Prólogo.

107 6 1
                                    

El partido cada vez está mas interesante, España-Alemania juegan ganando España 3-2, y no han llegado al descanso, a pesar de el gran partido hay algo que les quita a todos la atención de la pantalla plana, las pizzas llegan 30 minutos tarde y los estómagos están empezando a sonar.

Gracias a Dios, el timbre suena y Victoria, rápida y hambrienta corre hacia la puerta para abrir al repartidor.

-¡Deberías haberlas traído hace...-Victoria se queda callada observando al sexy repartidor que se haya en frente suya- media... hora...

El chico no hace más que sonreír y decir:

-Por la tardanza le bajamos el precio a la mitad, que serían 13'60€.

Muestra una leve sonrisa que hace que a Victoria le tiemblen las piernas.

-Por supuesto...-mientras saca el dinero de la cartera hecha un ojo a la placa dónde indica su nombre-¿tiene cambio, Marcus?

-Tengo-le hecha una mirada preguntando su nombre.

-Victoria.

-Precioso nombre, Victoria. ¿Con qué pagará?

Mientras ella saca el dinero, el móvil de Marcus comienza a sonar.

-¿Diga? ¿Papá? Estoy trabajando, si es importante dilo ya- la cara de Marcus cambia cuando al parecer su padre le cuenta lo que pasa.- voy enseguida.-Marcus mira a Victoria con pena- he tenido un problema, me tengo que ir rápido, disfruten de las pizzas.

Victoria se queda quieta mientras Marcus coloca las pizzas en sus brazos sin recibir cobro alguno, pero más quieta se queda cuando ve que su moto de repartidor no arranca.

The Perfect Man Isn't RealDonde viven las historias. Descúbrelo ahora