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HwanWoong

Tal vez YoungJo tenga algo de razón, es obvio que necesitamos hablar al respecto de lo que sucedió.

Pienso que quiere decirme que fue un impulso y voy a aceptarlo para no volver a hablar del tema más adelante, tengo que calmarme pero no puedo.

Estoy muy nervioso.

Camino hasta llegar a mi casa y no veo a nadie fuera, que raro, esperaba que estuviera aquí y de hecho es mejor así, tal vez le dio pena o...

─Buenas noches señor Yeo.

─¡Ah! ─grito dando la vuelta, no lo vi llegar─ cielos, avisa.

─Disculpe ─menciona riendo suavemente─ no fue mi intención.

Asiento y caminamos hasta llegar a la puerta, introduzco la llave y giro para entrar... ¿Qué estoy haciendo? Me estoy poniendo en la boca del lobo que idiota soy.

─Mejor hablemos aquí ─sugiero girando de nuevo para verlo─ estuve todo el día en la oficina y necesito aire fresco.

─¿Está seguro que es por eso que no quiere entrar? ─pregunta acercándose más─ ¿Me tiene miedo?

─Claro que no ─niego rápidamente─ sé que no vas a hacerme daño, solo creo que estás muy confundido y quiero que sepas que por mi todo está olvidado, no sé porque lo hiciste pero eres solo un niño y no le diré a tu padre.

Ruedo los ojos y se acerca más hasta que siento su aliento contra el mío, debería correr, supongo, pero mis pies no responden.

─Señor Yeo... No, HwanWoong, ya no soy un niño ─asegura seriamente─. Y no me gusta que me veas así, así que esto pasará, voy a besarte y puedes detenerme, patearme o solo darte la vuelta y dejarme afuera, pero si despierto en ti por lo menos un poco de curiosidad corresponderás y sabré que soy más que un niño para ti.

─YoungJo me estoy cansando de...

Me besa, maldita sea me está besando.

Y para mi fortuna o desgracia le correspondo sin saber porque.

Ravn

Lo tomo de la cintura y lo guío dentro de la casa esperando que nadie nos vea, lo hago por él porque si por mi fuera lo cogiera aquí afuera para que nadie más se le acercara.

Cierro la puerta apenas consciente pero no me despego de él, no le daré tiempo a pensar.

Me corresponde y no puedo perder una oportunidad como esta.

Sé perfectamente donde está su habitación así que subo torpemente con mis labios sobre los suyos así como mi mano sobre su cintura guiándolo para que no caiga.

Empujo la puerta bruscamente y entramos a tientas pues todos nuestros sentidos están ocupados en reconocer por completo las bocas ajenas, libera unos gemidos conforme avanzamos y disfruto cada uno de ellos.

Una vez llegamos al borde de la cama lo hago caer y lo hago también sobre él, mis labios pasan de su boca a su cuello para dejarlo respirar y solo deja salir más gemidos.

Y me encanta.

Me separo levemente y me quito la camisa sin importarme rasgarla, al volver mi vista a él noto su mirada sobre mi cuerpo.

Le gusta.

Sonrío y le extiendo mi mano, la toma y lo hago levantarse.

Una vez de pie vuelvo a sus labios siendo más suave esta vez, esta vez estoy seguro, lo quiere tanto como yo y no me equivoco porque lleva sus manos a mi nuca y acaricia mi cabeza.

Lo guío hasta la pared más cercana sin separar nuestras lenguas y me detengo cuando chocamos contra ella.

Tomo su mano de nuevo y la agarro con fuerza mientras paseo mi boca haciendo un camino de su mejilla hasta su oído.

─¿Lo notaste, HwanWoong?

─¿Qué, qué cosa? ─pregunta entre jadeos.

─Esto ─digo llevando su mano hasta mi erección que es capaz de sentir a través de la tela de mi pantalón─ ya no soy un niño, soy un hombre, un hombre que puede complacerte, no me alejes bonito, déjame ser tú hombre.

HwanWoong

No sé si notó el tono que usó conmigo pero esa voz, esa jodida y grave voz diciendo esas cosas, por Dios.

Podría derretirme en este momento.

Muerdo mis labios por los nervios y asiento inseguro de lo que está por pasar, sonríe de nuevo y se anima a llenar mi piel con sus besos.

Continua unos segundos más hasta que me quita la camisa, toma mi cintura y me hace dar la vuelta viendo la pared.

Sus manos van a mi cinturón y lo quitan rápidamente siendo seguido por mi pantalón que bajó con toda y mi ropa interior, sus tibias manos pasean por mis piernas subiendo lentamente hasta llegar a mis nalgas, las acaricia suavemente tomándose su tiempo.

─Mhh ─gimo cuando siento un dedo en mi─ Yo-YoungJo.

─Sí bebé, tranquilo ─pide hundiendo más el dígito y hace círculos─ hace mucho que no tienes sexo y quiero que lo disfrutes así que relájate.

Asiento mordiendo mis labios fuertemente para evitar gritar más de lo necesario, estar a la merced de este chico me parece tremendamente excitante aunque no debería.

Un par de segundos más tarde y con más dedos dentro de mí me siento vacío una vez más, sé lo que está por pasar y estoy muy ansioso.

─Ah ─jadeo cuando siento su punta hundirse lentamente─ Mhh.

─HwanWoong, estás tan caliente y apretadito ─susurra en mi oído sin dejar de clavarse─ ¿Te gusta?

Asiento silenciosamente hasta sentirlo completamente dentro.

─¡Ah!

─Shhh, vas bien bonito ─dice dejando un beso en mi cuello─ vas muy bien.

Siento su mano tomar mi erección y comienza a masturbarme lentamente haciendo que me calme, siento su respiración sobre mi cuello y su caliente erección en mí.

Vaya que no es más es un niño.

Es todo un hombre.

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⏰ Última actualización: Jul 18, 2022 ⏰

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Señor Yeo (YoungWoong) (RavnWoong)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora