▪︎Borrador 1▪︎

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Hay historias que perduran por los años, que hablan de grandes hazañas y grandes proezas, hay otras que enternece el corazón y llenan el alma y entre tantas otras hay historias chiquitas pero de un sentimiento muy grande; esta historia es acerca de dos corazones que latieron el uno por el otro, con tal fuerza, con tal pasión que les fue imposible estar lejos de sí mismos, éste amor que surgió y permaneció oculto, aparecía por los rincones con caricias, miradas, y miles de gestos de todo tipo para darse al otro y calmar la necesidad que se tenían entre ellos. Hacía mucho que no era testigo de un amor tan lindo tan puro y sincero...

-El era un chico de 17 años con el sueño de ser un gran artista, de poder llegar a miles de personas y ser conocido por todo el mundo, su nombre era Park Jimin, fué el último en entrar a la compañía, él tenía pocas esperanzas de debutar junto con los otros chicos que habían entrado al grupo, sus jornadas de práctica y trabajo eran extensas, él estaba muy consciente de todo lo que tenía que trabajar y esforzarse para lograr sus objetivos, antes de entrar a la compañía había estudiado en una gran academia de arte, una de sus grandes pasiones: el baile.

Cuando Jimin conoció a los chicos por primera vez estaba nervioso, y muy tímido, él sabía que ellos ya habían estado mucho más tiempo que él entrenando para poder debutar, el camino que le esperaba no era fácil, pero él no se rendía nunca ante ningún reto; al principio era un chico retraído y silencioso, que observaba todo y ponía mucha atención para poder absorber lo que más pudiera, tenía poco tiempo para demostrar su valía. 

Mientras eran trainees les tocó vivir a todos juntos por un tiempo, así que tuvieron oportunidad de convivir y convertirse en amigos reales, casi hermanos, pero en medio de todo ese caos juvenil, trabajo, desvelos, surgió el más puro de los sentimientos.  

Al principio él no lo entendía, Jimin suponía que era una gran admiración por el maknae del grupo, aún recuerda la primera vez que se cruzaron sus ojos con los de aquel chico, eran grandes y hermosos, oscuros como la noche pero brillaban, y cuando los vió por primera vez se sintió hipnotizado, y casi podría asegurar que hasta el tiempo se detuvo cuando se cruzaron sus miradas, su corazón latía fuerte, no sabía si por el nerviosismo del primer día de su llegada o por aquella mirada que lo hizo perderse en sus pensamientos. 

-Soy Jeon Jungkook- el menor lo interrumpió presentándose haciendo una reverencia, trayendo sus pensamientos de devuelta. - Soy… Soy Park Jimin- le contestó con una pequeña sonrisa en sus labios y correspondiendo con una reverencia. 

Jungkook guió a Jimin por el pequeño departamento para presentarle a todos los chicos, en la pequeña cocina estaban Jin y Suga encargándose de la cena de ese día, habían tenido un gran avance en sus ensayos y estaban contentos así que cenarían uno de sus platillos favoritos.

-Jin hyun, Yoongi hyun, él es Park Jimin acaba de llegar es el chico que estábamos esperando, - Bienvenido! - dijeron al unísono haciendo una reverencia.

Jimin les sonrió de vuelta y los saludó y se inclinó para corresponder a su gesto, siempre con una sonrisa en su boca, estaba impresionado por lo guapo que era aquel chico, y lo regañón que era el otro, pudo notar que no se podían poner de acuerdo para terminar la cena.

Jungkook tomó la muñeca de Jimin para llevarlo a la pequeña sala de estar  en donde estaba Hoseok y Namjoon, Jimin se encogió de hombros, pues ya había escuchado hablar de ellos y de sus talentos, y se sintió un poco intimidado, Hoseok le brindó una cálida sonrisa lo que hizo que se sintiera mejor, Namjoon se levantó de su asiento y le brindó unas cálidas palabras a Jimin de bienvenida.

-Hey Jimin, lleva tus cosas a la recamara- señaló Nam -y lávate, estamos por cenar- Jimin asintió con la cabeza, dejando a los chicos en la pequeña sala, dirigiéndose a la recámara.

Abrió la puerta de la habitación y se encontró aún chico recostado en una cama en ropa interior roja, Jimin lo saludó de repente presentándose y esbozando una sonrisa ante tal escena, el chico sobre la cama se levantó algo abrumado pues no lo esperaba y se presentó con una gran sonrisa - mucho gusto soy Taehyung - Esa noche después de cenar y convivir un momento, los tres menores durmieron en la sala de estar ya que Jimin no se desenvolvía tan fácilmente con extraños, y ellos dos lo hicieron sentir que estaba en casa, así que le propusieron dormir ahí para que estuviera más agusto.

Durante el periodo de predebut, los ensayos y el trabajo era extenuante para los chicos, tenía que ensayar muchas horas al día esforzándose al máximo para obtener los resultados, Jimin se sentía algo relegado ya que fue el último en entrar y sabía que poner todo de su parte para lograrlo, tenía el temor tan grande de defraudar a la familia y que no estuvieran orgullosos de él. 

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~• Un amor en el Baúl •~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora