Capítulo 1. Marcus

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Victoria

Tengo ante mis ojos al chico casi perfecto que buscaba, me saqué el carnet de coche hace un mes y la moto de Marcus no arrancaba. MI GRAN OPORTUNIDAD.

-Eh... ¿Quieres que te acerque a algún sitio?

Marcus me miró y sus ojos estaban empañados.

-Por favor. Necesito ir al hospital.

-Voy a buscar las llaves, espera un momento.

Corrí hacia las llaves mientras dejaba las pizzas en el salón y le decía a mi familia que volvería en un rato, me fui antes de que me preguntaran a dónde y por qué.

-Listo, vamos-me dirigí hacia el coche y entre rápidamente en él, seguida de Marcus en el asiento del copiloto.-No es por ser cotilla pero, ¿puedo preguntar que pasa?

-Mi madre ha tenido un accidente en el coche con mi hermana pequeña.

-Lo siento, iré lo más rápido que pueda, ¿están bien?

-No lo sé, mi padre está esperando.

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Cuando por fin llegamos, dejé a Marcus y me fui, le dije que suerte y que viniera cuando quisiese a por la moto, no me dió tiempo a decirle nada más, salió corriendo hacia la puerta del hospital. Aun así, no soy mala persona, sé que no era el momento.

************************1 semana después*****************

Sin noticias de Marcus, la moto seguía allí y yo estudiaba para mi examen de botánica, era el final del cuatrimestre y estaban dando caña, no podía distraerme pero la curiosidad de saber cuando vendría me mataba por dentro, cuando conseguí centrarme un poco, escuché el timbre, mi madre estaba en casa, por lo que abrió ella, gran error, la voz que oí desde mi habitación no era más ni menos que la de mi príncipe tardón azul, a la mierda botánica, tengo que bajar a verle.
Mierda, estaba en pijama, el de Homer Simpson, bueno que más da, cuando sea su mujer me verá todos los días en pijama, que se acostumbre. Bajé las escaleras corriendo y le ví, llevaba esa sonrisa en la cara con la que ví por primera vez, y parecía que me estaba esperando, no llevaba su uniforme, pero obviamente habría venido a por la moto.

-¿Viniste a por la moto no?

-Sí, pero quería agradecerte lo de el otro día.

-¿El qué del otro día?-irrumpió mi madre-¿tienes novio y no me lo has dicho?

-Mamá fuera.-me miró con cara de desaprobación-Por favor.

Esperé a que se fuera y le respondí.

-No hacía falta, necesitabas ayuda y yo te lo dí, no fue molestia, ¿cómo está tu madre y tu hermana?

-Solo fueron rasguños, bueno mi hermana se rompió el brazo, pero nada importante.

-Me alegro-le sonreí-enserio, no fue nada acercarte.

-Te debo mil, y más por guardarme la moto.

-Nada, ¿quieres entrar y charlamos?

-No quiero causar molestia.

-Tranquilo, si es un placer-y que si lo es-pasa pasa.

Marcus estaba estudiando derecho, y trabajaba como repartidor de pizzas para pagarse la carrera, tenía 21 años, uno más que yo. La verdad es que fue una tarde entretenida, aunque al final abandoné a la botánica, pero fue por una buena causa, Victoria García, ha vuelto.

The Perfect Man Isn't RealDonde viven las historias. Descúbrelo ahora