Una Adolescente - Adulta, decide que es momento de un viaje y decide irse totalmente sola a un lugar un tanto desconocido, así pasar tiempo con ella misma. Lo que jamás pensaría que pasaría era encontrarse con esos Hermanos y que ellos arruinaran to...
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Luego de que caí inconsciente no supe nada más, solo que no volví a despertar, sentí algo en mi brazo que me hizo levantar, ví a mi costado allí había una araña, chillé y con mi mano la tire lejos.
No me juzguen, no me gustan las arañas, luego de las cucarachas era el incepto que más odiaba. Rápidamente me dí cuenta de algo, no estaba ni en mi cama ni en mi casa rodante, ví para todos lados, pero cuando me iba a levantar, ví mis pies agarrados con cadena.
- ¡Ayuda! - chillé.
Desesperadamente trate de sacarme las cadenas.
No pude al contrario se apretaron más a mis pies, estaba entrando en desesperación, hasta que escuche como la puerta se abría lentamente.
- Veo que despertaste - allí ví al sujetó, el mecánico de hoy en día.
- Maldito, hijo de p...
- Cuidá ese lenguaje cariño, no es lindo que esas palabras salgan de una hermosa boca como la tuya - dice con burla acercándose.
- ¿Que hago aquí?, ¿Por qué estoy encadenada?, ¿Vas a matarme? - pregunté rápidamente con ganas de llorar.
- Ohh, te traje aquí porqué, me parecías una chica hermosa y disfrutaré de tí, estás atada ya que parece que tienes pesadillas y en una de esas, le pegaste a alguien y si te comportas talvez vivas unas semanas más - el escucharlo me hizo soltar varias lágrimas, viéndolo.
Tengo que admitir que tengo bastante miedo de lo que este bastardo me haga, únicamente suspiré empezé a patalear queriendo liberarme, sabía perfectamente que no funcionaría, pero la desesperación me ganaba entiendan.
- ¿Que me harás? - pregunté tratando de controlar mí llanto.
El sonríe viéndome hijo de p... - Por ahora comerás lo que prepararon, para ti y si eres obediente, saldrás a ducharte.
Suspiré pero asentí, ¿Acaso tenía otra opción? No.
- Buena chica - ¿Acaso soy un perro?
- ¿Puedes liberarme? Por favor - pedí amablemente, el lo pensó y luego se acercó hasta la cama para subirse en ella y acercarse a dónde estoy yo.
- Haces algo que no me agrade y no dudaré en matarte - dijo y me agarró de las mejillas con fuerza.
- Prometo, no hacer nada - dije con lágrimas, este me soltó y sacó una llave de su bolsillo.
Apoyó su mano en mí rodilla y lentamente fue arrastrándola por toda mí pierna, hasta que llegó a mi pié, esa acción hizo que mis pelos su pusieran de punta.
El pareció notarlo y sonrió observado me, lentamente abrió el candado y sacó mí pie de las cadenas.
Me terminó desatando, mi pies estaban algo morados como si estuvieran de esa forma hace días.
-¿Cuánto tiempo estuve aquí?- pregunté en susurró.
-Unos dos días- respondió este sin importancia. -Come luego te buscaré para que te duches, apestas- dijo esté antes de que yo pudiera responder este ya se había ido cerrando con seguro la puerta.
-Idiota- susurré y agarre el plato.
Este tenía sopa al parecer mi panza rugió hambrienta, suspiré y empecé a comer, si no comía no llegaría a ningún lado y si quería escapar debía tener fuerzas.
Comencé a observar la habitación está no era ni chica, ni grande era justo para una persona, los muebles se veían desgastados al igual que la cama en la que estaba.
Simplemente ignore todo y seguí comiéndo. Estaba tratando de pensar en un plan, pero mi mente estaba procesando todo encerio tenía miedo aunque no se notará lo tenía.
Okey, Bonnie tranquila, tranquila piensa... piensa... mis pensamientos se vieron interrumpidos por alguien abriendo la puerta.
-¿Tú?- pregunté al ver quién era.
-Yo- respondió divertido.
Yo no le veo lo divertido.
-Tu me trajiste a este lugar, pensé que eras un buen tipo- escupí enojada.
-Lo siento Bonnie, ésto es lo que hago- dijo -Te traje algo para que bebieras- dice para pasarme un vaso que contenía jugó.
-¿Que me hace pensar que no tiene un veneno o algo para que muera?- pregunté enojada.
-Hey, yo no soy el que mata- dice parecía divertido por todo. -Ademas seguro que después de está sopa tendrás bastante sed- con desconfianza agarré el vaso.
-¿Que eres de él?- pregunté refiriéndome al mecánico.
-Soy su hermano- dice este con un poco de disgusto.
Asentí.
La puerta se volvió a abrir el mecánico entro por ella.
-Vete- le susurró a Lester.
Yo con la mirada le rogué que no se fuera, no confiaba para nada en ninguno pero era el o el maldito que me amenazó con matar.
-Lester...- susurré este simplemente agarró mi plato cuál ya no tenía nada.
-Luego te veo Bonnie- No demonios.
Lester se marchó cerrando la puerta, el mecánico que según se llamaba “Bo” me miró sin decir nada.
Yo estaba muy incomoda por la situación.
-“¿Que mierda me vez”?- obviamente éso no dije pero ganas no quedaron.
-¿Que quieres?- pregunté.
-¿Ademas de a tí?- dijo esté con una sonrisa.
Lo miré enojada y con mucho dolor en las piernas me levanté.
-Pues que pena, pero no eres mi tipo no me gustan los ancianos que secuestran- este me observó unos segundos y rápido me tomo del cuello girandome.
Yo quedé de espalda pegada a su pecho, se que no es momento pero sentí algo contra mi tracero eso me hizo poner nerviosa ya que ya sabía que era.
-¡Suelta!- chillé.
-Haz silencio- me susurró en el oído.
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