Capitulo VI |Secuestro|

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Escuché un fuerte bang y me desperté de golpe. Aunque había un pequeño problema. Estaba en un estrecho y oscuro lugar, por lo que me golpeé con el techo. Gruñí en frustración y dolor mientras volvía a recostarme.

"Joder." Murmuré. De seguro tendré un moretón.

Miré a mi alrededor, tratando de ver algo. Nada. Suspiré con desesperación en cuanto me di cuenta donde estaba, y que había pasado. Estaba en la maleta de un auto. Con un asesino en el asiento del conductor. Genial. Sin embargo, no me daría por vencida sin pelear. Comencé a golpear contra los asientos traseros a mi lado y trate de abrir el maletero. El había pensado en todo. Esta porquería estaba bloqueada desde afuera.

"¡Harry!" exclamé, sin miedo de él ya que no puede atraparme aquí. No respondió y eso sólo me hizo enfurecer más. "¡Harry Styles, te juro por Dios que si no abres la maleta...!" amenacé, mi voz dura. Escuché una ligera risa, difícilmente audible ya que estaba en una maldita maleta.

"¿O que?" preguntó fuerte para que yo escuchara. Rodeé los ojos en cuanto noté algo de inociencia en su tono. "¿Qué hará la pequeña niña, eh? ¿Golpearme?" rió, claramente divertido.

Gruñí y empecé a hurgar a mi alrededor, impaciente en sentir algo que me podría ayudar.

Sonreí al sentir un objeto cilíndrico. Sabía lo que era. Él había olvidado cerrar el compartimieto de emergencia debajo de mí. Entonces, se me ocurrió una idea. Lo agarré con mi mano y jugueteé com él, confirmando mis pensamientos.

Escuché cuidadosamente y todo lo que oí fue el ligero sonido de los neumáticos sobre un camino liso. Estábamos en la carretera. Era ahora o nunca.

Encendí el fuego tirando de la capa. Tenía miedo de quemarme pero era la única manera de salir de allí. La luz roja inmediatamente llenó el espacio y cerré mis ojos por el brillo. Claramente, ahora me quedaré ciega por unos minutos.

El humo empezó a salir y reí para mí misma. No, yo no sufría de piromanía, pero sólo imaginarme su cara cuando volvería aquí me hacía reír.

"¿Qué estás haciendo?" de repente escuché su ronca voz. Volví a reír maliciosamente, sin responderle.

"Mierda." lo escuché maldecir. Sonreí y esperé a que dijiera que volveríamos a Harvard. Pero no fue lo que escuché.

El sonido de los neumáticos deteniéndose en un alto hizo que mi mandíbula se tensara. Oh Dios mío ¡Viene para acá! ¿Me iba a morir? ¿Y cómo esto terminó de quemarse?

Su puerta se cerró con un portazo y no tuve tiempo de pensar en un plan antes de él abriera la maleta, mostrándome su cara enojada. Sonreí inocentemente e hice algo que sabía que me arrepentiría.

Lo pateé en la entrepierna.

Él gruñó y se cubrió la zona con sus manos, haciendo una mueca mientras caía de rodillas.

No perdí tiempo y salí de la maleta, corriendo lo más rápido que podía.

"¡Ayuda!" grité, Pero nadie podía escucharme, todos estaban velozmente en sus autos. Esto no era bueno.

Seguí corriendo y empecé a dirigirme hacia el bosque que estaba a un lado de la carretera. Estaba en la maleza cuando sentí su presencia acercándose. Jadeaba pesadamente mientras seguía corriendo y corriendo para salvar mi vida.

Sentí algo, o podría decir alguien, saltar a mi espalda y agarrando mi cintura con sus piernas. El repentino peso me hizo tropezar y caí de cara al suelo. Ouch.

"Mmph." balbuceé. Empecé a removerme bajo él, pero inútil, era muy fuerte y muy pesado. "¡Apártate!" gruñí molesta.

Tomó mi cabello, inclinando mi cabeza hacia atrás para que lo mirara. Lloré por el dolor mientras él reía. ¡Que cabrón!.

Compulsory |Español•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora