

Dicho esto colgué la llamada.

Cómo no habíamos desempacado nada, todo seguía en las mochilas, solo tome mi mochila y mis pocas pertenencias que habían allí.
La cartera de Bright estaba en su buró así que la tomé y tenía algo de dinero, la tomé y la eche en la bolsa de mi pantalón.

The Right Person  || BrightWin || Libro #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora